Acerca de la Posible Creación de una Federación Cubano Venezolana
2005-12-07
Desde hace años me dedico al estudio, promoción y realización del proceso de Integración Latinoamericana (*); lo hago debido al profundo convencimiento de que solo la integración de nuestros pueblos podrá sacarnos del marasmo en que hemos vivido durante estos dos siglos, que este es nuestro único camino posible hacia un futuro mejor y del papel decisivo de los trabajadores como factor dinamizador de la Integración.
Desde la Central Latinoamericana de Trabajadores (CLAT) hemos ratificado inequívocamente nuestra profunda vocación latinoamericanista y creado numerosos mecanismos tendentes a dar máxima celeridad a este proceso que conducirá inexorablemente a la creación de la Comunidad Latinoamericana de Naciones, nuestra Gran Patria Latinoamericana.
Impulsar empresa tal no es un reto fácil, resulta necesario estudiar a profundidad las características que nos unen y las diferencias naturales de un conglomerado humano constituido por millones de seres distribuidos en una inmensa geografía, las necesidades y aspiraciones comunes, las posibilidades de que un proceso de tal naturaleza pueda ser llevado a cabo en el menor tiempo posible sin imposiciones de ningún tipo, respetando los derechos y anhelos de todos: los de países con mayor desarrollo económico y los de menor desarrollo, de los grupos nacionales mayoritarios y de aquellos cuyo número es mucho más pequeño con sus diferencias étnicas, ligüísticas, culturales, religiosas, de grupos y movimientos políticos en ocasiones muy disímiles, y otras tantas de muy diversa índole, lógicas y presentes en este vasto espacio, con igualdad, derechos efectivos y justicia social para todos.
Nuestra gran meta: lograr relegar definitivamente de nuestras tierras esta fragmentación absurda que en nada nos beneficia y que conjuntamente con otros factores han estado en la génesis y sustentación de tantos males sociales que nos han aquejado durante siglos, resulta por lo tanto apremiante para los latinoamericanos imprimir velocidad nueva a los múltiples procesos integracionistas ya en marcha desde hace decenas de años, profundizarlos, hacerlos llegar hasta el espacio más recóndito de esta América nuestra y hasta el último rincón de la conciencia de nuestros pueblos.
Para lograr la verdadera Integración solo hay una vía posible: la más amplia DEMOCRACIA, aquella en la cual los propios pueblos, sabedores y consecuentes con la particularidad histórica que vivimos, en la que está en juego nuestro futuro como naciones, tomen las riendas de este proceso que implica cambios dramáticos en los ámbitos políticos, económicos y sociales.
A esta inquebrantable aspiración latinoamericana se ha incorporado recientemente un nuevo proyecto integracionista denominado Alternativa Bolivariana para la América (ALBA), diseñado y promovido por la actual dirigencia política venezolana, la presentación oficial de este programa fue realizada por el Presidente Chávez en ocasión de la Tercera Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe ( Isla Margarita, Venezuela, diciembre de 2001 ); hasta el momento solo Cuba se ha sumado efectivamente a esta iniciativa .
Relacionado con este proyecto, factores políticos de la oposición venezolana vienen anunciando desde hace meses la puesta en marcha de un plan tendiente a crear una federación cubano-venezolana basada en el marco teórico del ALBA. Sustentan los analistas sus planteamientos en los siguientes hechos:
1) La marcada afinidad entre los Presidentes Chávez y Castro.
2) La perfecta sintonía ideológico-política entre los órganos político-partidistas y de gobierno cubano y venezolano,
3) El significativo estrechamiento de las relaciones entre ambas naciones en muy diversos ámbitos: económicos, políticos, culturales, judiciales, militares.
4) La transferencia de las estructuras y estilo de gobierno de Cuba a Venezuela.
5) El creciente control que el chavismo (conjunto de corrientes políticas de los seguidores del presidente Chávez) está obteniendo en todos los espacios de la Nación lo que hace temer en la práctica la instauración de un régimen con un accionar próximo al del totalitarismo cubano.
Las señales más tangibles con relación a esta intención provenientes de los gobiernos de ambos países han sido las recientes y lamentables declaraciones del Vicepresidente cubano Carlos Lage y las mas diplomáticas del Presidente venezolano Hugo Chávez en el transcurso del acto de clausura de la Reunión de la VI Comisión Mixta del Convenio Integral de Cooperación Cuba-Venezuela celebrada en el hotel Caracas Hilton el 5 de octubre pasado; en el cónclave el Vicepresidente cubano señaló: somos el país más democrático del mundo entre otras cosas porque somos el único que tiene dos Presidentes: tenemos y tendremos a Fidel y tenemos a Chávez también, por su parte el mandatario venezolano señaló: Cuba y Venezuela nos hemos juntado Juntos desde ahora y para siempre. A estas alturas debe saber el mundo que nuestros destinos están sellados, que estas dos patrias marchan a su paso hacia un mismo destino Cuba y Venezuela serán un solo puño, pero sin mencionar la nueva Presidencia que minutos antes le había sido otorgada por quien no estaba facultado para ello.
Ambos gobiernos están enfrascados en una lucha sin cuartel ( y resulta obvio decirlo, desigual ) contra el que definen como causante de los males de ambas naciones y de toda Latinoamérica, el Imperialismo norteamericano, al que se proponen derrotar y además extender este proyecto socialista a todo el espacio geográfico latino-caribeño; viene de todo esto el razonamiento de que por separado será muy difícil que este propósito ideológico-político compartido pueda sobrevivir a pesar del control totalitario de más de cuatro décadas que el gobierno cubano tiene sobre su pueblo, de los petrodólares venezolanos ( sostenedores también de la economía cubana), del atolladero norteamericano en la guerra en Irak y de la preparación militar ( denominada en Cuba guerra de todo el pueblo y en Venezuela guerra asimétrica) ante una posible confrontación de esta última naturaleza; solo un intento de tipo federativo podría de alguna manera unificar fuerzas y tratar de evitar el colapso de alguna de las partes de tan ambiciosa aventura como pudiera ocurrir ante la eventual desaparición física del ya casi octogenario líder cubano Castro con el consiguiente shock que esto acarrearía a la estructura de gobierno de la Isla o ante un repunte de la oposición venezolana.
Debo señalar como dos elementos primordiales para el análisis de este tema que Cuba ha tenido una muy pobre participación en los mecanismos de integración del resto de países hermanos de América Latina como sí las tuvo con el desaparecido campo socialista y la Unión Soviética; la Integración Latinoamericana nunca fue uno de los objetivos políticos prioritarios de la dirigencia de la isla antillana, situación que cambió radicalmente a partir de los años 90 del pasado siglo con la desaparición de la URSS y el acelerado proceso de globalización económica planetaria; en un mundo como el actual la supervivencia de cualquier estructura socio-económica pasa precisamente por su inserción o articulación en algún mecanismo de asociación o integración al menos regional, este nuevo contexto debe haber reorientado las percepciones y las posibilidades de la dirigencia política cubana en enfocar ahora su mirada hacia el sur, por otra parte el panorama político venezolano a 7 años de la asunción del poder por el Presidente Chávez aún muestra un convulsionado escenario en el cual el proceso revolucionario liderado por este último precisa de un vasto apoyo político cubano.
En la hipótesis de que la complejidad de este ajedrez político y el mencionado enfrentamiento con USA continúe subiendo de tono alcanzando niveles muy peligrosos (en los momentos actuales ya es peligroso) resulta muy probable que las más altas instancias de ambos gobiernos hayan considerado con la mayor seriedad crear una federación o algo que se asemeje a una sola entidad nacional entre ambos países y que ya se esté preparando el terreno a tal efecto. Cabría preguntarse entonces desde la perspectiva genuina de ambos pueblos: ¿se trataría verdaderamente de un paso más en la Integración de dos naciones hermanas o una semi-fusión a conformidad de determinado proyecto político? El cómo llevar adelante un proyecto tal resulta también otra gran incógnita.
La Integración Latinoamericana proceso en marcha desde hace largo tiempo que veremos continuar desarrollándose a impresionante velocidad en un futuro próximo pasa por el más absoluto respeto de la voluntad y el más profundo consentimiento de nuestros pueblos expresado inequívocamente mediante auténticos mecanismos de consulta y decisión popular, pero además ha de ser integración verdadera en todas sus ilimitadas dimensiones, esto es válido para cualquier pueblo/nación latinoamericana y es la única garantía para lograr nuevas formaciones nacionales estables, armónicas e indestructibles; transitar otra vía que pretenda fusionar, congregar, reunir o aglutinar estructuras nacionales sin tomar en cuenta los anteriores preceptos estará irremisiblemente condenada al fracaso y pudiera ser de hecho extraordinariamente dañina a las legítimas aspiraciones integracionistas de los hombres y mujeres de este continente.
Fdo.: Dr. Antonio Llaca.
Noviembre de 2005
Desde la ciudad de El Tigre. Estado Anzoátegui. Venezuela.
(*)Otras publicaciones del mismo autor relacionadas con el tema Integración Latinoamericana:
La Comunidad Latinoamericana de Naciones (CLAN) en marcha, ¿y Cuba qué?
Revista Desafíos, Cuba-Venezuela, No. 26, Nov/Dic. 1998
La Integración de América Latina: ¿Utopía de pocos o necesidad vital de nuestros pueblos?
Diario La Antorcha, Venezuela. 28/04/ 2004
Diario Mundo Oriental, Venezuela. 29/04/2004
PSRDC La Revista, Miami/USA. May/2004
Jornal da CNPL, Brasil, No. 57 Maio-Junho/2004
Comunidad Andina de Naciones, un paso hacia delante.
Revista Desafíos, Cuba-Venezuela. No. 30, May/Jun/Jul. 1999.
Cuba en la ALADI. Un paso hacia la Integración.
Revista Desafíos, Cuba-Venezuela. No. 31 Ago./Sept./Oct 1999.
Consejo Presidencial Andino: Hoja de Ruta hacia el MERCOSUR.
Revista Desafíos. Cuba-Venezuela. No. 54 Jul/Ago. 2003.
Revista Perspectiva Centroamericana y del Caribe. No. 45 Costa Rica. Mar. /Abr. 2003.
Bolivia 2004: Salida al Mar, Reclamo Histórico
Revista Desafíos Cuba-Venezuela. No. 58 Mar/Abr. 2004
PSRDC La Revista, No. 49 Miami/USA Mar. 2004
http://www.presslingua.com/web/article.asp?artID=3782
2005-12-07
Desde hace años me dedico al estudio, promoción y realización del proceso de Integración Latinoamericana (*); lo hago debido al profundo convencimiento de que solo la integración de nuestros pueblos podrá sacarnos del marasmo en que hemos vivido durante estos dos siglos, que este es nuestro único camino posible hacia un futuro mejor y del papel decisivo de los trabajadores como factor dinamizador de la Integración.
Desde la Central Latinoamericana de Trabajadores (CLAT) hemos ratificado inequívocamente nuestra profunda vocación latinoamericanista y creado numerosos mecanismos tendentes a dar máxima celeridad a este proceso que conducirá inexorablemente a la creación de la Comunidad Latinoamericana de Naciones, nuestra Gran Patria Latinoamericana.
Impulsar empresa tal no es un reto fácil, resulta necesario estudiar a profundidad las características que nos unen y las diferencias naturales de un conglomerado humano constituido por millones de seres distribuidos en una inmensa geografía, las necesidades y aspiraciones comunes, las posibilidades de que un proceso de tal naturaleza pueda ser llevado a cabo en el menor tiempo posible sin imposiciones de ningún tipo, respetando los derechos y anhelos de todos: los de países con mayor desarrollo económico y los de menor desarrollo, de los grupos nacionales mayoritarios y de aquellos cuyo número es mucho más pequeño con sus diferencias étnicas, ligüísticas, culturales, religiosas, de grupos y movimientos políticos en ocasiones muy disímiles, y otras tantas de muy diversa índole, lógicas y presentes en este vasto espacio, con igualdad, derechos efectivos y justicia social para todos.
Nuestra gran meta: lograr relegar definitivamente de nuestras tierras esta fragmentación absurda que en nada nos beneficia y que conjuntamente con otros factores han estado en la génesis y sustentación de tantos males sociales que nos han aquejado durante siglos, resulta por lo tanto apremiante para los latinoamericanos imprimir velocidad nueva a los múltiples procesos integracionistas ya en marcha desde hace decenas de años, profundizarlos, hacerlos llegar hasta el espacio más recóndito de esta América nuestra y hasta el último rincón de la conciencia de nuestros pueblos.
Para lograr la verdadera Integración solo hay una vía posible: la más amplia DEMOCRACIA, aquella en la cual los propios pueblos, sabedores y consecuentes con la particularidad histórica que vivimos, en la que está en juego nuestro futuro como naciones, tomen las riendas de este proceso que implica cambios dramáticos en los ámbitos políticos, económicos y sociales.
A esta inquebrantable aspiración latinoamericana se ha incorporado recientemente un nuevo proyecto integracionista denominado Alternativa Bolivariana para la América (ALBA), diseñado y promovido por la actual dirigencia política venezolana, la presentación oficial de este programa fue realizada por el Presidente Chávez en ocasión de la Tercera Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe ( Isla Margarita, Venezuela, diciembre de 2001 ); hasta el momento solo Cuba se ha sumado efectivamente a esta iniciativa .
Relacionado con este proyecto, factores políticos de la oposición venezolana vienen anunciando desde hace meses la puesta en marcha de un plan tendiente a crear una federación cubano-venezolana basada en el marco teórico del ALBA. Sustentan los analistas sus planteamientos en los siguientes hechos:
1) La marcada afinidad entre los Presidentes Chávez y Castro.
2) La perfecta sintonía ideológico-política entre los órganos político-partidistas y de gobierno cubano y venezolano,
3) El significativo estrechamiento de las relaciones entre ambas naciones en muy diversos ámbitos: económicos, políticos, culturales, judiciales, militares.
4) La transferencia de las estructuras y estilo de gobierno de Cuba a Venezuela.
5) El creciente control que el chavismo (conjunto de corrientes políticas de los seguidores del presidente Chávez) está obteniendo en todos los espacios de la Nación lo que hace temer en la práctica la instauración de un régimen con un accionar próximo al del totalitarismo cubano.
Las señales más tangibles con relación a esta intención provenientes de los gobiernos de ambos países han sido las recientes y lamentables declaraciones del Vicepresidente cubano Carlos Lage y las mas diplomáticas del Presidente venezolano Hugo Chávez en el transcurso del acto de clausura de la Reunión de la VI Comisión Mixta del Convenio Integral de Cooperación Cuba-Venezuela celebrada en el hotel Caracas Hilton el 5 de octubre pasado; en el cónclave el Vicepresidente cubano señaló: somos el país más democrático del mundo entre otras cosas porque somos el único que tiene dos Presidentes: tenemos y tendremos a Fidel y tenemos a Chávez también, por su parte el mandatario venezolano señaló: Cuba y Venezuela nos hemos juntado Juntos desde ahora y para siempre. A estas alturas debe saber el mundo que nuestros destinos están sellados, que estas dos patrias marchan a su paso hacia un mismo destino Cuba y Venezuela serán un solo puño, pero sin mencionar la nueva Presidencia que minutos antes le había sido otorgada por quien no estaba facultado para ello.
Ambos gobiernos están enfrascados en una lucha sin cuartel ( y resulta obvio decirlo, desigual ) contra el que definen como causante de los males de ambas naciones y de toda Latinoamérica, el Imperialismo norteamericano, al que se proponen derrotar y además extender este proyecto socialista a todo el espacio geográfico latino-caribeño; viene de todo esto el razonamiento de que por separado será muy difícil que este propósito ideológico-político compartido pueda sobrevivir a pesar del control totalitario de más de cuatro décadas que el gobierno cubano tiene sobre su pueblo, de los petrodólares venezolanos ( sostenedores también de la economía cubana), del atolladero norteamericano en la guerra en Irak y de la preparación militar ( denominada en Cuba guerra de todo el pueblo y en Venezuela guerra asimétrica) ante una posible confrontación de esta última naturaleza; solo un intento de tipo federativo podría de alguna manera unificar fuerzas y tratar de evitar el colapso de alguna de las partes de tan ambiciosa aventura como pudiera ocurrir ante la eventual desaparición física del ya casi octogenario líder cubano Castro con el consiguiente shock que esto acarrearía a la estructura de gobierno de la Isla o ante un repunte de la oposición venezolana.
Debo señalar como dos elementos primordiales para el análisis de este tema que Cuba ha tenido una muy pobre participación en los mecanismos de integración del resto de países hermanos de América Latina como sí las tuvo con el desaparecido campo socialista y la Unión Soviética; la Integración Latinoamericana nunca fue uno de los objetivos políticos prioritarios de la dirigencia de la isla antillana, situación que cambió radicalmente a partir de los años 90 del pasado siglo con la desaparición de la URSS y el acelerado proceso de globalización económica planetaria; en un mundo como el actual la supervivencia de cualquier estructura socio-económica pasa precisamente por su inserción o articulación en algún mecanismo de asociación o integración al menos regional, este nuevo contexto debe haber reorientado las percepciones y las posibilidades de la dirigencia política cubana en enfocar ahora su mirada hacia el sur, por otra parte el panorama político venezolano a 7 años de la asunción del poder por el Presidente Chávez aún muestra un convulsionado escenario en el cual el proceso revolucionario liderado por este último precisa de un vasto apoyo político cubano.
En la hipótesis de que la complejidad de este ajedrez político y el mencionado enfrentamiento con USA continúe subiendo de tono alcanzando niveles muy peligrosos (en los momentos actuales ya es peligroso) resulta muy probable que las más altas instancias de ambos gobiernos hayan considerado con la mayor seriedad crear una federación o algo que se asemeje a una sola entidad nacional entre ambos países y que ya se esté preparando el terreno a tal efecto. Cabría preguntarse entonces desde la perspectiva genuina de ambos pueblos: ¿se trataría verdaderamente de un paso más en la Integración de dos naciones hermanas o una semi-fusión a conformidad de determinado proyecto político? El cómo llevar adelante un proyecto tal resulta también otra gran incógnita.
La Integración Latinoamericana proceso en marcha desde hace largo tiempo que veremos continuar desarrollándose a impresionante velocidad en un futuro próximo pasa por el más absoluto respeto de la voluntad y el más profundo consentimiento de nuestros pueblos expresado inequívocamente mediante auténticos mecanismos de consulta y decisión popular, pero además ha de ser integración verdadera en todas sus ilimitadas dimensiones, esto es válido para cualquier pueblo/nación latinoamericana y es la única garantía para lograr nuevas formaciones nacionales estables, armónicas e indestructibles; transitar otra vía que pretenda fusionar, congregar, reunir o aglutinar estructuras nacionales sin tomar en cuenta los anteriores preceptos estará irremisiblemente condenada al fracaso y pudiera ser de hecho extraordinariamente dañina a las legítimas aspiraciones integracionistas de los hombres y mujeres de este continente.
Fdo.: Dr. Antonio Llaca.
Noviembre de 2005
Desde la ciudad de El Tigre. Estado Anzoátegui. Venezuela.
(*)Otras publicaciones del mismo autor relacionadas con el tema Integración Latinoamericana:
La Comunidad Latinoamericana de Naciones (CLAN) en marcha, ¿y Cuba qué?
Revista Desafíos, Cuba-Venezuela, No. 26, Nov/Dic. 1998
La Integración de América Latina: ¿Utopía de pocos o necesidad vital de nuestros pueblos?
Diario La Antorcha, Venezuela. 28/04/ 2004
Diario Mundo Oriental, Venezuela. 29/04/2004
PSRDC La Revista, Miami/USA. May/2004
Jornal da CNPL, Brasil, No. 57 Maio-Junho/2004
Comunidad Andina de Naciones, un paso hacia delante.
Revista Desafíos, Cuba-Venezuela. No. 30, May/Jun/Jul. 1999.
Cuba en la ALADI. Un paso hacia la Integración.
Revista Desafíos, Cuba-Venezuela. No. 31 Ago./Sept./Oct 1999.
Consejo Presidencial Andino: Hoja de Ruta hacia el MERCOSUR.
Revista Desafíos. Cuba-Venezuela. No. 54 Jul/Ago. 2003.
Revista Perspectiva Centroamericana y del Caribe. No. 45 Costa Rica. Mar. /Abr. 2003.
Bolivia 2004: Salida al Mar, Reclamo Histórico
Revista Desafíos Cuba-Venezuela. No. 58 Mar/Abr. 2004
PSRDC La Revista, No. 49 Miami/USA Mar. 2004
http://www.presslingua.com/web/article.asp?artID=3782
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