2007-11-18. USINFO.STATE.GOV, http://usinfo.state.gov/
07 noviembre 2007. Con frecuencia, operativos de la inteligencia cubana
son erróneamente denominados presos políticos. Los llamados "Los Cinco"
de Cuba son agentes y funcionarios del servicio de la inteligencia
exterior de Cuba, hallados culpables en 2001 de cometer delitos en
Estados Unidos, como parte de un grupo de espías que la inteligencia
cubana llamaba la "Red Avispa".
La propaganda cubana describe a "los Cinco" como víctimas de la
injusticia estadounidense, que simplemente se dedicaban a recopilar
información pública sobre organizaciones no gubernamentales de Estados
Unidos hostiles a Cuba. Los hechos demuestran una historia muy diferente.
En septiembre de 1988, diez miembros de la Red Avispa, incluidos "los
Cinco", fueron arrestados y acusados de delitos según la ley de Estados
Unidos en relación con sus actividades encubiertas en Estados Unidos al
servicio de la Dirección General de Inteligencia (DGI) de Cuba. Cinco de
los diez acusados se declararon culpables, mientras que "los Cinco"
rechazaron los cargos.
Tres de "los cinco" vivían en Estados Unidos con identidades falsas, con
documentos de identidad fraudulentos y tenían instrucciones explícitas
de escape, provistas por la Dirección General de Inteligencia de Cuba,
inclusive identidades y documentación falsa de reserva.
El juicio abierto y público de siete meses de duración estableció
categóricamente que tres de ellos (Gerardo Hernández y los dos
individuos que ahora afirman que sus verdaderas identidades son Ramón
Labaniño y Fernando González) eran "funcionarios ilegales" de la DGI de
Cuba.
Los tres eran oficiales de carrera en inteligencia que llegaron a
Estados Unidos bajo identidades falsas, utilizando documentación
fraudulenta y con "leyendas" -- historias elaboradas y falsas de vidas
adscritas a esas identidades. Vivieron en Estados Unidos realizando
secretamente las operaciones de la DGI mientras pretendían ser
ciudadanos comunes de Estados Unidos.
Estos tres "funcionarios ilegales" supervisaban las tareas encubiertas
de otros agentes de la DGI basados en Estados Unidos, entre ellos los
otros dos miembros de "los Cinco", Antonio Guerrero y René González, que
son ciudadanos de Estados Unidos.
Durante el juicio los fiscales federales de Estados Unidos presentaron
más de 1.200 páginas de comunicaciones e informes detallados
intercambiados entre la DGI y "los Cinco", que fueron encontrados en sus
computadoras, y descifrados en cumplimiento de la orden de los
tribunales de Estados Unidos.
Esas instrucciones incluían órdenes de infiltrar instalaciones
militares, agencias del gobierno, incluida la Agencia Federal de
Investigaciones (FBI), una campaña electoral legislativa, grupos
políticos nacionales y otros grupos no gubernamentales. Entre las
instrucciones también había órdenes detalladas sobre medidas para
hostigar y desprestigiar a algunos de esos grupos.
En el juicio, la defensa no negó el servicio encubierto de "los Cinco" a
la DGI, sino que trató de describir su conducta como una de combate al
terrorismo y de proteger a Cuba de los "contrarrevolucionarios"
radicados en Miami. Casi tres meses, de los siete que duró el juicio,
fueron dedicados a la presentación de pruebas por parte de la defensa.
El jurado rechazó los argumentos de la defensa e inculpó a los
procesados en cada una de las acusaciones que se les hicieron.
Dos de los tres "funcionarios ilegales" y un agente basado en Estados
Unidos (Gerardo Hernández, Antonio Guerrero y el individuo que afirmaba
ser Ramón Labaniño) fueron encontrados culpables de espionaje contra
Estados Unidos. Uno de los "funcionarios ilegales (Gerardo Hernández)
fue encontrado culpable de asociación ilícita para cometer asesinato en
primer grado por su desempeño en relación con el derribamiento, ocurrido
el 24 de febrero de 1996, de dos aeronaves civiles y desarmadas en el
espacio aéreo internacional, por aviones de caza de la Fuerza Aérea de
Cuba, que resultó en la muerte de cuatro personas, tres de ellas
ciudadanos de Estados Unidos. Cada uno de "los Cinco" fueron hallados
culpables de asociación ilicita para actuar en Estados Unidos como
agentes de un gobierno extranjero sin previa notificación al secretario
de Justicia, y de defraudar a Estados Unidos. Sus sentencias oscilaron
entre los 15 años de prisión y prisión perpetua.
"Los Cinco" cumplen actualmente sus sentencias en prisiones federales.
Están presos junto con los reos comunes y tienen todos los mismos
privilegios disponibles a éstos. Se les permite las visitas de
familiares, funcionarios del Gobierno cubano y sus abogados. Han
recibido muchas y prolongadas visitas de miembros de sus familias, a
quienes el gobierno de Estados Unidos ha concedido más de 60 visas, y de
funcionarios del gobierno cubano.
De conformidad con el derecho estadounidense a protegerse de espías
encubiertos, el gobierno de Estados Unidos no ha concedido visas a las
esposas de dos de los prisioneros. Una de ellas fue miembro de la Red
Avispa, y fue deportada por participar en actividades relacionadas con
espionaje y no es elegible para regresar a Estados Unidos. La otra
esposa fue candidata a formación de espía por la DGI radicada en Estados
Unidos, cuando las autoridades estadounidenses rompieron la red.
OPERACIONES DE "LOS CINCO"
Los documentos presentados por el gobierno de Estados Unidos para la
causa judicial describen las distintas operaciones planeadas por la DGI
en Cuba, tal como se probaron en el juicio, y a continuación figuran
algunas de ellas.
La DGI envió a Miami a Ramón Labaniño para dirigir los esfuerzos
tendientes a infiltrar el Comando Sur del ejército de Estados Unidos
(SouthCom), que tiene su sede en Miami. En octubre de 1997, Labaniño
informó a dos agentes de la Red Avispa, que luego se declararon
culpables, que la más alta prioridad de la DGI era infiltrar a SouthCom.
Labaniño los exhortó a "HACER USO DE TODOS LOS MEDIOS POSIBLES PARA
PENETRAR ESE OBJETIVO. EN ESTE MOMENTO ÉSTA ES LA TAREA NÚMERO UNO DE LA
DGI Y DE NUESTRO PAÍS...". [La DGI exigía que los informes fueran
escritos en letras mayúsculas para facilitar los análisis posteriores de
los archivos microfilmados]. Esa operación era conocida como Operación
Surco.
La meta de otra operación de la Red Avispa, Operación Aeropuerto, era
infiltrar la Estación Aérea Naval (NAS), en Key West, Florida, la cual
es la instalación militar estadounidense más cercana a Cuba. Antonio
Guerrero, agente de la DGI, logró penetrar la instalación militar,
mediante un puesto de trabajo en su sección de obras públicas desde 1993.
Sus evaluaciones anuales en la DGI revelan que envió 107 informes entre
1996-1997, 104 entre 1995 y 1996 y 184 entre 1994 y 1995. En ellos
informó sobre la cantidad y tipo de aviones que aterrizaban y despegaban
de la base, la actividad y ejercicios de las tropas, las nuevas
instalaciones para comunicaciones, las frecuencias locales de radio, los
procedimientos para la seguridad física y el personal de la NAS
susceptible de ser reclutado como espía y otros temas de interés para la
inteligencia cubana.
La DGI también tenía proyectado el que dos agentes de la Red Avispa
infiltraran la campaña para la reelección del congresista de Estados
Unidos Lincoln Díaz-Balart y que enviaran información perjudicial con el
fin de desprestigiar, hostigar o neutralizar a los miembros del Congreso
de origen cubano estadounidense.
Los funcionarios ilegales de la DGI con sede en Miami fueron
responsables de operativos contra Hermanos al Rescate, una organización
no gubernamental estadounidense. Hermanos al Rescate fue creada en 1991
con el fin de brindar ayuda a los cubanos rescatados de balsas
provenientes de la isla. Se servían de pequeñas avionetas para la
búsqueda y rescate de dichos cubanos que empleaban esas balsas. En enero
de 1996, Hermanos al Rescate lanzo panfletos en espacio aéreo
internacional, los cuales fueron llevados por los vientos hasta Cuba.
Los panfletos citaban la Declaración Universal de los Derechos Humanos
de las Naciones Unidas y exhortaban a los cubanos a luchar por sus derechos.
También en enero de 1996, la DGI inició la Operación Escorpión contra
Hermanos al Rescate, utilizando al funcionario ilegal Hernández, quien
dio órdenes a René González y a José Pablo Roque, otro miembro de la Red
Avispa.
El 18 de febrero de 1996, la DGI envió un mensaje radial cifrado de
parte del jefe de la DGI que ordenaba que bajo ninguna circunstancia
González o Roque debían volar en las avionetas de Hermanos al Rescate
entre el 24 y el 27 de febrero. Previamente, la DGI había enviado
instrucciones secretas y cifradas con frases especificas que González y
Roque debían emplear en las comunicaciones de radio de Hermanos al
Rescate, en el supuesto que no pudieran evadir pedidos de último minuto
para salir en un vuelo de Hermanos al Rescate.
El 24 de febrero de 1996, tres aviones de Hermanos al Rescate se
encontraban volando sobre el estrecho de la Florida cuando, poco después
de que cruzaron el paralelo 24, hacia el espacio internacional dentro de
la Región de Información de Vuelos de La Habana, dos aviones militares
de combate MIG cubanos alzaron vuelo.
Éstos, siguiendo las instrucciones desde el comando en tierra,
persiguieron y derribaron dos avionetas de Hermanos al Rescate,
resultando en la muerte de los cuatro hombres a bordo. Ambas aeronaves
de Hermanos al Rescate, las cuales eran pequeñas avionetas civiles sin
armas, se encontraban volando en espacio aéreo internacional y se
alejaban de Cuba cuando fueron derribadas. Ninguna de las dos había
entrado en espacio aéreo cubano. El tercer avión, piloteado por José
Basulto, el fundador de Hermanos al Rescate, pudo escapar.
Poco después de dicho derribamiento, el agente de la DGI Roque realizó
una conferencia de prensa en La Habana. Haciéndose pasar por un miembro
desilusionado de Hermanos al Rescate, denunció a la organización.
En julio de 1996, por votación de 13 votos a favor y cero en contra, el
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas condenó a Cuba por este
derribamiento de los dos aviones civiles. Una investigación de la
Autoridad Internacional de Aviación Civil concluyó que ambas aeronaves
estaban sobre aguas internacionales al momento de ser derribadas.
El Servicio Noticioso desde Washington es un producto de la Oficina de
Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de
Estados Unidos. Sitio en la Web: http//usinfo.state.gov/esp).
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=12661
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