Cubano de 105 años consigue la ciudadanía estadounidense
Castro 'ya no puede hablar. Está más mal que yo', afirma José 'El Niño'
Temprana, quien estuvo 30 años preso en la Isla.
Agencias
lunes 2 de julio de 2007 15:02:00
AFP/ Miami. Con más de un siglo de vida y exiliado en Miami luego de 30
años de prisión en su Cuba natal, José El Niño Temprana cumplió su
sueño: a sus 105 años se convirtió el viernes en ciudadano estadounidense.
Ahora buscará cumplir otra meta: encontrar una compañera. "Me siento
solito por la noche", dice.
Ex pescador, Temprana está convencido de que sobrevivirá al
convaleciente Fidel Castro, a quien una vez intentó derrocar.
"Ya no puede hablar. Está más mal que yo", dice del gobernante de 80
años, quien desde hace más de once meses se recupera de una cirugía
intestinal.
Sonriente y exhibiendo con orgullo la bandera estadounidense en el
bolsillo izquierdo de su camisa, Temprana recitó junto a otras 150
personas el juramento de lealtad, prometiendo empuñar las armas por
Estados Unidos en caso de ser llamado a ello.
"Ahora soy americano", se congratuló el anciano.
La multitud presente en la ceremonia aplaudió mientras Temprana
atravesaba el salón vistiendo elegantes pantalones negros y guayabera
blanca, zapatos de cuero combinados en blanco y negro y un sombrero de
color arena.
"Me siento americano desde antes", aseguró.
Nacido el 26 de septiembre de 1901, El Niño Temprana trabajó con sus
hijos como pescador de esponjas y langostas en una pequeña localidad de
la provincia de Pinar del Río.
Después de la revolución de 1959, que llevó a Castro al poder, conspiró
contra el régimen con un grupo que también integraban tres de sus hijos.
"Recibía armas de aquí (Estados Unidos) para tumbar a Fidel Castro. A
pelear", era la consigna, dijo Temprana a la AFP.
"Éramos bastante gente. Había un infiltrado y habló. Entonces nos
cogieron", agregó el anciano, que junto a sus hijos fue encarcelado en 1964.
Temprana pasó 18 años en prisión y 12 más bajo arresto domiciliario en
la Isla. Inmediatamente después de su liberación, obtuvo una visa de
refugiado y voló a Miami, donde disfruta paseando por el barrio en su
silla de ruedas motorizada, charlando con los vecinos y, desde la muerte
de su mujer tres años atrás, seduciendo a las damas.
"Busco una mujer para que me acompañe. Me siento solito por la noche",
dice este anciano que estuvo casado desde sus 17 años, y se le hace
difícil vivir solo.
"Me gustan mucho las mujeres", asegura con un guiño a una joven que pasa
cerca de él en el Miami Citizenship Center, donde se celebró la
ceremonia. "Pero no de las que quieren dinero", precisa rápidamente.
Temprana cree que su debilidad por las faldas puede ser parte del
secreto de su longevidad, pero también hay algo genético: una de sus
abuelas murió a los 119 años.
Su dieta: el lechón es su plato favorito, el vino tinto acompaña sus
comidas, le gusta el whisky y arma sus propios cigarros.
Piensa votar en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2008,
pero aún no tiene candidato.
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