Ahora estudian
Lunes, 03 de Septiembre de 2012 00:43
Escrito por Frank Cosme Valdés Quintana
Cuba actualidad, Santos Suárez, La Habana, (PD) A inicios de agosto se
puso en vigor por el Ministerio de Finanzas y Precios de Cuba una
resolución que unificaría los precios de 100 productos básicos en todas
las tiendas de moneda convertible.
Como esta resolución va dirigida a los productos alimenticios y también
a los de aseo personal, se cae de la mata, como la manzana de Newton, la
pregunta: ¿y lo demás qué?
Desde luego la prensa oficial y algún que otro corresponsal extranjero
aplatanado reflejaron la noticia como un paso de avance...al cabo de 10
años.
Después de más de una década de protestas de la población por estos
"atracos a la cara", de quejarse oficialmente ante las Comisiones de
Protección al Consumidor (de las propias tiendas, o de las propias
empresas, donde todo el mundo es..."socio-listo"), es que los burócratas
estudiaron y concibieron esta resolución demasiado tardía.
El común denominador de lo que se entresaca de esta noticia -tanto en la
prensa oficial como la de los aplatanados- es que a los empleados de
estas tiendas en moneda convertible les será difícil poner "multas"
(léase, subir los precios por arriba del oficial, y puestos de común
acuerdo, repartirse la ganancia del gerente para abajo). En cualquier
país del mundo esto es robar, pero aquí inventaron el eufemismo de "multar".
La otra conclusión es que esta ley aumenta el poder adquisitivo del
ciudadano medio, ya que según la lógica de estos estudiosos, ya no
tendría que pagar en exceso. Abiertamente, el insulto a la inteligencia
ya se ha convertido en parte del folklore nacional.
Ha sido un prolongado caso en que estos empleados de tiendas estatales
se han desenvuelto con total impunidad, han maltratado a los clientes,
que son la población en general, han convertido las tiendas en
discotecas con atronadoras e infernales músicas, han demostrado ser
ignorantes hasta de los productos que venden, se han enriquecido robando
y en consecuencia algunos se pavonean y adoptan aires de lores británicos.
Si tan preocupados están ahora por acabar con los corruptos e ineptos,
más de la mitad de estos empleados ya estuvieran en la calle. Tal vez si
estudiaran un poco más, podrían sustituirlos por muchos que se han
quedado sin trabajo, como es el caso de los trabajadores de la industria
azucarera.
Si estudian también la aplicación de estas medidas "en la moneda
nacional" para aumentar el poder adquisitivo del ciudadano -como dicen-,
será mejor que muevan el trasero de las oficinas y se den una vuelta por
las tiendas para que vean los absurdos precios que plantan los gerentes
comerciales a algunos productos, que por la calidad y el material de que
están hechos no se ajustan a los costos.
Este es el país en que se vende el plástico más caro del mundo. No se
puede enumerar en este espacio la cantidad de productos completamente de
plástico que cuestan entre $10 y $65 CUC.
¿Y los efectos electrodomésticos? Los televisores, refrigeradores etc,
los venden como si fuera una producción del año en curso, y muchos
tienen dos ó tres años de fabricados sin que les bajen los precios.
Y qué decir de los contenedores que a veces llegan a las zonas francas
con equipos invendibles en otros países, o la cantidad de "productos con
defectos" (como dicen estos comerciantes), por lo general inservibles,
que también lo venden en tiendas habilitadas al efecto con unos precios
que ya de por sí son verdaderas "multas".
Los aplatanados corresponsales foráneos, conocedores del ambiente cubano
-ellos se lo creen- ya han dejado caer que los cubanos son muy creativos
y que ya encontrarán otras vías para robar. Estos peritos están en el
pueblo y no ven las casas. Hace bastante tiempo que en estas tiendas en
divisas estos empleados también venden por debajo del tapete productos
falsificados. Desde perfumes y desodorantes que a grito pelado vocean
por las calles que compran los frascos los fabricantes clandestinos,
hasta paquetes de café Cubita o Serrano y botellas de Ron todas selladas
y al mismo precio oficial. El asunto de la falsificación de los tabacos
Cohíba fue clásico, hasta que inventaron un súper sello mas seguro que
el de la libra esterlina.
Todos sabemos esto, todos hemos sido víctimas en alguna que otra
ocasión, y a pesar de conocer que no se pueden comprar ciertos productos
en las tiendas de los barrios casi marginales en que vivimos (no así en
Miramar), caemos a veces en la trampa.
Que sigan estudiando, tal vez en algún momento puedan aprobar esa
asignatura llamada economía. Sí, esa que ayuda a desarrollar una nación
a través de sus ciudadanos.
Para Cuba actualidad: glofran263@yahoo.com
http://primaveradigital.org/primavera/economia/51-economia/5087-ahora-estudian.html
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