MIGUEL COSSÍO: Alan Gross vivo o muerto: cuenta regresiva
11/07/2014 2:00 PM 11/07/2014 11:41 PM
El portazo de la Casa Blanca esta semana a The New York Times sobre el
caso Alan Gross dejó algunas preguntas flotando: ¿murió o morirá vía
eutanasia asistida la más reciente campaña orquestada en suelo
estadounidense, a favor del levantamiento del embargo y el
restablecimiento de relaciones con Cuba, al menos en lo que resta del
mandato de Barack Obama? A bote pronto la respuesta parecería sí.
La arrolladora victoria electoral republicana atará de manos al
presidente de Estados Unidos a partir de enero, en temas cruciales para
la nación, uno de ellos el de la política exterior. ¿Beneficia o
perjudica a Raúl Castro este giro electoral con la nueva conformación de
un nuevo Congreso?
Obama llegó a la Casa Blanca en el 2009 con una agenda aperturista en lo
que a Cuba toca, influido por la convicción de políticos y poderosos
empresarios, algunos de Miami, de que las cosas con La Habana debían
cambiar unilateralmente, sin importar el inmovilismo tradicional de los
hermanos Castro.
Obama reanudó el envío casi ilimitado de remesas y los viajes de los
cubanoamericanos a la isla, flexibilizó políticas comerciales y reavivó
un conjunto de medidas, entre ellas, el llamado "contacto pueblo a
pueblo" y el servicio del correo directo, todas encaminadas, según su
criterio, a mejorar la relación bilateral. Si no avanzó más no fue
porque no quiso, sino porque se lo impidieron los Castro con el caso
Gross, así como innumerables circunstancias de política doméstica e
internacional y la presión del bloque de legisladores cubanoamericanos
en ambas Cámaras del Congreso. Es innegable que el visto bueno a la
autorización de los ferry y los viajes de los estadounidenses a Cuba,
más el capítulo de las telecomunicaciones, rondó alguna vez por la
Oficina Oval.
Pero pronto Cuba deshojó la agenda obamista. Alan Gross se convirtió en
la pieza de tranque para trabar un mayor acercamiento entre los dos
gobiernos. Las constantes campañas del régimen de La Habana por la
liberación de los espías de la Red Avispa, incluida la oferta a
Washington de canjear a los tres agentes cubanos, aún presos aquí, por
Alan Gross, han sido y son puras pantallas chinas.
La realidad es que Raúl Castro no estaba listo, no lo está hoy, ni
tampoco desea, sentarse a negociar nada de fondo con Estados Unidos. No
mientras respire su hermano Fidel. No mientras no logre "atar y atar
bien", como diría Franco, la sucesión dinástica con que sueña.
Harina de otro costal son los editoriales de The New York Times, tras
los que, supongo, se da una coincidencia de reinterpretaciones
históricas de sectores políticos y poderosos intereses económicos
respecto a lo que debería ser una nueva relación con Cuba, llámense
estos Carlos Slim, Alfy Fanjul u otro empresario cualquiera. ¿Son
viables, realistas, ad hoc las propuestas del Times? ¿O son un solitario
disparo al vacío?
El próximo 3 de diciembre Alan Gross cumplirá cinco años de prisión, la
tercera parte de la condena impuesta por el régimen cubano, que en un
acto de "buena fe" pudiera reabrir el caso y eventualmente liberarlo.
En mayo pasado, cuando cumplió 65 años, Gross dijo que sería su último
aniversario en Cuba y que regresaría a su país vivo o muerto. En estos
meses, Alan inició y suspendió una huelga de hambre. Vio y sintió
deteriorarse sostenidamente su salud en carne y neuronas propias.
Tal vez sea momento para que Raúl Castro medite frente al televisor lo
que significa el atroz espectáculo de manipulación y propaganda que
practica el Estado Islámico con los rehenes occidentales. El general no
querrá sellar su imagen dejando morir a Gross lentamente, a diferencia
de aquellos que son decapitados. El portazo de la Casa Blanca a The New
York Times disparó la cuenta regresiva. Tic tac.
Director de Noticias de SBS.
Twitter: @cossiom
Source: MIGUEL COSSÍO: Alan Gross vivo o muerto: cuenta regresiva | El
Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-cuba/article3647141.html
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