2008-10-03.
Oscar Espinosa Chepe, Economista y Periodista Independiente
(www.miscelaneasdecuba.net).- A pesar de la propaganda de las
autoridades cubanas acerca del bloqueo comercial norteamericano, los
datos oficiales sobre el intercambio comercial y la realización de
transacciones económicas y financieras prueban lo contrario.
La información contenida en el Anuario Estadístico 2007 indica que
Estados Unidos ya representa el quinto socio comercial de Cuba en el
intercambio de bienes, con un suministro de mercancías por valor de
573,2 millones de dólares ese año, fundamentalmente alimentos, como
maíz, harina y fríjol de soja, arroz, trigo, leche en polvo, pollo
congelado, una gran variedad de conservas y productos panificados.
Además, en años anteriores se han importado partidas de más de 30
millones de dólares en postes de madera para el sistema
electro-energético, y hasta cabezas de ganado vacuno. Este comercio
iniciado en 2001 ha ido creciendo, y se espera que en 2008 pudiera
rebasar ampliamente los 600 millones de dólares para totalizar en el
período 2001-2008 algo más de 3,0 miles de millones, con una clara
tendencia a continuar su engrosamiento.
Ya en el primer cuatrimestre del presente año se habían suscrito
contratos por aproximadamente 255,0 millones de dólares, según
informaciones extraoficiales.
Estados Unidos se ha convertido en el primer suministrador de alimentos
a Cuba en un rango que oscila entre el 35,0-40,0% del conjunto de
alimentos adquiridos en el exterior en el período señalado. Debe
recordarse que a causa de la bancarrota de la producción agropecuaria,
la isla compra en el exterior el 84,0% de la canasta básica, según
informaciones oficiales.
En términos reales, habría que agregar al monto del comercio directo
anteriormente reseñado, las compras que se realizan de bienes
norteamericanos o elaborados por sus subsidiarias en terceros mercados,
lo cual incrementa el peso de los productos de ese país en la economía
cubana a niveles sustancialmente más altos que los señalados en las
estadísticas.
Es cierto que hasta el momento existen muchas barreras impuestas al
comercio con Cuba por parte de Estados Unidos. No pueden ser comprados
productos de la isla; las ventas autorizadas sólo incluyen alimentos y
medicinas; está prohibido el otorgamiento de créditos, lo cual obliga el
pago al contado de los artículos adquiridos; la transportación debe
efectuarse en barcos no cubanos; los empresarios norteamericanos no
pueden invertir en el país; y los contactos entre los hombres de
negocios de ambas naciones tienen múltiples restricciones.
No obstante, hay que indicar que la prohibición de comprar productos
cubanos tiene relativa poca importancia hoy, pues Cuba no posee
capacidad de exportación, con excepción de pequeñas cantidades de
tabaco, ron y algunas conservas, ya que el níquel, principal producto de
exportación, está muy comprometido en negocios con Canadá y otros
países. El único rubro que sí elevaría sustancialmente las posibilidades
cubanas sería la recepción de turistas estadounidenses, actividad
prohibida hasta el momento por las leyes norteamericanas.
En cuanto al financiamiento, Cuba ha seguido la práctica de conseguir
créditos a corto plazo en terceros países, básicamente europeos, para
financiar las compras, lo cual encarece las operaciones pero los ahorros
por costos inferiores en la transportación de los productos, y la
calidad y seriedad de las transacciones con las empresas norteamericanas
compensan las dificultades.
Resulta evidente que en caso de existir alguna flexibilización en los
mecanismos comerciales por parte de Estados Unidos, el intercambio se
fortalecería extraordinariamente, a pesar del escaso poder de compra de
las empresas importadoras cubanas.
Al intercambio de bienes habría que sumar otras operaciones realizadas
actualmente con el vecino país, que le confieren aún más importancia a
los actuales vínculos. En esto se incluye el envío de remesas a Cuba,
que alcanza aproximadamente el 90,0% del total recibido por la población
cubana, ascendente a una cifra aproximada de mil millones de dólares.
Uno de los principales ingresos nacionales hasta el presente, que a
diferencia de los provenientes del turismo tiene beneficios netos
considerablemente altos.
Además, habría que añadir la colaboración en la esfera de las
telecomunicaciones, fundamentalmente la telefonía, donde Estados Unidos
ocupa el primer lugar. A pesar de desconocerse el monto exacto de las
operaciones, resulta evidente la importancia estratégica de esta
cooperación para la economía en su conjunto, así como su positivo
impacto financiero por los exagerados precios en divisas impuestos a los
servicios prestados por las entidades cubanas, varias veces más altos
que los ofertados internacionalmente, gracias al monopolio absoluto del
mercado nacional.
Por otra parte, para tener un cuadro más aproximado de las relaciones
con Estados Unidos tendría que considerarse también la abrumadora
influencia de la industria del entretenimiento norteamericana en los
medios cubanos, aunque sin mediar transacciones comerciales y Estados
Unidos…
financieras. Sin exageración alguna puede afirmarse que nunca antes de
1959, hubo una presencia tan fuerte en la televisión y la radio de
programas, espectáculos y filmes provenientes del vecino del norte.
Esto no se habría permitido por los sindicatos de actores cubanos en
aquella época, cuando Cuba estaba "sometida" al imperialismo yanqui…
En adición, la influencia de la música norteamericana y puertorriqueña
es enorme, convirtiéndose en una paradoja que Cuba, una notable
exportadora de melodías al mundo entero en el pasado, se haya
transformado en gran importadora de ritmos foráneos.
Como se puede apreciar, aunque la retórica oficial es altamente agresiva
hacia Estados Unidos, en la práctica la crisis nacional provocada por
tantos años de aplicación de un sistema disfuncional y la inepta
conducción del país, lleva hacia el incremento de la dependencia
respecto a ese país.
Parece una ironía del destino, pero las "hipernacionalistas" autoridades
cubanas podrían pasar a la historia con sus egoístas ansias de poder
absoluto, como quienes más contribuyeron a hacer dependiente a Cuba, no
sólo en el pasado respecto de la Unión Soviética, y más recientemente de
Venezuela, sino en el futuro de Estados Unidos.
La Habana, 3 de septiembre de 2008.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=17443
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