«Ninguna vía ha logrado transformar la dictadura»
El eurodiputado Luis Yañez-Barnuevo opina sobre la visita de Miguel A.
Moratinos a Cuba y sobre la creación de la Asamblea Parlamentaria
Euro-Latinoamericana.
Michel Suárez, Madrid
jueves 24 de mayo de 2007 6:00:00
El eurodiputado español Luis Yañez-Barnuevo, experto en política
exterior y conocedor de la realidad cubana, ha sido electo
coordinador-portavoz del Grupo Socialista en la Asamblea Parlamentaria
Euro-Latinoamericana (EUROLAT), ente de nueva creación.
La EUROLAT fue instaurada por un acuerdo de la Cumbre Unión
Europea-América Latina de 2006 en Viena. Entre otros temas, como las
negociaciones de asociación con la Comunidad Andina, Centroamérica y
Mercosur, allí se decidió fomentar una institución de impulso a las
relaciones parlamentarias entre ambas regiones.
¿Cuál será el mayor reto de la Asamblea Euro-Latinoamericana: Venezuela
o Cuba?
Cuando usted hacía la pregunta, estaba yo pensando en la respuesta y no
había pensado ni en Venezuela ni en Cuba. No porque no tengan
importancia, que la tienen, sino porque estaba pensando en que el
principal reto es impulsar la integración en América Latina y la
relación institucionalizada entre la UE y América Latina.
Debemos cerrar acuerdos de cooperación con los tres bloques (Comunidad
Andina, Centroamérica y Mercosur). Existe un acuerdo de asociación de
nueva generación con México y Chile, pero no lo hay con el resto de la
región, y eso es lo que intentamos tener. Damos mucha importancia a que
América Latina esté en la agenda de la UE, con una frecuencia y
protagonismo todavía ausentes.
Dicho eso, naturalmente los temas de Cuba y Venezuela van a surgir, con
toda seguridad, con frecuencia en el seno de la Asamblea
Euro-Latinoamericana, porque —con las diferencias obvias que esos países
tienen (que tampoco hay que tratarlos como un todo)— se plantean
cuestiones que son muy sensibles para la Asamblea.
Los socialistas españoles han recibido muchas críticas por la vía
utilizada por el canciller Miguel Ángel Moratinos para 'normalizar' las
relaciones con La Habana…
Creo que esto, o no se ha entendido bien, o no hemos explicado bien cuál
es el sentido de aquella visita y de su contenido. No la he visto, como
muchas veces se ha dicho por los críticos más acerados, como un apoyo a
una dictadura, sino como un intento más de mantener unos canales de
comunicación entre los gobiernos español y cubano. Creemos que es
importante, para no estar ajenos a la defensa de los principios e
intereses que España, como cualquier país de su tamaño y naturaleza,
quiere tener.
En segundo lugar, para estar informados y tener canales abiertos de
comunicación que permitan la toma de decisiones. Más claramente: otra
cosa es que esto sirva o no, pero no queremos que la era postcastrista
coja a España fuera de juego, sin conocimiento ni presencia en Cuba.
Hay dificultades para entender eso. Y la dificultad, todavía mayor, de
entenderse con un gobierno que es muy cerrado, que es una dictadura. Es
una situación muy difícil de tratar, pero la dificultad no debe impedir
intentarlo.
El margen de actuación con Cuba es siempre muy estrecho. Llevo 30 años
relacionado con Cuba —no con el gobierno cubano, como hacen algunos
cuando se refieren a Cuba. Cuando hablo de Cuba, hablo de los millones
de cubanos de dentro y fuera del país, no del gobierno.
Siempre he visto que es difícil cualquier aproximación por la cerrazón
de ese gobierno. Pero las dos vías, la del aislamiento versus embargo y
la del diálogo y mano tendida para intentar influir, han mostrado sus
limitaciones y fracasos. Las dos. Y esta es una valoración personal. Ni
por una vía ni por la otra se ha logrado influir o transformar la
dictadura en otra cosa, aunque fuera en una Perestroika.
Es injusto criticar una de las opciones y no hacerlo con la otra.
Después de más de 40 años de bloqueo americano no se ha conseguido
avanzar un milímetro. Y que vaya ahora el canciller español y se hagan
tantísimas críticas es, por lo menos, desproporcionado.
La creación de la EUROLAT llega en un momento de muchos cambios en
América Latina…
Sí, efectivamente. Se han producido cambios muy importantes en los
últimos dos años, a través de una serie de procesos electorales y de
movimientos de integración. Hay una actualidad muy palpitante, ¿no?
La creación de partidos de izquierda en América Latina, al margen de la
Internacional Socialista (IS)y por tanto lejos del entorno socialista
europeo, ¿es positivo o negativo?
En eso el Partido Socialista Europeo y el grupo socialista del
Parlamento Europeo no es ortodoxo, no hay una fijación obsesiva por
quién es o no miembro de la IS. Mantenemos una línea de diálogo con
todos los partidos, especialmente con aquellos que tienen más
coincidencia ideológica. Hay algunos, como los que gobiernan en Uruguay
y Perú, que sí lo son.
¿Qué otras funciones tendrá la nueva institución?
Esta Asamblea también fijará sus posiciones en temas de fondo, como
ocurre con otras. Por ejemplo, hay una crisis en un país, un problema de
derechos humanos, una situación que requiera por razones políticas el
pronunciamiento de dicha asamblea, si así lo acuerda la asamblea, pues
se tomarán esas decisiones.
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