Las sutiles mañas del olvido
Lucas Garve, Fundación por la Libertad de Expresión:
LA HABANA, Cuba, abril (www.cubanet.org) - El olvido se guarda en el
callejón de la desmemoria. Allí reposan cubiertos por el polvo de la
desidia del tiempo buenos enemigos y hasta malos amigos. No hay peor
suerte que la muerte por olvido.
Ahora están de moda los blogs. ¡A los blogs, caballeros, que nadie los
hace como yo! ¡Vendiendo plátanos, yuca, calabaza y quimbombó! Ser
bloggista es un medio de llamar la atención y huir de manera posmoderna
(también y ¿por que no?) del pecado original de pertenecer a cualquier
espacio de una forma u otra ya institucionalizado.
Me alegro y felicito que el Premio Ortega y Gasset de periodismo digital
correspondiera a una cubana residente en esta ínsula, Yoani Sánchez. Una
isla, cuna de muy respetables plumas, como se dice en los medios, cuando
un periodista satisface con la excelencia de sus artículos los deseos de
información de los lectores.
Uno se queda pasmado cuando los cables de la prensa extranjera, al
anunciar el otorgamiento de esta especie de Cervantes (todo es cuestión
de apellidos ilustres) del periodismo, convierten a la premiada en una
especie de insólita abanderada de la libertad de expresión e ignoren la
labor de tantos años de muchos menos afortunados informadores, algunos
de los cuales guardan prisión, y otros soportan lo imposible por
continuar en el riesgoso oficio de informar sobre la realidad cubana con
independencia de criterios.
Vivir la insoportable levedad de ser periodista independiente, con el
permiso de quienes se molestan con tal adjetivo, constituye al cabo de
unos 2, 5, 7, 10, 15 años, una tarea bastante difícil de llevar.
Primero, por la mirada escrutadora de muchos de los que nos rodean;
segundo, por la atención permanente de las autoridades, y después, por
el silencio de quienes no hacen lo que nosotros concretizamos
cotidianamente: difundir informaciones, expresar nuestra opinión o
consagrar en letra impresa cualquier hecho.
Si se leen en Google los despachos y artículos de quienes escriben para
páginas electrónicas fuera de Cuba, uno se percata de que hay una labor
concreta cumplida en ellos. ¿Quién si no un periodista independiente se
ocupa o le interesa informar sobre una vigilia por los presos políticos
en un barrio perdido de La Habana? ¿Quién si no es un periodista de esos
que muchos acusan de mercenario y otros simplemente ignoran, acudirá a
entrevistar a una persona que no tiene a donde acudir? Los periodistas
presos injustamente sufren en las cárceles donde están encerrados y vale
pedir con insistencia por su libertad. ¿Y hay que estar preso para ser
periodista independiente? ¿Mas, como escapar de los muros de olvido
cimentados con el cómplice silencio por tener el valor de continuar a
pesar de las amenazas?
La Fundación por la Libertad de Expresión hace cinco anos otorga un
modestísimo premio a los periodistas independientes destacados sin pedir
miles a nadie, difunde los nombres de quienes premia y la onda de
resonancia casi siempre choca con el espeso muro de la ignorancia
sostenido por quienes no quieren oír, ni ver.
Nos honra y nos agrada premiarlos. Eso nos congratula porque cumplimos
con algo que mañana recobrará su valor.
No comments:
Post a Comment