2007-11-07.
Asdrubal Caner-Camejo
"Pocos temas han sido un desafío para este departamento- y nuestra
nación- durante más tiempo que la situación en Cuba. Ha transcurrido
casi medio siglo desde que el régimen de Cuba ordenó que los
diplomáticos estadounidenses evacuaran nuestra embajada en La Habana.
Ésa fue la ruptura decisiva de nuestras relaciones diplomáticas con la
isla, una señal preocupante sobre el futuro del pueblo cubano y el
inicio de una era nefasta entre nuestros dos países. En este edificio,
el Presidente John F. Kennedy habló sobre el embargo económico de
Estados Unidos contra la dictadura de Cuba. Y fue aquí que anunció el
fin de la crisis de misiles que casi hizo que el mundo se precipitara a
una guerra nuclear."
Así comenzó su discurso sobre Cuba el Presidente de los EE:UU George W.
Bush, que ha suscitado diversas reacciones en los medios cubanos, tanto
de la isla como del exilio.
He planteado en algún otro artículo la necesidad de desamericanizar el
conflicto de nuestro país, porque el régimen totalitario lo utiliza con
toda eficiencia, para presentar la decapitación de las libertades y la
miseria generalizada, como resultado de "una guerra con los EE:UU". Le
da la posibilidad de presentarse como el David bíblico, cuando en
realidad se trata de un conflicto interno entre el bunker totalitario y
la sociedad cubana.
Pero el Presidente Bush tocó, como nunca antes, los temas de derechos
humanos y de la situación de los presos políticos en la isla, ofreciendo
un apoyo extraordinario para la lucha del movimiento opositor y
disidente, en estos momentos de extrema represión contra ellos.
Para nadie es un secreto que, frente a la indiferencia internacional
sobre los desmanes de la dictadura contra la sociedad cubana, ha sido el
gobierno de los EE:UU el principal soporte para nuestra lucha.
Los EE:UU han recibido, en el curso de casi medio siglo, a más de un
millón de cubanos, la mayor comunidad cubana en el exterior. Frente al
estrepitoso fracaso económico, político, ético y social de la dictadura
comunista, ellos y sus descendientes, muestran con sus logros económicos
y sociales, lo que puede hacer nuestro pueblo, en condiciones de
democracia y libertad.
Es el país que más ayuda envía a Cuba, con $272 millones sólo este año y
es uno de los socios comerciales más importantes de la isla, sobre todo
de alimentos, a pesar de lo que diga el gobierno sobre el embargo.
La hipocrecía y el cinismo de Fidel Castro no tiene límites. Recuerdo en
los años setenta, haber oído un discurso de este caudaloso charlatán,
donde decía que podían mantener el embargo por cien años, que no le
haría nada a Cuba. Claro, detrás estaba la ayuda soviética.
Cuando en los años noventa, Gorvachev le comunicó que tenía que pagar
los precios del mercado mundial y luego lidiar con las repúblicas
independientes, se desmoronó como lo que era: un arrogante fanfarrón.
Entonces empezó la presión para la eliminación del embargo de EE:UU, que
todo el mundo sabe, no es la real causa de la bancarrota de la economía
cubana.
El verdadero embargo, el real, el duro, es el embargo de Fidel Castro
contra la sociedad cubana, contra sus ciudadanos, a quienes ha
convertido en extranjeros en su propio país.
Les recuerdo lo que me dijo un amigo mío sobre un diálogo en una
película checa, cuando uno de los personajes le dijo al otro: "El
comunismo es el camino más largo para llegar al capitalismo". Fidel
Castro, el verdugo del capitalismo, abrió las puertas a las inversiones
extranjeras. Era la misma propiedad privada que él se robó en Cuba en
1961. Expulsó a los extranjeros y a los exitosos capitalistas cubanos. Y
comenzó el largo camino de medio siglo hacia… el más rotundo fracaso.
Pero dejó fuera de esa apertura a los propios cubanos. Nunca, nunca, ni
en Cuba ni América Latina, un gobierno ha convertido a su propio pueblo,
a sus propios ciudadanos, en entelequias vacias, que no pueden entrar a
las playas o a los hoteles de lujo.
Por eso, son definitorias las palabras del Presidente Bush sobre el
Gulag Tropical:
"Éstos son apenas algunos de los ejemplos del terrorismo y trauma
que constituyen la Cuba actual. El paraíso socialista es un gulag
tropical. La búsqueda de la justicia que alguna vez inspiró al pueblo
cubano ahora se ha convertido en un intento de aferrarse al poder. Y
como en todos los sistemas totalitarios, no hay duda de que en el
régimen de Cuba existen otros horrores aún desconocidos para el resto
del mundo. Una vez que sean desvelados, causarán conmoción en la
conciencia de la humanidad. Y serán la vergüenza de los defensores del
régimen y todas las democracias que se mantuvieron en silencio.
(Aplausos.) Un ex prisionero político cubano, Armando Valladares, lo
expresó de esta manera: Llegará el momento en que "la humanidad sentirá
la repulsión que sintió cuando salieron a la luz los crímenes de
Stalin". Y ese día está por llegar. El régimen de Cuba usa el embargo de
Estados Unidos como chivo expiatorio para las miserias de Cuba. Sin
embargo, desde hace mucho tiempo, presidentes miembros de nuestros dos
partidos políticos entienden que la fuente del sufrimiento de Cuba no es
el embargo, sino el sistema comunista. Saben que el comercio con el
gobierno cubano no ayuda al pueblo cubano si no se dan cambios
importantes en el sistema político y económico de Cuba. Más bien, el
comercio con Cuba simplemente enriquece a las élites en el poder y
afianza su control. Mientras el régimen mantenga el monopolio de la vida
política y económica del pueblo cubano, Estados Unidos mantendrá en
vigor el embargo. (Aplausos.)"
Sé que detrás de toda la política de EE:UU, se mueven poderosos
intereses sobre Cuba. Pero este discurso, y la entrega de la Medalla
Presidencial de la Libertad a Oscar Elías Bicet, son un extraordinario
apoyo para la causa de nuestro pueblo, ahora, que las aguas están
desbordándose.
Y el Presidente lo dijo: "Nuestro día ya viene llegando."
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=12505
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