Cárdenas (Cuba), 6 dic (EFE).- Fidel Castro arremetió hoy de nuevo contra Europa, el "pérfido imperio" de EEUU y lanzó una advertencia a los socialistas españoles, sin mencionarlos explícitamente, por unas recientes críticas a su gobierno. El líder cubano encabezó en Cárdenas, la ciudad natal del niño balsero Elián González (150 kilómetros al este de La Habana), un acto oficial por su duodécimo cumpleaños y el sexto aniversario de la "Batalla de ideas", como se bautizó a la estrategia de movilizaciones para exigir a EEUU la devolución del balserito a Cuba.
Durante su discurso, Castro se refirió, sin mencionar su nombre, a unas recientes declaraciones de la secretaria de Relaciones Internacionales del Partido Socialista Obrero España (PSOE), Trinidad Jiménez. La dirigente socialista española instó el lunes al régimen de La Habana a "acabar con las prácticas contra la oposición política" y condenó los "actos de repudio" contra opositores socialdemócratas, como Manuel Cuesta Morúa.
Castro habló de "una que se autotitula funcionaria de un partido que dice que es socialista o socialdemócrata". "No quiero mencionar nombres de partido, pero que sepan muy bien que estamos con ojo avizor y con una buena colección de datos en la mochila", advirtió.
El presidente criticó a "esa Europa rematadamente hipócrita" y se refirió sarcásticamente a "esos países que avanzan hacia la democracia muy velozmente, procedentes del horrible campo socialista, y que no sabíamos que tenían centros de tortura organizados por Estados Unidos". "Son satélites, supersatélites corrompidos y mercanchifleados", denunció el líder cubano ante más de 3.000 personas asistentes al acto, entre ellos cientos de niños, compañeros de Elián.
Castro aprovechó también para criticar a Estados Unidos, al que se refirió como un "imperio macabro, pérfido y en decadencia" que ha impuesto un "orden mundial insostenible". "Ese imperio cada día está peor, y esta revolución cada día está mejor y estará mejor", afirmó el mandatario cubano, de 79 años, que llegó al poder en enero de 1959 liderando la revolución.
Castro: Medidas control en venta combustible destaparon fraude millonario
Cárdenas (Cuba), 6 dic (EFE).- Las medidas de control decretadas por Fidel Castro para evitar desvíos en la venta de combustible en Cuba destaparon un fraude millonario, con el robo de cerca de 100.000 dólares diarios, reconoció hoy el líder cubano.
Castro encabezó en Cárdenas, la ciudad natal del niño balsero Elián González (a 150 kilómetros al este de La Habana), un acto por su duodécimo cumpleaños y el sexto aniversario de la "Batalla de ideas", como se bautizó a la estrategia de movilizaciones para exigir a EEUU la devolución del balserito a Cuba.
Durante un discurso de más de dos horas, Castro hizo balance de la operación contra el fraude puesta en marcha en octubre en gasolineras y centros de venta de combustible en la que miles de jóvenes trabajadores sociales sustituyeron a los pisteros (vendedores de combustible) en toda la isla. El trabajo de estos jóvenes ha incrementado los ingresos por venta de combustible en más de 90.000 pesos convertibles (unos 97.000 dólares) al día, explicó el presidente cubano.
Las provincias donde se ha registrado el mayor índice de robo son las de Santiago de Cuba, Las Tunas y Granma, dos de las más empobrecidas de la isla. En Santiago, cuna de la revolución, los ingresos han crecido en 5,5 veces desde que los jóvenes trabajadores sociales sustituyen a los pisteros, mientras que en La Habana han aumentado en 2,13 veces, cifra similar a la media del país.
En respuesta a este fraude millonario, el líder cubano anunció el cierre de la cuarta parte de los servicentros (gasolineras que venden el combustible en divisas) del país, que pasarán de más de 2.000 a unos 530, y la automatización del servicio. "Había un desvío tremendo de recursos de combustible por parte de los nuevos ricos, de los que a raíz del periodo especial lograron grandes ganancias", denunció Castro, dispuesto a establecer un control "directo del robo y el desvío". "Mucha gente veía mellada su confianza en la revolución, había una especie de globalización de esas tendencias negativas", lamentó el presidente, que llamó al pueblo cubano a sumarse a esta ofensiva contra la corrupción. "He dedicado una parte importante de mi vida a la revolución", dijo Castro, "nunca fui un satélite, nunca confié en porquerías". "He dedicado mucho tiempo a luchar contra nuestras propias debilidades y no rehuimos ninguna responsabilidad", insistió el líder cubano, que advirtió a los ciudadanos de que "tendrán que espabilar, moverse todo el mundo y todos los trabajadores para poner fin a todas esas tonterías, a toda esa basura".
El objetivo final, apuntó, es lograr la "irreversibilidad" de la revolución. Tras cerca de años 47 en el poder, el líder cubano se ha volcado en una nueva ofensiva contra la corrupción y los "nuevos ricos", que empezó en las estaciones de servicio y en los agromercados (donde los campesinos venden los productos excedentes tras cumplir sus obligaciones con el Estado) y que puede extenderse a otros importantes sectores del país.
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