El desconocimiento de los nuevos ajustes perturba a los cubanos
Las restricciones en el abastecimiento de comida obligan a acelerar los
cambios
04.08.09 -
MILAGROS LÓPEZ DE GUEREÑO
| CORRESPONSAL. LA HABANA
Raúl Castro espera al congreso del Partido Comunista para redefinir la
estrategia
Empresas y dirigentes cubanos comenzaron ayer a desmenuzar en reuniones
el discurso pronunciado -sin concesiones a la improvisación- por Raúl
Castro el sábado. El objetivo es extraer conclusiones sobre la forma de
aplicar su contenido en cada entidad.
Mientras los concienzudos análisis tienen lugar, mucha gente -es
imposible cuantificarla porque no hay encuestas públicas- se debate
entre el temor al advenimiento de mayores estrecheces y la confianza de
que Raúl Castro se centra en fijar los problemas internos y dar
soluciones. Pero cada vez hay más preguntas sobre cuándo se concretará
el cambio que se espera. «Sí, pero están como en el cuento de la Virgen
de Guadalupe, que la gente dice que viva la virgen, pero, después de
tres kilómetros de procesión, uno dice, ¡sí que viva, pero no tan
lejos!», comenta Ángela Inés, educadora de un círculo infantil. La
mujer, de unos 45 años, añade que «está bien tener ideas, pero aquí lo
que hace falta son soluciones. Por ejemplo, hace más de tres años que se
habla del cambio de moneda y no se ha concretado».
Como ella, otros vecinos de La Copa, en el barrio residencial habanero
de Miramar, están que fuman en pipa. No es precisamente porque el
presidente anunció que se avecinan más ajustes -temen los apagones
domésticos-, que el crecimiento anual no pasará del 1,70 % y que los
bueyes sustituirán a los tractores para ahorrar combustible en las
fincas pequeñas.
El disgusto lo provoca el cierre de las tiendas que el pasado día 1
pasaron a ser administradas por TRD, la cadena de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias. Una anciana relataba ayer que, «según una tendera, no
han abierto porque el que tiene que dar la orden está de viaje en
Canadá. ¡Imagínese!».
Y es que son muy pocos quienes pueden permitirse cargar un carro y dejar
150 euros de golpe para un acopio quincenal o semanal. Oficialmente,
nadie de la cadena se ha pronunciado. La gente se queja porque está
molesta. En dos manzanas hay cerradas dos tiendas -una surte también a
mayoristas-. Y cinco calles más lejos el 'mercado de 70', uno de los
mayores de La Habana, lleva cinco jornadas cerrado. Supuestamente, todas
las cadenas asumidas por las TRD debían entregar un inventario
exhaustivo a sus nuevos jefes.
Uno de los asuntos prioritarios para las amas de casa es poner comida en
la mesa a diario, un drama más acuciante durante las vacaciones estivales.
Las medidas de ahorro adoptadas hasta ahora también han dejado más
desempleados y personal sin almuerzos laborales porque la jornada
termina antes de tiempo. El 60% de las cadenas de restaurantes Palmares
han cerrado en aras de la eficiencia. De momento, muchos trabajadores
esperan destino.
La gente está tensa porque Raúl Castro no ha especificado cuáles eran
esas medidas «nada gratas» que se avecinan. En cualquier caso en una
cosa hay consenso entre el general -78 años- y sus ciudadanos: «Cuba no
puede seguir así». De ahí que tengan tanta importancia los pasos que se
den en el futuro. Se espera que muy pronto se convoque la Conferencia
Nacional del Partido Comunista de Cuba (PCC), en la que se elegirá a la
nueva cúpula. De ella podría salir también Fidel Castro, para permanecer
sólo como líder moral.
Las opiniones de los veteranos dirigentes y de los 'jóvenes
comprometidos' que asuman los cargos, junto a las de la sociedad,
contarán para el futuro y crucial congreso del PCC, que deberá dejar
atado y bien atado que Cuba siga siendo socialista mientras la economía
se abre a modelos más racionales. Lo que aún es un misterio es cómo.
El desconocimiento de los nuevos ajustes perturba a los cubanos.
nortecastilla.es (4 August 2009)
http://www.nortecastilla.es/20090804/mundo/desconocimiento-nuevos-ajustes-perturba-20090804.html
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