El entierro de la Constitución del 40
Este 6 de abril se cumplen 65 años del entierro simbólico de la
Constitución de 1940 en la Fragua Martiana
Jueves, abril 6, 2017 | Roberto Jesús Quiñones Haces
GUANTÁNAMO, Cuba.- Este 6 de abril se cumplen 65 años del entierro
simbólico de la Constitución de 1940 en la Fragua Martiana, una de las
primeras acciones estudiantiles en protesta contra la dictadura que
estableció Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952.
Entonces la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) era una
organización revolucionaria e independiente y no el emplasto comunista
en que se ha convertido después de 1959. Aquel día los estudiantes de la
entonces gloriosa FEU salieron a las calles habaneras y llegaron hasta
la Fragua Martiana para exponer abiertamente sus ideas. Al otro día
volvieron a las aulas. Nadie los expulsó de ellas, ni los detuvo, ni los
citó para hacerles un acta de advertencia o para amenazarlos, a pesar de
que, según los teóricos castristas, vivían bajo la más sangrienta
dictadura que ha padecido el país.
La Constitución de 1940 y la Constitución comunista
La Carta Magna cubana de 1940 fue elaborada por una Asamblea
Constituyente formada por 77 delegados elegidos democráticamente por el
pueblo. Procedían de nueve partidos políticos, tanto del bloque que
apoyaba al gobierno como de la oposición. Entre los que apoyaban al
gobierno estaba el Partido Socialista Popular (PSP, comunista) que tuvo
seis delegados a la Constituyente.
La Constitución de 1940 introdujo innovaciones con respecto a las
constituciones cubanas precedentes y fue considerada como una muestra de
modernidad y técnica jurídica. Consagró la igualdad de los esposos, la
institución del divorcio, los deberes de los padres para con los hijos,
el salario mínimo, el descanso retribuido y la protección de la
maternidad de la mujer trabajadora. También estableció las bases de un
sistema democrático de amplia participación y reconoció derechos
elementales del individuo ocho años antes de que la ONU aprobara la
Declaración Universal de los Derechos Humanos.
La crítica que reiteran los teóricos comunistas contra ella es que nunca
fue consolidada mediante la promulgación de leyes complementarias, algo
que el castrismo tampoco ha hecho con la Constitución comunista luego de
cuarenta y un años de haber sido promulgada.
Lo curioso es que fue un dictador quien derogó la Constitución de 1940
con su zarpazo golpista, pero en el caso de la Constitución de 1976 han
sido los propios comunistas —los mismos que la promulgaron— quienes la
han enterrado al convertirla en letra muerta a base de violaciones, con
la complacencia de las más altas instituciones del país, entre ellas la
Fiscalía General de la República (FGR) y todo el sistema de tribunales
de justicia, lo cual desmiente su proclamado respeto por la
institucionalidad.
En el acto de constitución de la comisión redactora del anteproyecto de
Constitución, dirigida por Blas Roca y conformada sólo por militantes
del partido comunista, Fidel Castro expresó: "…nuestro propósito, una
vez que se haya aprobado esta Constitución, es luchar consecuentemente y
tenazmente, para que cada uno de los preceptos de esa Constitución se
cumplan, que nadie le pueda imputar a la Revolución jamás, de que acordó
leyes y principios que después no se cumplieron…"
En este caso como en tantos otros, las palabras del líder fueron sólo un
componente formal de su retórica cansina.
Quien se tome el trabajo de leer ambas constituciones comprobará la gran
diferencia que subyace en ambos textos. No podría ser de otra forma,
toda vez que la Constitución de 1940 fue el fruto de un ejercicio
democrático y concebida para una sociedad plural y el disfrute de todos
los derechos civiles y políticos, en la que el estado estaba colocado en
un plano de igualdad frente al individuo.
Contrariamente, la Constitución comunista estableció como fuerza
superior de la sociedad al partido comunista sin que éste recibiera tal
designación en una votación popular frente a otras organizaciones
políticas. Así se intentó legalizar la dictadura. Toda su estructura
gira alrededor del fortalecimiento del estado y su ideología, relegando
a un segundo plano los derechos del individuo. Desde 1959 se practica en
Cuba la discriminación política más feroz que jamás ha sufrido el pueblo
desde 1902. Partiendo de estos presupuestos no debe asombrar el estado
calamitoso en que se hallan los más elementales derechos civiles y
políticos aquí.
¿Qué pasaría hoy si a unos atrevidos se les ocurriera salir a la calle
para enterrar simbólicamente a la Constitución comunista? No tengo dudas
de que serían golpeados por "el enardecido pueblo revolucionario",
detenidos por horas o días en calabozos, sin derecho a la asistencia de
un defensor y luego sancionados con elevadas multas o con acusaciones en
el caso de los más contestatarios. Posteriormente sus centros de trabajo
y de estudio recibirían las visitas de los oficiales de la seguridad del
estado, quienes se encargarían de que fueran expulsados de ellos. Si a
alguno se le ocurriera reclamar ante la FGR recibiría como respuesta que
ésta no tiene competencia para pronunciarse sobre los casos operados por
la seguridad del estado.
Y no sorprendería que el mismo fiscal que diera esa respuesta apareciera
en el Granma y hasta ante la mismísima ONU afirmando que Cuba es un
estado de derecho donde se respetan todos los derechos humanos. Ya lo
hizo el general Darío Delgado Cura, Fiscal General de la República, ante
una periodista de Granma el 10 de diciembre del 2015, ¿qué importancia
tendría que lo repitiera alguno de sus peleles?
Source: El entierro de la Constitución del 40 CubanetCubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/el-entierro-de-la-constitucion-del-40/
No comments:
Post a Comment