Thursday, November 27, 2014

Para un dictador no hay nada mejor que otro dictador

Para un dictador no hay nada mejor que otro dictador
Documentos desclasificados por el kirchnerismo muestran nuevas
evidencias de la alianza entre la dictadura cubana y la argentina
GABRIEL C. SALVIA 26 NOV 2014 - 16:51 CET16

El Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la República Argentina
desarrolló un buscador de internet con 5832 documentos y resoluciones
secretas, desclasificadas, realizado por la Comisión de Relevamiento
para la Recuperación de la Memoria Histórica creado mediante un acuerdo
suscripto en 2011 - sin convocatoria pública - por el Canciller Héctor
Timerman con el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), presidido
por Horacio Verbitsky.

El objetivo publicitado fue poner al alcance del usuario documentos de
la Cancillería originados en el período 1976-1983 para hacer público su
funcionamiento, y el de sus funcionarios, durante el último gobierno de
facto, aunque con la velada intención de desacreditar a diplomáticos de
carrera. Pero como consecuencia no deseada de esta iniciativa, la
finalidad de sacar a la luz la política exterior de la dictadura, para
defender su accionar interno en el extranjero, aparecen también algunos
cables sobre Cuba que al kirchnerismo lo deja mal parado.

Como se sabe, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner mantiene una
amistosa relación con el régimen de partido único de Cuba, cuyo gobierno
surgido en 1959 de una revolución armada se mantiene hasta ahora y por
lo tanto le tocó relacionarse con la dictadura militar argentina entre
1976-1983. Y esa relación, entre un régimen comunista en Cuba y una
dictadura supuestamente anticomunista en la Argentina, se convirtió en
una alianza tácita de mutuo beneficio que ya estaba bastante documentada
pero con la desclasificación de estos documentos por parte del
kirchnerismo queda aún más en evidencia.

Hasta ahora, se sabía que Cuba se abstuvo de condenar a la dictadura
militar argentina en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en
Ginebra, que el gobierno de Jorge Rafael Videla le concedió un préstamo
a Fidel Castro que todavía no han pagado, que compartieron el espacio
del Movimiento de No Alineados (NOAL) y que el dictador cubano recibió
con una abrazo al Canciller argentino Nicanor Costa Méndez apoyando la
acción militar en Malvinas iniciada el 2 de abril de 1982. Incluso
trascendió que los exiliados políticos argentinos en Cuba tenían que
viajar a México para expresar opiniones críticas a la dictadura militar.

Un dato significativo de esta alianza fue que Argentina era el principal
proveedor de granos de la Unión Soviética, pero también hubo una
estrategia de la diplomacia de la dictadura militar de tejer todo tipo
de acuerdos para evitar ser denunciada en organismos internacionales.
Así lo reconoció el embajador Gabriel Martínez, representante argentino
en Ginebra durante todo el período militar, al afirmar en una entrevista
"Los cubanos siempre, siempre nos apoyaron, y nosotros los apoyamos a
ellos". Martínez incluso aseguró que a través de Cuba lograba el apoyo
argentino por parte del resto de los países del bloque socialista. Esta
estrategia argentina se diferenció muy claramente del aislamiento
internacional chileno durante la dictadura de Augusto Pinochet e incluso
el NOAL apoyaba al gobierno de Videla en el conflicto limítrofe con
Chile por el canal de Beagle.

A su vez, el Partido Comunista Argentino (PCA) consideraba que Videla
era un militar democratizador, una paloma, y que había que apoyarlo para
evitar que asumieran los sectores más pinochetistas, los halcones. El
PCA incluso criticó al gobierno norteamericano de Jimmy Carter por
denunciar las violaciones a los derechos humanos en la Argentina,
alegando el principio de la no intervención en los asuntos internos de
otros países. Pat Derian, Secretaria de Derechos Humanos de Carter fue
luego condecorada por Cristina Kirchner en Nueva York por su labor de
denuncia y presión a la dictadura militar argentina.

Todo lo anterior era bastante conocido para quien quisiera informarse y
ser consecuente en la defensa de los derechos humanos y las políticas de
Memoria, Verdad y Justicia. Pero ahora con esta desclasificación hay
nuevos elementos para demostrar que para un dictador no hay nada mejor
que otro dictador.

Por ejemplo, varios cables de 1977 dan cuenta de un intercambio de
favores entre ambas dictaduras: Argentina apoyando a Cuba para un cargo
en la Organización Mundial de la Salud y Cuba apoyando la candidatura
argentina al Consejo Económico y Social de la ONU.

Otro cable secreto desde La Habana, del 21 de marzo de 1979, seguramente
será más difícil de digerir para los simpatizantes argentinos de la
dictadura cubana, pues brinda detalles de la invitación de Fidel Castro
a Jorge Videla para asistir a la Sexta Conferencia de No Alineados.

Lo anterior demuestra el pragmatismo de la relación entre ambas
dictaduras, aún sabiendo que Cuba entrenó en la Isla y financió la
guerrilla argentina que fue combatida ilegalmente, primero por el
gobierno constitucional de Isabel Martínez de Perón, y luego por el
régimen militar deteniendo, torturando, matando o desapareciendo a
muchos de los que aspiraban a repetir la "gesta revolucionaria" cubana
en la Argentina.

En definitiva, llama la atención el nivel de hipocresía que tuvieron
ambos gobiernos - en especial el de Cuba, pues dos diplomáticos suyos
desaparecieron en la Argentina en ese período. Asimismo, es penoso el
papel que vienen haciendo en defensa de la dictadura cubana quienes
forman parte del kirchnerismo, entre ellos los que fueron directa o
indirectamente víctimas del terrorismo estatal en la Argentina.

El célebre periodista inglés Robert John Cox, director del diario Buenos
Aires Herald y gran héroe de la libertad de expresión y los derechos
humanos durante la dictadura militar argentina, resumió esta
contradicción mejor que nadie: "Creo que una de las razones que le
permite a Castro seguir reprimiendo al pueblo cubano es consecuencia de
lo que yo llamo 'ceguera ideológica'. Esta enfermedad mental hace que
los seres humanos puedan ignorar aquello que no quieren ver".

Gabriel C. Salvia es Director General del Centro para la Apertura y el
Desarrollo de América Latina (@CADAL). @GabrielSalvia

Source: Para un dictador no hay nada mejor que otro dictador |
Internacional | EL PAÍS -
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