Más balseros, el resultado más tangible de los "cambios"
El número de balseros hacia Estados Unidos aumentó un 75% entre 2013 y
2014, de 2.129 a 3.722.
Joan Antoni Guerrero Vall
noviembre 06, 2014
"Comunismo para los comunistas, para el pueblo, vida!". Así de tajante
reza uno de los carteles que sostiene un manifestante que aparece en una
de las fotos tomadas por el reportero Ryszard Kapuściński en el
boulevard Zubovski de Moscú en 1990. La foto es parte integrante de la
muestra El ocaso del imperio, que presenta el recorrido fotográfico que
este emblemático periodista polaco hizo por la URSS, y que se incluye en
un programa de exposiciones especial que en Barcelona rememora este 2014
la caída del muro de Berlín, al cumplirse el 25 aniversario de uno de
los hechos más significativos de la historia actual.
Mientras, aprovechando la efeméride, en medio mundo se analizan los
cambios que ese hecho supuso, desde una pequeña isla, congelada en el
tiempo, llegan noticias sobre proyectos de inversión extranjera,
resonancias esperpénticas de ferias internacionales en las que, al
parecer, se rifan suculentas iniciativas empresariales que, deben pensar
sus oferentes, resultan muy atrayentes para los inversores extranjeros.
Lo cierto es que hoy por hoy invertir en Cuba parece un ejercicio de
riesgo comparable a la proeza del equilibrista de Chicago Nick Wallenda,
que acaba de cruzar la distancia entre dos edificios de gran altura
caminando sin protección por encima de dos cables de acero.
La Feria Internacional de La Habana demuestra que la élite gobernante no
renuncia a formar parte de la economía mundial y que lo quiere hacer
conservando aquello que acostumbra a llamar como "la diferencia" a la
que pide "respeto". El problema es que los gobernantes cubanos pretenden
que el mundo sea muy transigente con su "diferencia", que entre otros
despropósitos incluye el hacer una lectura un tanto particular de los
artículos que se incluyen en la carta fundamental de los derechos
humanos y el seguir además negando la posibilidad de que los ciudadanos
puedan despegarse del oficialismo y entrar por vías alternativas de
organización social y política. En definitiva, la "diferencia" que el
castrismo reclama que se le respete es la que concibe al ciudadano como
un rehén político del Estado.
"Comunismo para los comunistas, para el pueblo, vida!". Así dice el
cartel de ese personaje anónimo de las fotos de Kapuściński y algo
parecido deben pensar los balseros cubanos que cada mes desafían a sus
propios miedos y zarpan desesperados jugándose la vida hacia las costas
de Estados Unidos. Los datos sobre balseros este 2014 parecen haber
hecho saltar todas las alarmas. Y no es para menos. El número de
balseros hacia Estados Unidos aumentó un 75% entre 2013 y 2014, de 2.129
a 3.722, según estimaciones de la guardia costera. Desde 2008 no se
registraban números tan altos, de acuerdo con informaciones periodísticas.
Estas cifras son una constatación en toda regla de que los cambios del
gobierno de Raúl Castro no son lo suficientemente efectivos como para
devolver la esperanza al pueblo cubano. Por eso resulta cada vez más
extraño escuchar a algunos responsables políticos que justifican la
colaboración con el régimen de La Habana en base a esas señales de
mejoría y transformaciones dentro de la Isla. La realidad les responde
con estas dramáticas cifras de personas que se han lanzado al mar, a
pesar de enfrentarse a una posible muerte, para escapar a ese escenario
de capitalismo de Estado. Los resultados más tangibles de la política de
cambios de Raúl Castro es el aumento en la cifra de balseros que huyen
despavoridos del país.
Los representantes políticos que se sientan a hablar con los
funcionarios del régimen (como es el caso de los europeos en plena
discusión sobre la Posición Común) deberían escuchar ante todo a estas
personas, tener antenas en los barrios de La Habana, en el campo cubano,
allí se podría recoger el testimonio directo de la Cuba real y no las
fantasías edulcoradas con informes cocinados por los autores del
desastre cubano. Poco importa lo que cuente Bruno Rodríguez Parrilla o
cualquier otro enviado de La Habana. Aquí la foto que interesa es la que
traiga la gente de las calles, la gente que no pertenece a ningún
partido político ni tiene ninguna parcela de poder en ese país. La gente
que lo único a lo que aspira es a prosperar en su propia tierra, a vivir
en paz y libre.
Source: Más balseros, el resultado más tangible de los "cambios" -
http://www.martinoticias.com/content/mas-balseros-el-resultado-tangible-de-los-cambios/79126.html
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