Opositores denuncian discriminación en la venta de materiales
Martha Beatriz Roque calificó de 'vengativas' las prácticas del gobierno
en relación con la ayuda humanitaria.
Michel Suárez, Madrid | 24/09/2008
El gobierno ha negado la ayuda humanitaria al menos a tres opositores
políticos o sus familiares, afectados por los huracanes Gustav y Ike, y
les ha recomendado pedirla a Estados Unidos, denunciaron fuentes de la
disidencia interna.
Melba Santana Ariz, esposa del preso político Alfredo Domínguez Batista,
contó a organizaciones de derechos humanos que el delegado del Poder
Popular del antiguo central Delicias, en Las Tunas, convocó a una
reunión en la que informó que ella no tenía derecho, "porque la ayuda
sólo era para cederistas destacados y ancianos enfermos".
Los vientos de Ike arrancaron el techo de su casa, una edificación que
data de 1902. Santana y su hijo, recopilando escombros, han logrado
cobijarse a duras penas.
"Pedí una ayuda a la Fundación [Nacional Cubano Americana] para mi y los
vecinos, pero la Seguridad del Estado nos ha amenazado con encausarnos
si recibimos ese dinero. Ahora la gente ya no quiere la ayuda", denunció
la Dama de Blanco.
En Cacocum, provincia de Holguín, las autoridades dijeron al disidente
Franklin Pelegrino del Toro, presidente del Movimiento de Derechos
Humanos por la Libertad, que "pidiera ayuda a Estados Unidos".
Pelegrino había solicitado que le vendieran materiales para reconstruir
su casa. Su esposa tiene siete meses de embarazo y de ellos también
depende un niño de diez años.
El tercer caso documentado es el del ex preso político Rodolfo Bartelemí
Coba, de Baracoa, Guantánamo, cuya casa perdió el techo.
Bartelemí informó a la Asamblea para Promover la Sociedad Civil que, a
pesar de sus reclamaciones, el gobierno se ha negado a venderle materiales.
"Un instructor del Partido Comunista dijo que yo trabajaba para los
americanos y que los americanos me lo dieran (el techo), y que miraran
por qué medio, porque ellos no iban a permitir que pasaran nada para
Cuba", denunció el ex preso.
El pasado 20 de septiembre, Fidel Castro afirmó en un artículo que "en
Cuba no se discrimina a ningún ciudadano" y ordenó confiscar o devolver
"cualquier producto procedente de Estados Unidos" que llegue a la Isla
"con fines contrarrevolucionarios".
El presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación
Nacional, Elizardo Sánchez Santacruz, informó además del caso del
disidente Lázaro Ricardo Pérez García, de la Isla de Pinos, a quien le
negaron la venta de tejas.
"Los vecinos protestaron, se pusieron de su lado y, al final, tuvieron
que venderle las tejas", agregó Sánchez.
Martha Beatriz Roque, líder de la Asamblea para Promover la Sociedad
Civil (APSC), calificó de "discriminatorias" y "vengativas" las
prácticas del gobierno en relación con la ayuda humanitaria, en
declaraciones este miércoles a CUBAENCUENTRO.com.
"Quieren vengarse de los que pensamos diferente del gobierno", apuntó la
también integrante del secretariado pro témpore de la coalición Agenda
para la Transición.
"El pueblo, en general, disiente, pero lo hace calladamente. Los
opositores nos mostramos públicamente, y por eso ahora se vengan de
nosotros", apuntó Roque.
Las autoridades distribuyeron gratuitamente en Isla de Pinos un
cargamento de latas de sardinas y atún, enviado por Ecuador, y uno de
tejas infinitas (cartón con asfalto) en Baracoa.
Otros materiales o alimentos (arroz, tejas de asbesto cemento y huevos)
producidos en el país están siendo vendidos a la población, según
informes de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación
Nacional (CCDHRN).
"De regalado, nada", aclaró Roque.
Sánchez Santacruz, por su parte, dijo que "de momento" el gobierno "se
está cuidando de no vender las donaciones", pero todo el mundo está
"alerta".
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