Friday, April 25, 2008

Los comités de desarrollo comunitario, un modelo de terror en Cuba

Panamá, viernes 25 de abril de 2008


HIJOS DEL ESTADO.
Los comités de desarrollo comunitario, un modelo de terror en Cuba
Priscilla Cooban C.
opinion@prensa.com

El proyecto No. 371 de Ley de Protección al Menor del Ministerio de
Desarrollo Social, entre una de sus propuestas, pretende crear la figura
de los comités de desarrollo comunitario (CDC). Estos comités estarían
conformados por personas desde los 14 años de edad, y se le otorgarían
un número importante de derechos y potestades, hasta ahora exclusivas de
la administración de justicia, en contrariedad a lo planteado por la
Constitución Nacional, que define claramente quiénes son los
responsables en este tema.

Estos "CDC", tienen entre muchas otras, la facultad para tomar a su
arbitrio medidas "sociales", cuya "enumeración no es taxativa" y que "se
podrán aplicar otras medidas sociales de protección si la naturaleza de
la situación la hace idónea a la preservación o restitución del derecho"
(artículo 196), y que estas medidas proceden cuando –a criterio del
comité– "existe violación de derecho de los niños, niñas y adolescentes,
ya sea por abuso, amenaza u omisión" (artículo 198). Sus facultades
incluyen, entre otras, la potestad de decretar directamente "la
separación del medio familiar" (artículo 153), etc.

¿En qué estamos pensando? Me aterra ver cómo cada día mantenemos una
relación enamoradora con estas ideologías socialistas–terroristas. Y
digo esto porque los CDC no son temas nuevos en países como Cuba y
Venezuela, entre otros. En estos países los comités se han constituido
vendiendo una imagen como la que presenta esta nueva Ley No. 371, cuando
la experiencia advierte que se han convertido en entes para reprimir al
pueblo y son el vehículo mediante el cual estos Estados han inculcado
políticas a los niños y jóvenes, en contra de las familias, convirtiendo
a la juventud en hijos del Estado y no de sus padres.

Buscando información en la web pude encontrar la descripción que le da
Wikipedia a estos comités, es la siguiente: "El Comité de Defensa de la
Revolución es una organización no gubernamental (ONG) de masas, a la que
es posible pertenecer a partir de los 14 años de edad y a la que
pertenecen más de 8 millones de cederistas, el 94.3% de la población
cubana con al menos 14 años.

Como organización independiente del Estado, realiza actividades propias,
pero comparte el objetivo máximo de la Revolución. Sus actividades son
todas las derivadas de un pueblo participativo, cooperativo e instruido,
como pueden ser la defensa de los logros de la revolución, el
mantenimiento de edificios, limpieza de calles, la separación de los
residuos para su reciclaje, la activación de los mecanismos para el
ahorro energético, patrullajes nocturnos de vigilancia... Todo ello
desde la base del trabajo voluntario y solidario.

Su estructura también es centralista, cada cuadra tiene su propio comité
y los presidentes de la cuadra conforman el del barrio de ellos, el de
la provincia y el nacional. "En cada cuadra un comité, en cada barrio
revolución. Cuadra por barrio, barrio por pueblo, país en lucha,
revolución". Esto es en teoría.

Ahora, como pude comprobar en una entrevista realizada con exiliados
cubanos en Miami, que han vivido el embate de la "revolución", la
historia es otra.

Son incontables las historias de represión y agresión que se han dado.
Cuenta María Lilia Arrue, quien estuvo casada con un alto comandante de
la revolución, que al momento de solicitar la salida de ella, sus padres
y sus dos hijos de Cuba, los ataques contra su casa y su familia no
cesaron. En las anécdotas contadas sobre los 11 actos de repudio en su
contra, lo más increíble era que con la escasez de alimentos que había
en Cuba, incluyeran tiraderas de huevos. Según nos cuenta, los gritos de
improperios por parte de estos grupos organizados afuera de su casa eran
insoportables, entre los cuales no podían faltar epítetos como:
"gusanos, escoria y traidores".

El terrorismo de los comités de barrio en Cuba, se realiza mediante
actos vandálicos dirigidos a aterrorizar a la familia y toman como
objetivo a cualquiera de sus miembros, sin importar siquiera si se trata
de ancianos enfermos e indefensos. Así fue el caso del ataque a la casa
de familiares de un conocido opositor al Gobierno cubano, Oswaldo Payá,
en el año 2007.

Al perseguir un objetivo concreto estos comités de barrio se dedican a
vigilar a las familias día y noche como elementos de la seguridad del
Estado y como delatores que se prestan para este fin. Usualmente en los
alrededores de las casas de sus víctimas, colocan carteles ofensivos en
acciones para intimidar y provocar a las familias que actúen de forma
contraria a los objetivos del Gobierno.

Y eso no es todo. Volviendo a la nueva propuesta de Ley No. 371, estos
CDC pueden "devengaremolumentos, en la medida en que el municipio tenga
recursos asignados para esta función" y, en todo caso, "recibirán gastos
de alimentación y transporte" (artículo 151); Quiere decir que ahora se
oficializarán más "botellas" y se intensificará la politiquería barata
de colocación laboral, utilizando los fondos municipales.

Definitivamente es tiempo de que como ciudadanos responsables, abramos
los ojos y prestemos más atención a lo que ocurre en nuestro entorno,
para evitar que en el día de mañana en uno de esos acostumbrados
"madrugonazos" de nuestra distinguida Asamblea Nacional, se instituya
esta nueva ley, convirtiendo a nuestros hijos, en hijos del Estado y
destruyendo el núcleo más elemental de la sociedad, que es la familia.

La autora es abogada

http://www.prensa.com/hoy/opinion/1331768.html

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