¿El nuevo gran salto?
15 febrero, 2017 1:42 am por Paulino Alfonso Estévez
Lawton, La Habana, Paulino Alfonso, (PD) En los últimos tiempos los
economistas han ascendido en la escala en la corte milagrera en la que
se ha convertido mi país en los últimos 58 años.
Ahora que se les tiene en cuenta, se habla de crecimiento del PIB, de
inversión extranjera, de tasas de interés, sin saber en muchos casos de
qué se habla, pero como es lo chic, lo dicen, y lo que es más aberrante,
lo convierten en artículos periodísticos.
Había un chiste, de cuando creíamos en Marx y Lenin y reíamos con el
payaso Oleg Popov, que trataba de un ruso, un norteamericano y un cubano
que discutían cuál era el país que tenía el arma más poderosa, y el
cubano amenazó con que a Cuba le bastaba con enviar dos de sus
economistas en paracaídas para acabar con las dos potencias.
Por entonces, los economistas cubanos éramos profesionales inútiles,
opacados por el voluntarismo político. Fidel Castro había proclamado la
inutilidad de los economistas al inicio de aquel rapto de locura suyo
que fue la zafra de los 10 millones.
Fidel Castro dijo que la Unión Soviética comenzó el comunismo en
bicicleta, pero los cubanos lo estábamos haciendo montados en un cohete.
Eran los tiempos de la Ofensiva Revolucionaria, el Cordón de La Habana,
la vaca Ubre Blanca, el toro Rosafé, el SURE (un sistema presupuestario
inventado por Che Guevara), el cálculo económico, el sistema de
dirección y planificación y un grandísimo etcétera. La "ayuda
desinteresada" de la URSS, su generosidad y solidaridad indestructible
parecían verdades imperecederas. Nos decían que el futuro pertenecía al
socialismo. Parecía que estábamos a las puertas del paraíso…
Varias décadas después, nos arrullan con los cuentapropistas, los
Lineamientos, la Conceptualización del Modelo Económico-Social del gordo
Marino Murillo, la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, las
inversiones extranjeras, para alcanzar, sin prisa, pero sin pausa, el
socialismo próspero y sostenible.
Palabras y frases bonitas, pero que no aclaran cómo y cuándo se harán al
fin las cosas que es preciso hacer. Son como una hoja de ruta, bastante
difusa, que señala la salida del subdesarrollo para el año 2030.
Traducido en palabras simples, significaría mejor alimentación, más
viviendas, mejor nivel de vida para los que por entonces habiten en la isla.
¿Será este, ahora sí, el gran salto hacia delante?
Por estos días, varios economistas cubanos -no de los que como yo se
alegran de los fracasos económicos del régimen, sino de los gurús
económicos de Raúl Castro- expresan dudas sobre este nuevo gran salto.
Faltan 13 años para que llegue el 2030, pero, todavía el embargo
norteamericano está tan duro como El Morro, la economía cubana no crece,
las inversiones extranjeras no alcanzan los 2 mil millones de dólares
anuales que el gordo Marino Murillo profetizó, ni ha terminado la
dualidad monetaria…
El problema radica entre los derechos del régimen y los del pueblo,
entre lo falsamente colectivo y/o lo personal, y la tremenda corrupción
existente, que es lo que hay detrás de las pausas, y por qué no, también
detrás de las prisas.
Es muy difícil, casi imposible, lograr progreso económico sin libertad,
eficiencia económica sin creatividad individual, responsabilidad
individual sin libre empresa. Si Trump atrasa el reloj hasta el 17 de
diciembre de 2014 ¿qué va a hacer el régimen castrista? Nada puede
hacer, excepto seguir la conga del anti-imperialismo, inventar nuevos
héroes y buscar en América Latina otro iluminado a quien venderle, como
al difunto Hugo Chávez, el socialismo del siglo XXI, para como dice
Pánfilo, el bufón de televisión raulista, poder vivir del cuento otros
cincuenta y ocho años más.
Es difícil que lo consiga. Afortunadamente para los cubanos, al régimen
castrista ya se le están terminando los cuentos.
palfonso44es@gmail.com; Paulino Alfonso
Source: ¿El nuevo gran salto? | Primavera Digital -
https://primaveradigital.org/cubaprimaveradigital/el-nuevo-gran-salto/
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