Se busca a Joanne
Tania Díaz Castro
LA HABANA, Cuba - Abril (www.cubanet.org) - Una mujer llamada quién sabe
cómo, aunque su verdadero nombre es Joanne Deborah Byron Chémisard, más
conocida por el sobrenombre de Assata Shakur, anda seguramente por las
calles de La Habana tratando de escapar de un negro pasado y de una
larga condena.
De acuerdo a sus fotos, es una mujer bonita, de piel negra y sonrisa
amplia. Por su físico puede pasar fácilmente por cubana, pero no lo es,
porque Joanne Deborah nació en New York el 16 de julio de 1947, estudió
en escuelas de Manhattan y fue miembro del Partido Panteras Negras, y
luego del Ejército por la Liberación Negra - Black Liberation Army-,
ambas organizaciones establecidas en los Estados Unidos.
Según la Unidad de Fugitivos de la Policía Estatal de Nueva Jersey y el
F.B.I., se comprobó que Joanne Byron, considerada una mujer peligrosa,
en 1973 dio muerte en una carretera de Nueva Jersey al policía de
tránsito Werner Fosteren, cuando intentaba imponerle una multa. Fue
sentenciada a cadena perpetua, pero el 2 de noviembre de 1979 escapó de
la cárcel y por último de su país natal.
Por los años ochenta, el FBI recibió noticias sobre Joanne. Informes
confidenciales decían que se había refugiado en Cuba, donde pasaba
inadvertida, a veces luciendo ropas tradicionales de tribus africanas, o
vestida a la moda occidental. También cambia de peinado con frecuencia o
usa sombrero para el sol.
Desde 2005 Estados Unidos ofrece un millón de dólares por cualquier
información que se brinde sobre esta mujer para ser capturada sana y salva.
Esta fugitiva afro americana provocó que en agosto de 2005 se incluyera
una enmienda en la Cámara de Representantes con el fin de darle
divulgación a su caso, dentro y fuera de Cuba. La enmienda sólo requería
que la representación diplomática norteamericana radicada en La Habana
divulgara el nombre de Joanne Byron, junto a otros 74 fugitivos más,
posiblemente escondidos en Cuba, más la recompensa por su captura.
En la sede de la Oficina de Intereses de Estados Unidos de La Habana se
vio durante mucho tiempo la foto de Joanne Deborah Byron Chémisard. Es
posible que por temor a ser descubierta esta mujer se haya marchado de
la Isla o quizás goce de refugio político, según las páginas de
Internet, segura en la tierra de los barbudos, donde su población penal
negra es mayoritaria y donde no hace mucho se fusiló a tres jóvenes
negros, como declaró Fidel Castro "sólo por dar un escarmiento". Tres
jóvenes negros que no habían matado a nadie.
Si es cierto que el castigo permanece en el corazón del asesino, esta
mujer no ha de dormir tranquila.
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