Corrupción y abuso de poder en prisión de Camagüey
[06-11-2014 00:16:30]
Dania Virgen García
Cuba por Dentro. Corresponsal de Misceláneas de Cuba
(www.miscelaneasdecuba.net).-El preso contestatario Julio Ortiz Argudin
dio a conocer la corrupción y el abuso de poder de militares, contra los
presos de la prisión provincial de Canaleta de la provincia de Ciego de
Ávila, y del régimen especial de la 26 más conocida por Kilo 8, en la
provincia de Camagüey.
Al llegar Argudín a la prisión de Canaleta, los presos le revelaron que
el reeducador Alexis Mejías Betancourt, se encuentra detenido bajo
investigación por el Departamento Técnico de Instrucción DTI, de la
provincia, implicado en un delito de cohecho con el preso Israel Laras
Cala, al que le pidió una suma de 200 cup pesos moneda nacional y 35
cuc, moneda convertible, por la venta de una orden numero 41 (beneficio
de media, con condición de mínima). Luego de que el preso le diera el
dinero, el uniformado lo envió para la prisión de Morón de la misma
provincia.
Al llegar el preso Laras Cala al reclusorio, se dio cuenta que había
sido engañado por el uniformado Mejía, y pidió ser entrevistado por la
jefatura de la prisión, para confesar el suceso.
No se sabe si el militar será procesado. Pero no era la primera vez que
este militar negociaba con los presos, la venta de traslados, licencia
extrapenales y las visitas conyugales. Le afirmaron los presos a la fuente.
En la fábrica de PROVARI, de bloques mosaicos y otros materiales para la
construcción de la prisión de régimen especial de Kilo 8, los presos son
ofendidos y denigrados por el jefe civil, Jorge López, quien es un
teniente coronel retirado del MININT. El mismo se niega a suministrarles
los medios de protección física a los presos y si los infortunados
tratan de reclamar, son chantajeados con revocarles la causa. Por eso,
la mayoría temen en reclamar. Son esclavizados trabajando horas y días
sin descanso, por un mísero salario.
Los bloques hechos a manos de a 10 centímetros, se los pagan a 20
centavos moneda nacional. El precio real es de 23.96 centavos, los
postes de electricidad que se funden bajo el sol desde las 8 y 30 de la
mañana hasta las 5 de la tarde, son pagados a 7 pesos en moneda
nacional, luego se venden entre 50 y 60 cuc moneda convertible. Las
losas se las pagan a 6 centavos moneda nacional cada una.
Las losas son de mala calidad, pero se la venden a la población como si
fueran de buena calidad.
El cemento que utilizan para la construcción de las losas, está
contaminado, y es reutilizado del suelo con el aceite y la grasa que cae
de las maquinas, lo ciernen nuevamente, se une con otro poco de cemento
P-350 y confeccionan nuevas lozas de mala calidad, debido a esto la
mayoría se parten.
El almuerzo es un sancocho podrido con arroz duro, pastas de cerdo
acida, media cocinada con sabor a vomito, sopa de pezuñas de res, y un
plátano hervido duro con cascara. Luego de trabajar como esclavos, no
logran comerse la comida, y tienen que continuar trabajando. La merienda
es un vaso de agua con chocolatín y gorgojos que nadan sobre el agua de
tierra y, un pan duro pasado con una pasta acida untada.
Por este menú, los presos tienen que pagar a diario, un peso con 20
centavos moneda nacional.
El capitán García que está al frente de los reos en la fábrica, todos
los días se lleva dos cubos de cemento en una mochila, autorizado por
Jorge López a cambio de que el uniformado García mantenga a los
condenados bajo el yugo de las amenazas y coacciones.
La mochila la lleva un preso diferente todos los días, para que se la
trasladen de la fábrica hasta la entrada de la prisión y así no llame la
atención, haciéndolos cómplices al robo.
El día 27 de septiembre Argudín le comentó al mayor Juan Miguel, Jefe de
la prisión, que debía de tomar medidas con el capitán García que todos
los días salía por la puerta de la prisión con una mochila llena de
cemento. El mayor le contestó que eso no era problemas de él. En ese
instante se encontraba presente el capitán Yamil, Jefe de control penal
de la delegación del MININT de la provincia, el cual dio la misma
respuesta que Miguel.
Días después, el uniformado, Jefe de la prisión, envió a Julio Ortiz a
una celda de castigo y más tarde fue trasladado para la prisión de Canaleta.
El mayor Juan Miguel, fue sancionado a un año de privación de libertad y
rebajado a capitán, por corrupción, cuando trabajaba en la delegación
del MININT de control penal. Al concluir su sanción, a los tres meses de
estar en el régimen de la 26, fue ascendido por segunda vez a mayor.
Source: Corrupción y abuso de poder en prisión de Camagüey - Misceláneas
de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/545aafce3a682e136007a007#.VFuJZ_nF9HE
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