Reinaldo Cosano Alén, Sindical Press
LA HABANA, Cuba, febrero (www.cubanet.org) - La Habana enfrenta una
situación grave de desabastecimiento de alimentos mientras toneladas de
productos agrícolas se pudren en los campos y en los centros de acopio
que la rodean.
María Ferreiro, de 40 años, reside en Nueva Paz, La Habana, provincia
eminentemente agrícola, y viaja tres veces por semana los 72 kilómetros
que la separan de la capital, para atender a una tía enferma de cáncer.
''Está muy mal, necesita alimentarse y no tenemos familia en los Estados
Unidos que envíe remesas. No hay dinero para comprar en las tiendas de
divisa. Tengo que inventar para llevarle algunas viandas, frutas, queso
blanco y yogurt, caseros, y huevos. Esos artículos se consiguen a buen
precio, en cualquier cantidad en Nueva Paz. El problema es cómo
trasladarlos a La Habana, y no sólo por las dificultades del transporte''.
Ferreiro cuenta que existen muchos puntos de control en su trayecto: 'En
cada puente hay un auto patrullero; en Vega, Nueva Paz, el entronque con
la Carretera Central, San Nicolás, San José, Guiñes. El principal
control está en Pedro Pí, lugar cercano a la capital. Allí detienen los
vehículos, hasta las bicicletas, y al que va a pie, si lleva algún
bulto. Registran y sólo permiten pasar diez libras de vianda y ningún
tipo de carne. Supuestamente, el objetivo de los registros, decomisos y
multas es evitar el tráfico de mercancías fuera del estricto control
estatal, según las ordenanzas oficiales".
''A veces un policía se conmueve y me deja pasar alguna cosita. Da mucha
pena ver cómo se echan a perder viandas, vegetales y frutas con tantas
necesidades que hay. El Estado, con sus controles y burocracia, no logra
abastecer el mercado con la producción estatal y su red de distribución.
En ocasiones el gobierno tiene que alquilar camiones a los particulares
para distribuir la mercancía''.
No está permitido que los agricultores independientes comercialicen su
producción, sólo una pequeña parte. El grueso de la mercancía tiene que
ser vendida obligatoriamente al gobierno, que fija cantidad y precios.
Los agricultores compran al Estado una parte de los insumos que
necesitan para cultivar la tierra.
''Las frutas en la capital cuestan un ojo de la cara, a causa del
bloqueo impuesto por el gobierno- asegura Ferreiro-. Aquí en Nueva Paz
los revendedores las llevan la casa y son baratas, comparadas con el
precio en la capital''.
La Habana tiene dos millones 200 mil habitantes, sin contar la población
flotante y de tránsito, según informe de la Organización Nacional de
Estadísticas (ONE).
La Empresa de Cítricos Ceiba, en la provincia La Habana, una de las
mayores del país, empeñada en el rescate de sus abandonados frutales,
enfrenta el reto de los constantes robos, según informó el periódico
Granma el 5 de febrero. Un trabajador perdió la vida el año pasado al
enfrentarse a los ladrones.
La situación de bloqueo estatal al flujo de alimentos es parecida en
todas las poblaciones de la isla. Su solución es una asignatura
pendiente del pueblo cubano.
Noticias/Cuba El Bloqueo (15 February 2010)
http://www.cubanet.org/CNews/y2010/feb2010/15_C_1.html
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