Monday, April 07, 2008

HASTA QUE NO SE REMUEVAN LAS BASES DEL TOTALITARISMO, NO HABRÁ APERTURA REAL EN CUBA

HASTA QUE NO SE REMUEVAN LAS BASES DEL TOTALITARISMO, NO HABRÁ APERTURA
REAL EN CUBA
2008-04-06.
Osvaldo Alfonso Valdés, Ex Prisionero de Conciencia de la Causa de los
75 y Analista Político de Misceláneas de Cuba

Raúl Castro ya ha dado las primeras migajas, que aquellos que quieren
ver lo que no es, se empeñan en llamar "reformas" y "apertura". Las
recientes medidas que el nuevo dictador de Cuba ha tomado, han causado
toda suerte de comentarios en los medios de prensa internacionales y han
sido muy publicitadas.

Pareciera que ya se piensa en gran parte del mundo que, luego de 50 años
de comunismo, los cubanos hemos cambiado nuestra condición humana y nos
debemos conformar con cualquier cosa que nos den. Es la misma lógica que
se emplea en muchas partes, incluida Europa, para considerar y hasta
afirmar que aunque en nuestro país no hay democracia ni libertades, los
cubanos nos gusta vivir así y somos un pueblo para el que lo más
importante es ser "la primera trinchera del antiimperialismo".

Mas todo es una gran burla; el régimen está haciendo precisamente todo
lo que puede para que no cambie nada: están poniendo en práctica la
política que mejor les acomoda en estos momentos.

Y como siempre que se trata de preservar el poder y manipular, lo están
haciendo bien. Muchos han mordido el anzuelo, y se pueden leer en los
titulares de los periódicos ante cada nueva olla o microonda que se
pudiera comprar, que "las reformas continúan en Cuba".

Todo se trata de propaganda hacia el exterior y de entretener a los
cubanos con miserables migajas que en nada mejoran su vida. Los cubanos
de la isla saben muy bien que la corrupción en Cuba es generalizada, y
que todos esos equipos eléctricos y electrónicos que ahora legalmente se
pueden adquirir, desde hace mucho han estado abiertamente accesibles en
el mercado negro.

Hace 2 años y 6 meses que salí de Cuba, y recuerdo muy bien lo común que
era pasar, por ejemplo, frente al supermercado de Carlos III y que un
enjambre de vendedores del mercado negro con la mayor naturalidad se
acercara a ofrecerte un microondas, un equipo de DVD o cualquier cosa.
Lo mismo era con los móviles, que aunque sea para hacerlos sonar y
mostrar un "estatus" superior, son llevados por ciertos ciudadanos.

Claro está, la oposición en la isla y fuera de ella, con mucha justicia
ha denunciado siempre la discriminación hacia los propios ciudadanos que
han significado que tener un móvil u hospedarse en un hotel, sean
privilegios de extranjeros. Pero eso que ahora aparentemente ha sido
superado, no es la causa de los males sino la consecuencia.

¿De qué vale el que sea ahora legal que cualquier cubano tenga derecho a
hospedarse en un hotel, si la posibilidad real de hacerlo no le esta
permitida a la inmensa mayoría de los ciudadanos? ¿De qué reforma puede
hablarse si una noche en cualquiera de esos sitios equivalen a meses de
trabajo de cualquier profesional por no hablar de un obrero?

En Cuba no ha cambiado nada; los mismos pocos privilegiados que podían
darse el lujo de tener un móvil, un microondas, serán los únicos que los
seguirán haciendo….. como hasta ahora.

Otra cosa sería, por ejemplo, si el Gobierno dejara de perseguir y
prohibir la tenencia de antenas parabólicas para captar señales de
televisión extranjera. Es más, deberían como en cualquier parte del
mundo, permitirlo abiertamente.

Esa sería una medida muy popular y de mayor alcance y más incidencia en
la sociedad, pues el pueblo tendría en mayor escala acceso a otras
fuentes de información, a pesar de que solo sería un pequeño paso en
dirección a una apertura en el terreno de las libertades, en este caso
en lo referente al libre acceso a la información.

Pero no parece que eso lo harán; al contrario, continúa la persecución
de la policía contra quienes tiene acceso a ellas. No lo hacen porque no
les interesa dar beneficios al pueblo que afecten en lo más mínimo el
control y el poder del régimen sobre la población.

¿Cómo puede hablarse de reformas en un país con una dictadura comunista
de 50 años, sin que en el terreno político se haya producido el más
mínimo avance? Las cárceles siguen llenas de presos políticos, la
represión contra el pacífico movimiento democrático continúa, el régimen
sigue llamando traidores a quienes piden las verdaderas reformas y la
auténtica apertura, el discurso "revolucionario" sigue siendo el mismo,
los trabajadores siguen sin derechos laborales, los salarios son tan
miserables como siempre. ¿Qué ha cambiado? ¡Nada!

Este es el momento no de bajar las presiones contra la dictadura, sino
de mantenerlas y aumentarlas. Concederle crédito a sus migajas es
hacerle el juego, es darle lo que quieren sin que ellos den los pasos
que realmente deben dar para que la situación del pueblo cubano mejore y
esos pasos, todos, son incompatibles con el modelo de régimen
totalitario que la dictadura castrista se resiste a modificar.

Sin remover las bases del totalitarismo no podrá haber una real apertura
en Cuba, ni en lo económico, ni en lo político ni en lo social. La
población quiere cambios, y los exigirá más cuando en muy corto plazo
todos vean que con microondas, móviles, y computadoras sin Internet nada
ha cambiado y la vida miserable y la represión siguen siendo las mismas.

Quienes luchan por la democracia en la isla, en su gran mayoría no se
han dejado engañar. La oposición interna lo ha dicho y no se puede dejar
de tener en cuenta a aquellos que ya cada vez son más, y llevan ya
muchos años luchando pacíficamente por la verdadera libertad y el
verdadero progreso en la isla. No es el momento de dejar de denunciar en
toda tribuna al Gobierno cubano como lo que siempre ha sido, un régimen
dictatorial y violador de los derechos humanos de sus ciudadanos.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=14747

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