¿Quo vadis Francisco?
El bloguer y pastor evangélico Mario Félix Lleonart hace un paralelo
entre las visitas de Benedicto XVI, en 2012 y la de Francisco: dos papas
que han desatendido los reclamos de quienes sufren la represión
castrista en Cuba.
Mario Félix Lleonart Barroso
septiembre 25, 2015
Quienes vivimos la ola represiva que tuvo lugar en Cuba en 2012 durante
la visita de Benedicto XVI nunca recibimos una respuesta del Vaticano, a
pesar de habérselo informado. El Sacerdote José Conrado, que es una
excepción dentro de la Iglesia Católica de Cuba, como en su momento lo
fuera el Padre Bartolomé de las Casas, se reunió entonces con muchos de
nosotros el 29 de marzo de 2012 en casa de Ismael de Diego para
intercambiar experiencias de lo ocurrido durante la visita papal a Cuba,
esa ola represiva policial se llamó operación "voto de silencio". El
Sacerdote expresó su pesar y en persona entregó cartas y videos a la
Nunciatura Apostólica. Pero ni siquiera por respeto a él hubo una
respuesta. Como consecuencia de esta ola represiva incluso algunos
activistas permanecieron recluidos por más de dos años sin ni siquiera
celebrárseles juicio.
Cuando los reprimidos en Cuba conocimos meses después, el 11 de febrero
de 2013, de la renuncia de Joseph Ratzinger, lo cual no sucedía desde
hacía casi seiscientos años, imaginamos que entre todas las razones por
las cuales el Pontífice tomaba tal trascendental decisión, también se
encontraba, aun cuando fuese la más pequeña de todas, su silencio ante
lo que nos había sucedido.
Ante el anuncio de la visita del nuevo Papa muchos pensamos que esta vez
la historia sería diferente. Como muestra de ello el 16 de julio de 2015
el Espacio Abierto de la Sociedad Civil Cubana dirigió una carta
http://bit.ly/1gUqT4v a través de la Nunciatura Apostólica al Papa
Francisco en donde le sugería "recibir a una representación de la
Sociedad Civil Cubana, como ha ocurrido en su reciente viaje apostólico
por América Latina, en una audiencia privada dentro de la apretada
agenda de su próxima y esperada visita a Cuba. Este gesto simbólico
podría significar la inclusión de todos los cubanos, especialmente de
aquellos que somos colocados al margen de la sociedad y considerados
como ciudadanos de segunda clase por nuestra forma de pensar o de
proponer alternativas pacíficas, no violentas". Dicha misiva fue
entregada en persona esa misma tarde por el propio P. José Conrado
acompañado del destacado laico católico Dagoberto Valdés, y por mí, y
recibida por el Secretario del Nuncio.
Lamentablemente nuestra carta no recibió una respuesta positiva y el
Papa no sostuvo encuentros privados, excepto con Fidel Castro, el
victimario, a quien extendió una perjudicial y muy inmerecida
legitimidad. Por si fuese poco, y contrario a tal espíritu, lo que
realmente sucedió fue que al menos 250 detenciones de activistas
pacíficos reportadas tuvieron lugar a lo ancho y largo de la isla. La de
cuatro activistas que consiguieron romper los cordones policiales para
intentar llegar al Papa para manifestarle respetuosamente su sentir y
entregarle una carta pudo ser vista en vivo por el mundo entero, y hasta
el momento permanecen en prisión de máxima seguridad. Sumado a ello
tuvieron lugar centenares de detenciones domiciliares ilegales, y
obstrucción de las comunicaciones similares a las aplicadas en la
operación "Voto de silencio" de 2012 cuando la visita de Benedicto XVI.
Con semanas de anticipación el régimen venía preparando dicha ola
represiva utilizando medios de difusión de alcance internacional donde
difamaba y hacía circular información falsa para confundir. Una
entrevista al agente Raúl Capote fue divulgada por medios rusos
internacionales. Agentes empleados por el régimen hacían lo mismo en las
redes sociales a través de cuentas apócrifas en Twitter instigando odios
religiosos y predisposiciones al clero católico para con la sociedad
civil cubana, advirtiendo de infundados ¨sabotajes¨ a la visita papal.
En sus homilías el Papa expresó mensajes de misericordia y paz dignos de
ser tenidos en cuenta por la sociedad cubana y por quienes desgobiernan,
pero estos últimos no dan muestra alguna de recepcionar dicho mensaje, y
aprovecharon incluso su visita, como otrora la de Benedicto XVI, para
hacer, como suelen, totalmente lo contrario. Mientras los representantes
del régimen lucían sus guayaberas y esbozaban hipócritas sonrisas, sus
jenízaros volvían a llevar a cabo tras las bambalinas, como en 2012, una
auténtica cacería de brujas.
Todavía el Vaticano y el Papa Francisco pueden ayudar mucho a través de
alguna declaración teniendo en cuenta los hechos anteriores, la que
nunca nos llegó del pontificado de Benedicto XVI, pero puede que
Francisco concuerde con el expresidente de la Asamblea Nacional de Cuba,
Ricardo Alarcón de Quesada, quien entrevistado por Jackie Nespral para
NBC declaró con desdén, que "el Papa es un hombre muy ocupado y no puede
perder el tiempo con personas y temas que no son importantes".
Este artículo fue publicado originalmente en el blog Cubano confesante,
el 25 de septiembre de 2012.
Source: ¿Quo vadis Francisco? -
http://www.martinoticias.com/content/a-donde-va-papa-franciscocuba-disidentes-represion-castrista-cuba-/105269.html
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