La Habana invadida por los zombis
Conversamos con el joven grafitero Osmani Carratalá
Martes, mayo 2, 2017 | Ernesto Pérez Chang
LA HABANA, Cuba.- "Los zombis no han invadido la ciudad. Somos todos".
Eso afirma un joven inquieto que ya no responde por el nombre de Osmani
Carratalá sino por el de The Happy Zombie o, simplemente, por El Zombi,
un personaje que ya no necesita carta de presentación en el mundo de los
grafiteros cubanos.
Gracioso, irónico, en apariencias dócil, The Happy Zombie se asoma a los
muros de La Habana no para asustar sino para advertir. Casi siempre está
rodeado de criaturas con muchos ojos y tentáculos que le devoran el
cerebro mientras él sonríe y disfruta con la situación.
"El estado de 'zombificación' es un estado de esclavitud que el mismo
ser humano usa como mecanismo para obtener bienestar", dice Osmani, y se
extiende en una conversación plena de paradojas: "El zombi es la sátira
pero también una señal de advertencia (…). La gente es zombi y no lo
sabe. Puede ser que algunos se den cuenta y reaccionen, de diverso modo,
pero por lo general se sienten complacidos con lo que son, con eso en
que han sido convertidos (…). Ser zombi es vivir de espaldas y a la vez
ser esclavo de la realidad. Porque ignoras todo aquello que te afecta
pero, en gran medida, ser zombi también puede ser una elección, porque
crees que no hay otro camino que no sea vivir de espaldas a la realidad,
esclavizarse a ella".
Graduado de técnico en mantenimiento y reparación automotor —es decir,
mecánico—, fue durante su etapa de estudiante que comenzó a crear el
personaje del zombi. Primero sobre su propio cuerpo, sometiéndose a eso
que él mismo llama "período de zombificación", una etapa de reflexión
sobre su lugar en el mundo, la realidad que lo rodea, sus metas en la
vida, la coherencia entre lo que le han prometido y lo que palpa a
diario en su entorno.
"Aún estoy en un período de zombificación, por eso es que adopto el
nombre de The Happy Zombie. Eso me ha llevado a poner mi trabajo, como
artista, sobre mí mismo y hasta sobre mi propia familia. (…) He
renunciado a muchas cosas importantes y de ahí, en buena medida, viene
el concepto de Happy Zombie, de los seres humanos que rompemos el
concepto de humanidad para obtener algo material, que nos pueda hacer lo
que entendemos por bien y que nos pueda estimular de manera inmediata,
breve, y darnos esas fuerza para seguir viviendo. Pero los zombis nunca
prometen nada, nunca prometieron nada; y no ven hacia el futuro, solo
ven el momento en sí", explica este muchacho que, para algunos, solo es
un desquiciado que pintarrajea cosas confusas.
Sin embargo, El Zombi juega con esa imagen que proyecta entre los amigos
grafiteros y demás artistas plásticos.
"Eso no quiere decir que yo sea violento, por el contrario, mi discurso
está en contra de la violencia", advierte El Zombi pero, inmediatamente,
como si encarnara esa faceta de superhéroe con que suele aderezar su
actuación, señala: "Sin embargo, a pesar de los problemas que puedan
haber en la vida y los obstáculos en el proceso de desarrollo de nuestra
identidad social yo sigo y sigo hasta lograr lo que quiero, ya sea en el
momento o en cualquier circunstancia".
¿Habitamos una ciudad donde todos estamos muertos? ¿Una ciudad donde a
todos les han comido el cerebro? Son preguntas que pudieran generarse al
contemplar esos seres que han invadido La Habana en los últimos meses y
que se han apoderado de muros antes habitados por carteles oficiales y
consignas. ¿Qué intentan decirnos? Mucho. Nada. Tal vez sean solo el
reflejo de quienes pasamos sin reparar en lo que está sucediendo con
nosotros mismos, en medio de una realidad que poco tiene que ver con un
acto de elección.
Source: La Habana invadida por los zombis CubanetCubanet -
https://www.cubanet.org/actualidad-destacados/la-habana-invadida-por-los-zombis/
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