La desatención gubernamental reflejada en el huerto

La desatención gubernamental reflejada en el huerto
21 Marzo, 2017 8:58 pm por Jorge Bello Domínguez

Güira de Melena, Artemisa, Jorge Bello, (PD) En una visita que realicé a
un amigo de la infancia, a mediados de febrero del año, mientras
charlábamos y recordábamos los viejos tiempos, escuché a su esposa
quejarse por lo desatendido y sucio que se encuentra el cementerio del
municipio Güira de Melena, en la provincia Artemisa.
Ella acababa de llegar de la necrópolis, por conmemorarse ese día el
quinto aniversario del fallecimiento de su padre. Entre el enfado y la
cólera, dijo sentir dolor al percatarse que de su panteón familiar
faltaba una jardinera de mármol que utilizaba para depositar las flores
que de vez en cuando lograba dedicarle a sus muertos, y una placa con un
epitafio en honor a los fallecidos de la familia que allí descansan.

Varios días después motivado por lo que dijo la esposa de mi amigo,
acudí al cementerio, que está ubicado en la Avenida 85ª, y pude
constatar el deterioro, suciedad y falta de mantenimiento del lugar.
Recorrí la instalación y sus callejones interiores, ya que hay falta de
pavimentación en las entrecalles y cuando llueve el acceso a las tumbas
que se encuentran más al fondo del recinto, se dificulta por el fango.

Las quejas de Nancy, la esposa de mi amigo, eran ciertas. Se puede
apreciar el descuido que presentan las bóvedas sepulcrales, la basura
entre las tumbas, los salideros de agua y los monumentos patrimoniales
en pésimo estado de conservación.

Algunos obeliscos, como el dedicado a Nuestra Señora de la Encarnación,
se encuentran en total abandono. Un moho de color verdusco cubre en casi
su totalidad la estatua, rodeada por hierba sin podar.

En similares condiciones se encuentra un panteón que fue erigido a la
memoria del Bombero Güireño.

Ambos obeliscos tienen más de un siglo.

El antiguo crematorio y el mausoleo dedicado a los héroes municipales se
encuentran casi destruidos.

Durante la estancia en el cementerio, entablé conversación con un señor
que dijo llamarse Chungo. Me comentó que allí solo chapean y atienden el
panteón de los "Caídos en la Defensa", todo lo demás está hecho trizas.

Me contó que de noche la oscuridad es total en el cementerio: no existe
ni un bombillo. Y no hay guardia nocturna. Es por eso que ocurren hechos
vandálicos, entre ellos las profanaciones de los sepulcros por personas
inescrupulosas, que se aprovechan de la falta de vigilancia, para robar
desde un búcaro de flores hasta los huesos de los difuntos para
utilizarlos en ritos religiosos.

Pude apreciar un pestilente vertedero de desechos sólidos que se
extiende a todo lo largo del exterior del muro perimetral del cementerio.

Con posterioridad traté de conversar con Ana María Darías Fajardo,
administradora de la necrópolis, pero se negó a recibirme en su
despacho, ubicado en la funeraria de la localidad, en la Avenida 87
entre 82 y 84 (los servicios fúnebres están subordinados a una
dependencia estatal de la Dirección de Servicios Comunales).

La población local, afectada por esta falta de sensibilidad humana,
tendrán que esperar a que las autoridades competentes muestren un poco
mas de respeto y seriedad por el sagrado lugar donde descansan los
fallecidos.
comuni.red.comunitaria@gmail.com; Jorge Bello; móvil +53 53353648
*Red Cubana de Comunicadores Comunitarios

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