Por Iria González-Rodiles *
Colaboración
Bangkok
Tailandia
La Nueva Cuba
Julio 24, 2007
En la 'Era de la Información' los cubanos viven aislados, pero no a
causa del mito que culpa a las computadoras de apartar al hombre de su
entorno, sino dada la carencia de ordenadores y conexiones a Internet,
junto a otras 'todopoderosas' razones.
Gente del mundo de la informática me asegura que Internet se conectó en
Cuba a mediados de la década de los '80, en medio de cierta atmósfera
sigilosa. Y elitista.
Así, la conexión se realiza poco después de 1983, año que algunos
especialistas consideran como el "nacimiento de la red de redes en el
mundo, tal como hoy existe", aunque otros opininan que los antecedentes
de Internet datan de finales de la década de los '60.
Después de tantos años de enlazarse la Isla con la red de redes, ¿por
qué la población no tiene acceso a este útil servicio?
Según definiciones técnicas "Internet es una red global de redes de
computadoras que tiene por finalidad permitir el libre intercambio de
información entre todos sus usuarios".
Con esta simple definición descubrimos, en primera instancia y al modo
de una canción, "los cientos de razones y los miles de problemas" que
impiden a los cubanos conectarse a Internet.
Los motivos se hallan, primero, en el bloqueo impuesto por el sistema
totalitario de la Isla, frente al más mínimo asomo de informaciones
fuera de su control, sin manipulación, ni censura.
Y, segundo, debido al estado de empobrecimiento de la sociedad cubana y
a las barreras establecidas para la compra de ordenadores cuando de
nativos se trata.
Libre, aquí, no hay nada.
Lo prohibido dentro de lo permitido
Oficialmente se ha dispuesto que sólo sean conectados a Internet los
"organismos estatales que lo requieran" (¿y quién no necesita
información?), pero, a la vez, ninguna entidad puede declararse a sí
misma como poseedora del requerimiento, ni mucho menos realizar la
conexión por cuenta propia. Tendrá que solicitar, ante todo, la anuencia
del Ministerio del Interior. (Ya lo dije: ¿Libre? Nada, nadita. Ni para
los serviles al gobierno).
Por demás, cada computadora conectada a Internet, en cualquier organismo
autorizado, está sujeta a estrictas medidas de seguridad: el operador se
designa previa investigación y es sometido a un chequeo sistemático; el
local donde se instale el equipo, debe ser inaccesible a los
trabajadores del lugar y ajena a toda visibilidad pública.
Aún aquellos profesionales, que dados su rango y estrechos lazos con el
gobierno, reciben el permiso de las autoridades para adquirir los
equipos y la conexión a Internet, se les limita el acceso al
ciberespacio con filtros que sólo dan paso las informaciones programadas
o permitidas. Es decir, los bloquean.
Inernet, ¡contrarrevolucionaria!
Si me baso en las definiciones de algunos expertos en informática, a
Internet podría acusársele en Cuba de "contrarrevolucionaria", pues la
llamada red de redes no es un sistema centralizado, estilo propio del
gobierno cubano.
Por el contrario, en Internet cada red, incluso cada computadora, "es
receptor y proveedor de información dentro de este sistema y en el cual,
a diferencia de la radio o la televisión, el usuario o el cibernauta
busca lo que es de su interés informativo y la red sólo obedece a los
pedidos personales de información".
Tanta independencia y libertad individual aterroriza al cuadragenario
gobierno acostumbrado "al solo de voz" y al control manipulador,
absoluto, de las informaciones.
Mientras "la Ley de Internet es la libre expresión", otra ley en Cuba
–la 88— prohibe y sanciona severamente el intercambio y la difusion de
ideas o informaciones a través de cualquier medio, dentro y fuera de las
fronteras de la Isla.
Aseguran los expertos en informática que "cualquier persona, sentada
delante de una computadora conectada a la red de redes, tendrá acceso a
553 millones de usuarios de Internet, dispuestos a compartir
experiencias, conocimientos e informaciones".
¡Quinientos cincuenta y tres millones de usuarios con acceso
absolutamente libre a Internet en el mundo... y ninguno es de los 11
millones de cubanos que viven en la Isla!
** Del libro "El Paraíso Castrado": Una visión distinta, con narraciones
peculiares, sobre 110,862 km cuadrados de viaje instantáneo por la isla
de lo 'real-desastroso', de Iria Gonzalez-Rodiles
* Iria González-Rodiles, es periodista independiente. Fundadora de la
Agencia CubaPress. Escribe para la prensa alternativa desde 1995. Sus
artículos y crónicas han sido publicados en diferentes medios tales como
en las páginas WEB de la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa),
CubaFreePress, Nueva Prensa Cubana, Cubaicei.org del Instituto de
Economistas Indepiendientes, RSF (Reporteros sin Fronteras) y en
revistas como la Hispano Cubana y Nueva Prensa Cubana.
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