Las cifras ofensivas del béisbol cubano, ya lo habíamos anticipado, son
un espejismo, y de ello dieron fe este año sus derrotas en los Juegos
Panamericanos de Guadalajara, pero sobre todo en la Copa Mundial de
Panamá, donde el pitcheo de Holanda redujo dos veces a los antillanos.
Raul Arce/ Especial para martinoticias 02 de diciembre de 2011
Que si tres pulgadas más de altura en el box del campeonato cubano de
béisbol, para que los pitchers se impulsen desde una elevación de 15
pulgadas; que si una reglamentación de descanso más flexible, de manera
que esos mismos hombres trabajen más a menudo; estos pasos, en busca de
apaciguar la desbocada ofensiva del torneo anterior, parecen insuficientes.
La L Serie Nacional de Cuba, disputada durante el invierno 2010-2011,
hizo aflorar como nunca antes las deficiencias del pitcheo, con 77
jugadores de 16 equipos bateando por encima de los .300 de average.
Paralelamente, en las Grandes Ligas de EEUU, con 30 equipos en liza,
solo 25 toleteros alcanzaron tan codiciados dígitos.
Para colmo, la temporada 51 de la Isla, recién iniciada el fin de semana
último, "parió" un nuevo participante, y si el pitcheo era escaso para
16 clubes, imagínenlo ahora repartido entre 17.
Pero volvamos a las medidas. Las que se toman con lienzas, a pleno sol,
y no desde el buró de un funcionario.
"En las Series Nacionales, de Pinar del Río a Guantánamo, cada provincia
prepara los terrenos a ojo de buen cubero, y a menudo los hombres que
acondicionan los campos son casi analfabetos", me comentó hace unas
horas, vía telefónica, un entrenador que prefirió no ser identificado.
De ese tema, mi interlocutor guarda algunas anécdotas. "Me gusta
pitchear en este estadio, porque veo el home más cerca", le comentó más
de una vez algún que otro jugador, y a la larga se supo que no todos los
parques preservaban la distancia de 60 pies y seis pulgadas entre el
hombre que suelta la pelota y el que pugna por pegarle con un madero.
A lo largo del último medio siglo se ha detectado igualmente que no
siempre el camino entre bases se extendía a lo largo de 90 pies. Y del
aforo de los estadios, ni hablar: con asientos sin números, y con un
descontrol mayúsculo en los boletos de entrada, la asistencia a cada
juego depende de la apreciación personal del anotador del partido: "pon
25 mil personas", sentencian cada día los score keepers, olímpicamente,
lanzando una mirada hacia el público que pretende ser como de rayo láser.
Pero volvamos a las 15 pulgadas de elevación. En la provincia criolla
donde se consiga alcanzar esa cota, a falta de adecuados materiales de
relleno, un buen aguacero convertirá en polvo –es decir, en fango—los
esfuerzos de los obreros.
Y de los huecos en la caja de bateo podría hacerse un tratado. En cada
terreno, a ambos lados del home, aparecen un par de concavidades, allí
donde el bateador de turno –sea más o menos alto—debe acomodar sus
zapatos para esperar los lanzamientos.
Semejantes baches son inadmisibles en el béisbol de las Mayores, porque
el home es sitio de constantes deslizamientos de los corredores. Un
hueco puede provocar que los spikes se atoren y surjan graves lesiones.
Las cifras ofensivas del béisbol cubano, ya lo habíamos anticipado, son
un espejismo, y de ello dieron fe este año sus derrotas en los Juegos
Panamericanos de Guadalajara, pero sobre todo en la Copa Mundial de
Panamá, donde el pitcheo de Holanda redujo dos veces a los antillanos.
El nuevo torneo de la Isla, con una media de 10.25 carreras anotadas por
juego en los primeros 24 desafíos, parece anunciar otro despiadado
ataque. Y la prensa allá ha recordado que este campeonato es el prólogo
del III Clásico Mundial, en 2013, contra peloteros profesionales.
Con medidas engañosas no se arregla el entuerto. Para que Cuba se
inserte en este nuevo mundo de bolas y strikes, desde hace años sin la
aparición de pretendidos amateurs, será necesario un torneo doméstico
más concentrado en cuanto a calidad, y además competir por el mundo
entero sin miedo a las deserciones.
Unas pulgadas de más de tierra, a merced de la lluvia, solo traerán más
lodo.
http://www.martinoticias.com/noticias/cuba/Las-enganosas-medidas-del-beisbol-cubano-134906068.html
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