Sunday, November 04, 2012

En Cuba NO TODOS tienen derecho al estudio

En Cuba NO TODOS tienen derecho al estudio
noviembre 1, 2012
Por Verónica Vega

HAVANA TIMES — Esta afirmación no es un mero gancho periodístico, es la
conclusión derivada por los padres de dos adolescentes después de un
infructuoso diálogo con la actual directora del Municipio de Educación
en la Habana del Este porque a nuestros hijos Kabir y Sebastian, se les
niega día tras día el acceso a su propia escuela.

¿La razón? Que no han aceptado cortarse el pelo según el criterio
estético que les exige la directora del preuniversitario Lázaro Peña, en
Alamar, amparada en una normativa dictada por la actual ministra de
Educación.

Según palabras textuales de Leticia, la directora municipal: "LA
ESTÉTICA ES MÁS IMPORTANTE INCLUSO QUE LA DIGNIDAD" ¡!

Esta fue su respuesta cuando le expresamos que nuestros hijos elegían
ser sinceros y dignos, y no someterse por miedo a un canon machista (y
anticonstitucional) defendiendo su derecho a no ser discriminados ya que
las estudiantes hembras pueden llevar el pelo como les plazca aún usando
el uniforme escolar (obligatorio en Cuba).

El reglamento impone a los estudiantes varones una regla extra: "estar
correctamente pelados y afeitados".

Que el término "correcto" sea relativo y no aparezca en ningún artículo
legal, no parece importar mucho a los funcionarios de Educación, quienes
(según expresó la propia directora del municipio) han recibido vía oral
en reuniones internas la definición concreta de "correcto": el corte
militar, a pesar de que en el documento de marras no se especifica el
largo de centímetros permisible para los pobres varones, a quienes la
naturaleza parece haber provocado un serio daño con el don de que les
crezca el pelo.

Entre los argumentos mencionados por los padres de los adolescentes está
la siguiente cita de la convención de los Derechos del Niño, de la que
Cuba es firmante (sin reservas) desde el año 1991: "Los Estado Partes
adoptarán cuantas medidas sean adecuadas para velar porque la disciplina
escolar se administre de modo compatible con la dignidad humana del niño
y de conformidad con la presente convención".

Y una carta firmada por los cuatro padres con la correspondiente
fundamentación jurídica, que fue también presentada en el Consejo de
Estado y enviada a Cubadebate e incluye: "La Constitución de la
República, en su capítulo VI Igualdad, establece en su artículo 42 que
la discriminación por motivo de raza, color de la piel, sexo, origen
nacional, creencias religiosas y cualquier otra lesiva a la dignidad
humana está proscrita y es sancionada por la ley.

Y en su artículo 43: El Estado consagra el derecho conquistado por la
Revolución de que los ciudadanos, sin distinción de raza, color de la
piel, sexo, creencias religiosas, origen nacional y cualquier otra
lesiva a la dignidad humana: disfrutan de la enseñanza en todas las
instituciones docentes del país, desde la escuela primaria hasta las
universidades, que son las mismas para todos.

Mientras la inercia institucional respalda un prejuicio (ilegal), dos
menores de edad, con deseos de superarse son frustrados en su intención
y en su legítimo derecho. Son humillados públicamente cada mañana en la
misma escuela que obtuvieron oficialmente.

No obstante, la dirección de la escuela por orden del Ministerio de
Educación ha recurrido a la burda maniobra de amenazarlos con ser dados
de baja so pretexto de "ausencias injustificadas", cuando estas
ausencias son responsabilidad directa del centro.

La directora del municipio, quien dijo "estar seriamente preocupada
porque estos niños están perdiendo clases", pidió entrevistarse a solas
con ellos y en ese diálogo les preguntó (e incluso anotó sus respuestas)
qué consideraban más importante: "el estudio o el pelo…"

Ninguna institución tiene autoridad para obligar a un ciudadano a elegir
entre dos derechos fundamentales, en este caso, el estudio o la
igualdad. La situación se agrava por el hecho de que son dos menores de
edad, a quienes este estrés prolongado está causando daños emocionales y
físicos: insomnio, ansiedad, anorexia, trastornos digestivos, inseguridad…

Del presente curso escolar donde debían cursar el grado onceno, no han
podido entrar ni siquiera un día. No conocen su actual aula y se les ha
negado incluso el material de estudio.

La dirección del preuniversitario "Lázaro Peña", que tanto se preocupa
por la uniformidad de las cabezas de sus estudiantes varones,
especialmente cuando hay inspección, y consideran escandalosa la ruptura
de esta "estética" por dos estudiantes de pelo largo, no parecen
percatarse de que es mucho más escandaloso el hecho de privar a dos
menores de edad de su derecho irrestricto al estudio, tan orgullosamente
difundido y aclamado por la Revolución.

Un derecho que no pierden ni siquiera los presos.

Por supuesto que acudiremos a la UNICEF y a cualquier institución o
medio posible para denunciar esta injusticia. Y estamos seguros de que
para nuestros hijos, esta lucha por sus derechos es mucho más educativa
que el dócil e hipócrita acatamiento a una regla sexista que muy pocos
parecemos dispuestos a cuestionar, tal vez apabullados por la convulsión
de la difícil supervivencia.

Pero ¿sobrevivimos? O más bien sobremorimos solidificando los cimientos
de una sociedad ultraconservadora y exclusiva donde jamás disfrutaremos
de "libertad e igualdad plenas" no importa cuánto este concepto de
Revolución de Fidel esté primorosamente enmarcado y colgado en las
paredes de las escuelas y oficinas de Cuba.
—–
Ver el escrito relacionado por Kabir Vega Castellanos

http://www.havanatimes.org/sp/?p=74401

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