Wednesday, July 01, 2015

Con la cabeza hueca y el alma a la intemperie

Con la cabeza hueca y el alma a la intemperie
La frivolidad, el hambre de diversión y la febril preferencia por lo de
afuera, son en Cuba una reacción ante el hartazgo y la carencia de todo
y el gran aburrimiento que provoca el régimen
miércoles, julio 1, 2015 | José Hugo Fernández

LA HABANA, Cuba. – Puede provocar lástima en unos pocos y deseos de
vomitar en otros, pero mayormente provoca carcajadas, sin que casi nadie
se detenga a sopesar qué tiene de gracioso que una anciana, borracha tal
vez, enajenada sin duda, accediera a bailar reguetón desnuda a la pelota
mientras algún desmadrado la filmaba.

Ahora el video discurre entre los habaneros (Bluetooth mediante), como
una muestra más de esa suerte de caída en picada hacia el Medioevo que
venimos sufriendo en los últimos tiempos. Nadie parece saber quién es la
desdichada danzarina, ni quien fue el hijo de buena señora que la sacó
de su anonimato para convertirla por unos días en estrella del chisme.
La gente se limita a reír o a curiosear. Alguno que otro se escandaliza
y arremete contra las "peligrosas" posibilidades del teléfono celular, o
echa pestes contra los más jóvenes, "criaturas rendidas ante la
tecnología", dicen, haciendo gala del docto conocimiento que acaba de
impartirles Abel Prieto a través de la Mesa Redonda.

Mientras, el espectáculo continúa. Antes fueron otros videos. Luego
vendrán más. Siempre hay alguno en el ambiente ya que se reproducen como
los curieles:

Insólita bronca de niñas en una escuela secundaria básica de La Lisa,
enredadas como perros de pelea sin que la policía pueda apaciguarlas; un
anciano sin cobijo que, a la luz del día, parado en uno de los
portalones de la calle Reyna, defeca sobre su propia mano enguantada con
un periódico Granma; agentes del orden cayéndole a trompadas a una loca
porque salió a pasearse encuera por la vía pública de Camagüey; crímenes
por venganza o por robo, tan atroces, repugnantes e impresentables como
los de la peor crónica del amarillismo internacional…

En tanto, el asesor de Raúl Castro para asuntos culturales sin
importancia continúa dándonos la muela sobre la banalización de los
contenidos en Internet y sobre la necesidad de construir un socialismo
digital (vaya disparate léxico y sintáctico), para que estos medios
resulten "una herramienta al servicio del desarrollo humano sostenible
del país…".

No sé cuándo Prieto y el resto de la recua de trasnochados salvadores
del socialismo acabarán de enterarse de que el desarrollo humano está en
franca regresión en Cuba desde hace ya varias décadas, y que las bases
de su descalabro datan de 1959, o sea, mucho antes de que las nuevas
tecnologías de la información estuviesen dirigidas, según ellos, a
desproveer a la gente de todo sentido ético, situándoles a merced de los
fetiches de la industria del entretenimiento, idealizada más allá de sus
funciones, egoísta y sometida hasta el delirio.

No es Internet sino su prohibición para el común mortal y su uso
privilegiado por las claques del régimen, no es el acceso a la
información y a la libre expresión, sino su veto a la fuerza, los que
impiden que la cultura ejerza la debida influencia sobre el desarrollo
de nuestra sociedad, permitiéndonos distinguir los reales valores e
impidiendo que la omnipresente y omnipotente política reemplace las
ideas por consignas y la capacidad de reflexión por dogmas embrutecedores.

La frivolidad, el hambre de diversión y la febril preferencia por lo de
afuera, no son en Cuba el resultado de influencias externas, sino una
reacción (humana) ante el hartazgo y la carencia de todo y el gran
aburrimiento que provoca el régimen.

El irrespeto y el desprecio a la vida privada de las personas es ya
sistémica entre nosotros. Meter las narices en las intimidades del
vecino, el amigo, el pariente para luego hacer innoble uso de lo que se
averigua, no es algo que nos enseñaran los avances tecnológicos de
Internet (desconocidos por completo aquí). No fueron los de la prensa
amarilla, sino los del Ministerio del Interior quienes colocaron
micrófonos en la alcoba matrimonial de Oswaldo Payá y su esposa.

Nada desmoraliza tanto a una sociedad como el hecho de que sus
gobernantes aprovechen el poder para enriquecerse y enriquecer a los
parientes y protegidos, mientras obliga a la población a fingir, a
mentir y a robar por la subsistencia.

El gran desprestigio de quienes dirigen y administran, y el uso y abuso
del dominio en lugar de la justa autoridad, han condicionado sin duda la
fractura del orden espiritual en Cuba. El hecho de que los maestros
hayan sido despojados de su credibilidad profesional y convertidos en
autómatas adoctrinadores al servicio del poder, nos dejó con la cabeza
hueca y el alma a la intemperie.

Y ahora, para la completa, andan cosiéndole la cara a un nuevo
Frankestein represivo. Socialismo digital le llaman, graciosamente, con
pretensiones tan antisépticas, antinaturales, locas y aburridas como las
que sólo se necesitan para rodear con alambradas la Internet, no para
que no entren los de afuera (ya que de cualquier modo van a entrar) sino
para que no salgan de su encierro los de adentro.

Source: Con la cabeza hueca y el alma a la intemperie | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/con-la-cabeza-hueca-y-el-alma-a-la-intemperie/

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