El humor deserta de Cuba
Carlos Otero, el popular presentador y animador de la isla caribeña,
huye a Miami para fichar por el Canal 41, uno de los más críticos con el
régimen castrista
MILAGROS L. DE GUEREÑO
El lunes pasado, el popular programa humorístico semanal 'Jura decir la
verdad' presentaba a su invitado especial Carlos Otero, uno de los
grandes animadores en la historia de la televisión cubana. Terminando la
media hora de risas, muchos teléfonos transmitían la conmoción: «¿Te
enteraste? Carlos Otero se quedó en Canadá. Lo acabo de ver en el
cable». Cinco días después, los medios oficiales, fieles al trato dado
habitualmente a los desertores, siguen sin aludir al hecho pero el
interés por conocer detalles de su paradero no cesa.
Ayer, Carlos Otero, 49 años, explicó que ya tenía un contrato con
AmericaTeVe o el Canal 41, uno de los más críticos con el régimen
castrista en Miami. Esta ciudad es la capital de los cubanos en el
exilio y del anticastrismo más furibundo. «No quiero pedir más permisos
a nadie para expresarme, moverme por el mundo o hacer lo que quiera
hacer», dijo el artista simpático y accesible en la pantalla pero muy
«estirado» según sus vecinos del residencial barrio de Miramar.
Mientras, muchos están pendientes de ver la televisión por satélite,
prohibida -salvo en los hoteles o entre extranjeros autorizados- pero
distribuida de forma pirata en 'red araña' a muchos edificios del país y
de acceder a Internet, generalmente en centros de trabajo, para saber de él.
En declaraciones a la prensa hispana en Estados Unidos, Otero explicó
que preparó cuidadosamente un viaje de trabajo a Toronto como tapadera.
El humorista y presentador llegaba el sábado con su familia a Canadá
donde estaba anunciado el espectáculo 'Sabadazo', uno de los que le
llevó a la fama. El lunes cruzaba la frontera. Amparándose en la ley de
ajuste que permite a cualquier cubano que toque suelo estadounidense
solicitar asilo y beneficiarse de inmediato de ayudas legales para
establecer su residencia en ese país, pedía asilo en Búfalo (Nueva
York). Luego viajó a la capital de Florida, donde dijo tener muchos amigos.
Espera
«Estuve dos meses esperando y exigiendo que se me diera permiso para
viajar con mis dos hijos menores (10 y 8 años) hasta que lo logramos».
Además tiene otro, Carlos Manuel, de 19, fruto su primer matrimonio que
permanece en La Habana. «Espero ganar una vida en el exilio y poder ver
a mis hijos crecer con la oportunidad de estudiar lo que ellos quieran,
sin tener que estar de acuerdo con el sistema», declaró Otero.
Una maestra habanera nos decía que le parecía «muy bien que se hubiera
ido. Él va a triunfar porque talento tiene de sobra y aquí la televisión
es muy mala. Lo peor es que se nos fastidió el domingo» en referencia al
programa 'Carlos y Punto', actualmente en antena.
http://www.elcorreodigital.com/alava/20071214/mundo/humor-deserta-cuba-20071214.html
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