Wilfredo Cancio Isla, El Nuevo Herald. 26 de julio de 2007.
La muerte del combatiente revolucionario Abel Santamaría aparece como un
hecho terriblemente desgarrador en los capítulos de la historia oficial
cubana. Hecho prisionero durante el asalto al Cuartel Moncada de
Santiago de Cuba, el 26 de julio de 1953, fue torturado por las fuerzas
militares, que terminaron sacándole los ojos para mostrárselos luego a
su hermana Haydée, hecha prisionera también durante la fallida operación.
Pero el libro The Moncada Attack: Birth of the Cuban Revolution (El
ataque al Moncada: nacimiento de la revolución cubana), que resume 31
años de investigación del profesor cubanoamericano Antonio de la Cova
sobre el suceso, desmiente las versiones de tortura que han proliferado
hasta hoy, incluido el episodio sangriento de los ojos de Abel.
''La tortura de los rebeldes capturados es uno de los mitos del
Moncada'', explicó De la Cova. "Los primeros 35 prisioneros son
ejecutados de inmediato, entre 8 y 11 de la mañana de ese día, y tanto
médicos como funerarios entrevistados dicen que ningún cuerpo mostraba
signos de haber sido vejados''.
El investigador argumenta que entrevistó a los doctores Eric Juan Pita y
Rolando Pérez Saínz de la Peña, que se hallaban en el Hospital Militar
de Santiago de Cuba, así como a Manuel Bartolomé, dueño de la funeraria
que recogió los cadáveres de todos los rebeldes, y que sus testimonios
resultaron coincidentes en negar las evidencias de tortura.
''Santiago de Cuba contaba entonces con un equipo de médicos forenses
muy capacitados y honestos y hubieran dado la alarma'', indicó de la
Cova, quien considera que de ambas partes en conflicto "hubo alevosía y
desmanes''.
De acuerdo con la pesquisa historiográfica, el Servicio de Inteligencia
Militar (SIM) tomó fotos a todos los rebeldes muertos, cada uno junto a
un fusil.
Cuando en 1959 las fuerzas revolucionarias tomaron el poder y ocuparon
los archivos del SIM, debieron obtener la foto de Abel Santamaría, quien
fungía como segundo jefe del movimiento liderado por Fidel Castro.
''Nunca se ha publicado la foto de Abel muerto'', añadió. "Reto al
gobierno cubano a que publique esa foto y reproduzca todos los
certificados de defunción que redactaron los médicos forenses''.
Pasajes y protagonistas del histórico acontecimiento son contrastados en
las 400 páginas del libro, que acaba de publicarse bajo el sello de la
editorial University of South Carolina Press. De la Cova, un exiliado
cubano que emigró en 1961, sustentó sus investigaciones documentales con
115 entrevistas con participantes en los sucesos: 14 asaltantes, 47
militares y policías y 54 civiles, políticos, abogados de la defensa y
otros protagonistas. Un total de 132 libros y documentos producidos por
editoriales cubanas forman parte también de las referencias bibliográficas.
''Comparando las versiones de los rebeldes es que he podido encontrar la
verdad de lo que sucedió allí'', expresó el académico de 56 años,
profesor de Estudios Latinos en la Universidad de Indiana. Este es el
primer estudio sobre los acontecimientos del Moncada --el único ataque a
un cuartel de regimiento en la historia de Cuba-- que incluye
testimonios de personas que pelearon en ambos bandos.
El libro se presentará este sábado, a las 3 p.m. en la Casa del Preso,
ubicada en el 1140 SW 13 Ave, Miami, y a las 7 p.m. en la librería Books
and Books de Coral Gables.
El próximo lunes, a las 6:30 p.m., habrá un panel, con la presencia del
autor, en el Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la
Universidad de Miami.
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