Esos viajes fueron detenidos el 3 de diciembre tras el arresto de Alan
P. Gross, un subcontratista de la Agencia para el Desarrollo
Internacional de Estados Unidos (USAID).
Redacción CE, Madrid | 09/04/2010
La administración del presidente Barack Obama levantó su prohibición
temporal de viajar a Cuba para entregar ayuda a los grupos disidentes,
en lo que algunos interpretan como un endurecimiento de su posición tras
los recientes abusos a los derechos humanos de La Habana, dijeron
funcionarios el jueves, de acuerdo a una información publicada en la
edición de hoy viernes en El Nuevo Herald.
Esos viajes fueron detenidos el 3 de diciembre tras el arresto de Alan
P. Gross, un subcontratista de la Agencia para el Desarrollo
Internacional de Estados Unidos (USAID) que había llevado equipos de
comunicación por satélite a grupos judíos.
El Departamento de Estado notificó esta semana a las organizaciones que
reciben fondos para los programas de apoyo a los opositores pacíficos
que pueden reanudar sus viajes, dijeron tres funcionarios de grupos que
participan en esos programas, según reporta el diario de Miami.
"Para mí, esto envía una clara señal de que [el gobierno de Obama] no
está de acuerdo con los que está sucediendo en la Isla'', dijo uno de
los funcionarios que, al igual que los otros, solicitó anonimato debido
a la sensibilidad del tema.
Se refirió a la represión contra las Damas de Blanco y a la muerte del
preso político Orlando Zapata tras una prolongada huelga de hambre, lo
cual provocó una reciente condena de Obama.
La noticia de que se podían reanudar los viajes, sin embargo, estuvo
acompañada de una advertencia: no llevar a la isla más dinero o equipos
de lo que se pueda explicar en caso de ser detenido por autoridades cubanas.
Antes del 3 de diciembre, alrededor de una docena de grupos habían
estado enviando de dos a cinco viajeros a Cuba todos los meses para
entregar ayuda "técnica y financiera'' a los activistas, según fuentes
conocedoras de los programas de ayuda.
Un portavoz del Departamento de Estado no respondió llamadas en busca de
comentario pero la administración de Obama ha establecido que favorece
el apoyo a los activistas de la sociedad civil en la Isla.
Los fondos estadounidenses para los programas a favor de la democracia
en Cuba --que sumaron $45 millones en los años fiscales 2009 y 2010-- se
administran a través de una compleja red de organizaciones no
gubernamentales y empresas privadas, que luego organizan la entrega de
computadoras portátiles, radios, libros y medicinas así como dinero en
efectivo y palabras alentadoras a los disidentes y sus familias.
Cuba ha declarado ilegal esta ayuda y califica a los disidentes de
"mercenarios''. El arresto de Gross, un experto en desarrollo de
Potomac, Maryland, que sigue detenido sin cargos, ha agregado
dificultades a estas operaciones.
El 9 y 28 de diciembre, el Departamento de Estado envió mensajes
electrónicos a las organizaciones que reciben fondos, exhortándolas a
dejar de viajar a Cuba. Las organizaciones dijeron haber tomado los
mensajes como una orden y no como una recomendación.
Si embargo, los programas de este tipo todavía afrontan otros
obstáculos, incluyendo una medida tomada el mes pasado por el senador
John Kerry, demócrata por Massachusetts, que esencialmente congeló el
financiamiento hasta que la USAID y el Departamento de Estado respondan
a una serie de preguntas sobre cómo se gasta el dinero.
En el pasado, investigaciones congresionales han descubierto algunos
abusos en los programas, y algunos congresistas alegan que el arresto de
Gross muestra que hay que modificarlos para promover la democracia de
una manera más efectiva y hacerlos menos ''provocadores''.
Tanto la USAID como el Departamento de Estado asignan fondos a
organizaciones no gubernamentales y firmas privadas que, a su vez,
apoyan a los disidentes, periodistas independientes y otros grupos de la
sociedad civil en la isla.
Pero, a fines del 2009, los fondos prácticamente se habían agotado entre
demoras para la asignación de nuevas partidas ocasionadas por problemas
políticos y burocráticos, incluyendo la decisión de la administración de
Obama de revisar algunos programas.
La persona seleccionada por Obama para encabezar la USAID, Rajiv Shah,
sólo tomó posesión en diciembre. En el Departamento de Estado, el
subsecretario de Asuntos Hemisféricos, Arturo Valenzuela, no tomó
posesión hasta noviembre.
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