Un año después, ex presos buscan salidas en otros países
A pesar de su decisión de abandonar el país, Pablo Pacheco reconoció
que, aunque España sufre una crisis severa, "me han tendido la mano y
esa solidaridad siempre la llevaré en mi corazón"
EFE, Madrid | 12/07/2011
Un año después del comienzo del proceso de acogida en España de más de
un centenar de presos políticos cubanos, algunos de ellos se han
trasladado o preparan su próximo viaje a Estados Unidos y otros países
ante las dificultades para encontrar un empleo.
Desde el 13 de julio de 2010 hasta el 8 de abril de 2011, un total de
115 excarcelados salieron de Cuba —103 a España— gracias al acuerdo
alcanzado entre el régimen castrista y el Gobierno español, con la
mediación de la Iglesia católica cubana.
La mayoría decidió rehacer su vida en pisos o centros de acogida de
distintas ciudades españolas, aunque al carecer de recursos propios y
antes las dificultades para abrirse paso en España, que sufre una grave
crisis económica con casi cinco millones de desempleados, al menos once
de ellos han abandonado el país.
Hasta el momento, y según dijeron a Efe fuentes de la disidencia, nueve
de los ex presos llegados a España viajaron a EEUU, uno a Chile, y otro
a República Checa, mientras que otros tres lo harán esta semana a Miami.
Pablo Pacheco, que volará este viernes a Florida aseguró que estos meses
han sido de "readaptación al mundo real y a la democracia. A un sistema
que no conocía".
"Y le doy muchas gracias a Dios y a España por esta posibilidad, pero he
decidido viajar a Estados Unidos porque en este tiempo no he encontrado
un empleo. Tengo un niño y lo que quiero es trabajar y reconducir mi
vida", dijo.
A pesar de su decisión de abandonar el país, Pacheco reconoció que,
aunque España sufre una crisis severa, "me han tendido la mano y esa
solidaridad siempre la llevaré en mi corazón".
Por el contrario, su compatriota Julio César Gálvez, uno de los primeros
en abandonar La Habana, ha decidido quedarse, no solo por él, sino
"sobre todo" por su hijo de 6 años, "que va al colegio y puede vivir en
libertad y democracia, tener un futuro, desarrollo y aprendizaje".
Gálvez aseguró que "nunca" se ha sentido extranjero en España y que lo
que está viviendo ahora "no lo había ni tan siquiera soñado un año atrás".
"Sin embargo, no puedo olvidarme de todos los que han quedado en Cuba,
en la calle y dentro de las prisiones. Es lamentable que el régimen de
La Habana se llene la boca con los cambios y la apertura, cuando la
realidad es una mayor represión y menos libertades civiles", apuntó.
El periodista cubano Ricardo González, indicó que "es cierto que los
primeros meses en España se dieron situaciones "un poco adversas y de
incomprensión" entre los ex presos y las ONG encargadas de acogerlos.
"Ellos tenían que trabajar con una modalidad diferente de refugiados a
la que no estaban acostumbrados, y nosotros no estábamos acostumbrados a
serlo. Fue una novedad para ambas partes", explicó.
Pero con el paso de tiempo, añadió, "nos dimos cuenta de que nuestras
dificultades eran también la de los españoles y que el protocolo de las
ayudas que recibíamos era diferente al que nos habían explicado en el
aeropuerto de La Habana".
En cuanto a su situación legal, el Gobierno español ha señalado que
concedió el estatus de refugiado político a 53 disidentes o familiares,
y a otros cerca de 400 el de protección subsidiaria, un régimen más
flexible que el de asilo.
Las ONG admiten que la mayor parte de los excarcelados llegó a España
con "unas expectativas muy altas que no se han podido cumplir", una
afirmación que comparte Yuniel Jacomino, presidente de la Plataforma
"Cuba Democracia Ya!".
"Que los hayan sacado de allí era una cuestión humanitaria que
agradecemos, pero entendemos que nunca debieron ser desterrados para
estar en las condiciones en las que están y que no puedan volver a
Cuba", dijo.
Jacomino aludió también a la situación de crisis que vive España como
uno de los factores "que ha hecho más difícil su integración en la
sociedad, y por eso hay quien se ha tenido que ir a EEUU".
Para el presidente de "Cuba Democracia Ya!", el Gobierno cubano "ha
jugado con su desespero, el tiempo que llevaban en la cárcel, la
desinformación y la inestabilidad psicológica de personas que tienen que
enfrentarse a un mundo que desconocen completamente".
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