José Alberto Álvarez Bravo
LA HABANA, Cuba, agosto (www.cubanet.org) - Yoani Sánchez escribió en su
blog Generación Y, el 24 de agosto de 2007:
"Esta es la historia de un edificio –modelo yugoslavo- que fue
construido en los años 80 por ilusionados microbrigadistas. Estrenaron
sus casas y con ellas un montón de nuevas experiencias que le cuelgan al
hecho de tener un techo propio (muy pocos de la "Generación Y" hemos
experimentado tal sensación). Aquellos constructores improvisados
tuvieron que trabajar entre cuatro y siete años para tener su
apartamento y posteriormente pagar una cuota, que al cabo de veinte
años, les dio la posibilidad de un título de propiedad".
Confieso mi devoción por esta cubana, paradigma de los que sienten la
necesidad de expresar lo que se les antoje. Me gustan sus posts por el
estilo sencillo, directo, y a la vez sabios. Mientras aprendo, disfruto
de su manera de decir las cosas. Su visión de nuestra realidad puede
calificarse de fotográfica. Un solo detalle se le escapó a Yoani en este
párrafo, cuando dice que a los microbrigadistas se les dio la
posibilidad de un título de propiedad.
Consciente de que tantas personas leen sus posts alrededor del mundo,
creo necesario aclararle a quien leyera estas líneas, que esa expresión
suya podría dar una imagen irreal de lo que significa en Cuba un título
de propiedad.
Específicamente, el famoso título de propiedad de la vivienda es otra de
las farsas legales con que las autoridades manipulan la opinión pública.
En nuestro país existe un único propietario: el Estado.
Ningún ciudadano cubano puede disponer de ninguna de sus "propiedades".
Y mucho menos, inmuebles.
El derecho a la propiedad está contemplado en las leyes, pero en Cuba no
tienen validez. Acá abundan las leyes, y lo que más escasea es la
voluntad de observarlas. Hablar de propiedad en nuestro país es una
irreverencia al significado del término.
Cuba: Título de propiedad (4 August 2009)
http://www.cubanet.org/CNews/y09/agosto09/04_C_5.html
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