Los descubrimientos de Silvio Rodríguez
junio 23, 2014
Haroldo Dilla Alonso
HAVANA TIMES — Hace unos pocos días el cantante cubano Silvio Rodríguez
indignó a esa muy pequeña parte de la población cubana que tiene acceso
a internet. Ocurrió cuando, tras un recital en un poblado oriental, fue
entrevistado para el portal digital oficialista Cubadebate.
En la entrevista Silvió mostró un cierto tono de desencanto por los
resultados de lo que entrevistado y entrevistador convinieron en llamar
comunismo. Pero sobre todo, confesó algo escalofriante: "He aprendido,
dijo, que la gente está jodida, muy jodida…". Al menos, reiteró "mucho
más jodida de lo que pensaba". Para luego colocar otro descubrimiento
empírico: "tengo una vida mucho más cómoda que la inmensa mayoría de los
cubanos".
Lo singular de la afirmación es que Silvio Rodríguez ha vivido siempre
en Cuba, y lo ha hecho durante los últimos veinte años. Par de décadas
en que la población insular se ha empobrecido hasta niveles pasmosos, en
que su consumo individual se ha reducido y convertido en una hazaña
cotidiana y en que los servicios sociales se han degradado hasta niveles
lamentables. Y es ahora que descubre con asombro que "la gente está
jodida". Debo hacer notar que hace una década el propio Silvio Rodríguez
apoyó públicamente la represión del gobierno cubano contra los "jodidos"
que querían otro sistema de mejores perspectivas, incluyendo el
fusilamiento sin debido proceso de tres jóvenes negros que habían
secuestrado una lancha para emigrar a Estados Unidos.
Las declaraciones de Silvio Rodríguez son un ejemplo de las morbosidades
que se originan desde un sistema en transición incompleta al
capitalismo. Y de los frívolos desencantos de una élite que hace décadas
se imaginó a si misma transformando el mundo para terminar descubriendo
que lo suyo sólo era un burlesque retórico para un público amordazado.
Estas declaraciones públicas despectivas se han hecho frecuentes en la
élite postrevolucionaria, interesada en airear una historia en que ella
aparece como el bebe a conservar y el resto como el agua sucia para
desechar. Hace pocos años, cuando el General/Presidente anunció su
"actualización" económica, no faltaron altos funcionarios miserables que
hablaron de la devastada población cubana como una sociedad mal educada
de pichones-con-el-pico-abierto en espera de las dádivas estatales. Y
hace solo unas semanas conocimos de otro exabrupto –Alfredo Guevara, un
funcionario letrado con vocación de mecenas en sus últimos días-
quejándose de un pueblo que según él, no valía la pena.
Lo que diferencia a Silvio Rodríguez de Guevara, posiblemente porque no
sospecha que el mundo se está muriendo con él (ese vicio tan
intelectual), es que cree que hay que seguir adelante: "donde gran parte
de la población es probable tenga que pasar por una serie de vicisitudes
y trabajos y problemas y carencias que se suman a muchos trabajos,
vicisitudes y carencias que durante tantos años hemos tenido". Es decir,
que Silvio Rodríguez vuelve a convocar a los cubanos al sacrificio.
En realidad Silvio Rodríguez siempre ha estado convocando al sacrificio.
Lo hizo cuando todo empezaba y el era otro cubano común comprometido con
la suerte de su pueblo. Lo que lo hacía auténtico y creíble. Ya no es
parte, ni creíble, pues Silvio Rodríguez es un intelectual orgánico de
una élite, y eso le permite guardar una distancia suficiente (la que
acaba de descubrir) de la lucha cotidiana por la sobrevivencia de esa
gente que, según Silvio Rodríguez, "está jodida, muy jodida". Y que sin
lugar a dudas lo estará más cuando concluya la restauración capitalista
autoritaria que se ensaya. Y aún más distante del viejo trovador que
supo en algún momento cautivar nuestras imaginaciones.
Source: Los descubrimientos de Silvio Rodríguez - Havana Times en
español - http://www.havanatimes.org/sp/?p=96765
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