Monday, October 05, 2009

Obama, Cuba y la política de sillas vacías

Publicado el lunes, 10.05.09
Obama, Cuba y la política de sillas vacías
By ALEJANDRO ARMENGOL

La posposición del concierto de la Filarmónica de Nueva York en Cuba,
debido a los límites que establece la actual legislación norteamericana,
es un buen ejemplo de los obstáculos que enfrenta el gobierno del
presidente Barack Obama para hacer avanzar una agenda que enfatice los
intercambios académicos, culturales y deportivos, así como los contactos
entre los residentes de ambas naciones, por encima de una política de
acciones hostiles en asuntos menores, y de confrontación verbal, que
hasta ahora ha resultado, más que inútil, contraproducente.

El aspecto clave en este sentido es que Washington, y en especial el
ejecutivo norteamericano, debe modificar las actuales regulaciones si
realmente es consecuente con su intención manifiesta de cambiar la
política hacia la isla. De lo contrario, se queda en el terreno de la
hipocresía: sustituye una retórica dura por otra blanda, pero al final
ambas coinciden en el objetivo de la pasividad: dejar que transcurra el
tiempo sin comprometerse en uno u otro sentido.

La Filarmónica de Nueva York decidió posponer las actuaciones que había
anunciado en La Habana para los próximos 31 de octubre y 1 de noviembre,
debido a las restricciones que Estados Unidos aplica por viajar a Cuba.

Pese a que los miembros de la orquesta habían conseguido el permiso
necesario para viajar a la isla, el Departamento del Tesoro no se lo dio
a los patrocinadores de los conciertos, porque no se trata de artistas.
Mediante esta maniobra, la Filarmónica de Nueva York quedó sin el apoyo
económico que implica los elevados costos del desplazamiento, por lo que
se vio obligada a suspender el viaje, cuyos detalles se habían
gestionado en los últimos meses, al grado incluso de que el evento
figuraba en el catálogo de los conciertos de la orquesta. Es común que
en este tipo de gira los mecenas acompañen a la agrupación.

En julio, fuentes de la orquesta dijeron que el proyecto de actuar en
Cuba contaba con el apoyo de Washington, que respaldaba la idea de que
los conciertos ayudaran a ``construir puentes entre ambas naciones'',
según una información de la agencia Efe. Pese a ello, la realización del
evento ha quedado pospuesta.

La persistencia de obstáculos para los encuentros académicos, artísticos
y culturales obedece en gran parte a que dentro del Congreso, y de los
diversos departamentos del gobierno norteamericano, continúan actuando
fuerzas opuestas no sólo a la más mínima apertura hacia el régimen
imperante en Cuba, sino favorables a un aislamiento total de la isla.

Esta política discriminatoria no afecta sólo a los artistas. También los
científicos de Cuba y Estados Unidos son considerados como sujetos que
hay que mantener aislados en sus respectivos laboratorios y centros de
estudio, sin permitírseles la posibilidad del intercambio. A los
especialistas de distintas ramas se les dificulta viajar a La Habana y
durante años las universidades han visto cómo una y otra vez han quedado
vacías las sillas de los invitados de la isla, que no han logrado el
permiso de entrada a Estados Unidos. Y también se han visto vacíos los
asientos de los académicos y profesionales norteamericanos, a los que se
les ha negado el permiso para ir a Cuba.

Aunque la puerta de entrada a este país ya no está completamente
cerrada, como en la época del ex presidente George W. Bush, todavía
persisten las demoras y dificultades.

A ello se suma que al estar colocada Cuba en la lista de países que
apoyan o amparan el terrorismo, a los artistas que viven en la isla se
les dificulta obtener una visa para actuar en Estados Unidos. Desde hace
años no hay indicaciones de que Cuba apoye el terrorismo internacional.
La última versión de la lista al respecto, publicada por el Departamento
de Estado, da la impresión de que el documento quiere especificar que la
permanencia de la isla en la relación obedece al incumplimiento de
algunos puntos específicos, y no de que haya una percepción de que el
gobierno de la isla apoya las actividades terroristas.

i realmente el gobierno de Obama está interesado en un cambio de la
política hacia Cuba, tiene un amplio margen para flexibilizar el embargo
existente, de acuerdo a un informe de la Oficina de Fiscalización
Gubernamental (GAO).

``El Presidente tiene discrecionalidad para flexibilizar más las
restricciones sobre los viajes, las remesas, los regalos y el comercio
con Cuba'', señaló el informe.

Hay una serie de aspectos erróneos, en la actitud equivocada que durante
décadas Washington ha mantenido hacia La Habana, que deben modificarse.
Esto debe ser realizado con independencia de la situación cubana y de
que no se trate de un gobierno democrático. Se trata de una política
obsoleta, que no ha favorecido ni al pueblo cubano ni al norteamericano.
Todo apunta a que por tener otras prioridades, la administración
norteamericana no le está dedicando el tiempo y la atención necesaria a
este cambio. La explicación no la salva de estar cometiendo un grave error.

A la política de Obama hacia Cuba podría ocurrirle lo mismo que al gato
de Cheshire en Alicia en el país de las maravillas: desaparecer
gradualmente hasta quedar sólo la sonrisa, sin dientes y sin boca.

aarmengol@herald.com

ALEJANDRO ARMENGOL: Obama, Cuba y la política de sillas vacías -
Columnas de Opinión sobre Cuba - El Nuevo Herald (5 October 2009)
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/columnas-de-opinion/v-fullstory/story/558787.html

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