INMIGRANTES ¿LIMPIEZA ÉTNICA EN SUECIA, SR. RODOLFO REYES?
2007-04-06.
Como es altamente conocido, el pasado 12 de marzo, el Sr. Rodolfo Reyes,
Representante Alterno de la Delegación castrista en Ginebra, Suiza,
acusó al Reino de Suecia, en el cuarto periodo de sesiones del Consejo
de Derechos Humanos de la ONU, de realizar en su país limpieza étnica.
La tamaña acusación fue rápida y certeramente acuñada por Carl Bildt,
Ministro de Exteriores del estado escandinavo, como "el arrebato
cubano", resultando en un fuerte encontronazo entre la diplomacia
nórdica y la caribeña.
A raíz de los hechos, es importante que el pueblo cubano, de intramuros
y extramuros, así como la más amplia audiencia internacional, conozcan
lo más y mejor posible sobre la política de Suecia frente a la situación
de los inmigrantes.
A modo de ilustración, quisiéramos hoy reseñarles a nuestros lectores
algunas propuestas que el actual gabinete liberal-conservador
implementará en la Tierra de Nobel en el campo de la política de
integración (entendida la misma como "la política llamada a facilitar a
los inmigrantes recién llegados su establecimiento en el país" y "la
adaptación de la sociedad sueca en concordancia con los cambios que la
inmigración significa"). Dichas propuestas fueron presentadas el jueves
5 de abril, en la sección de debate del Dagens Nyheter (Noticias del
Día) y venían firmadas por Lars Leijonborg, Ministro de Educación;
Nyamko Sabuni, Ministro de Integración; y Tobias Billström, Ministro de
Migración (los dos primeros del Partido Liberal y el último del
Conservador).
Los mencionados políticos aseveran que una nueva política de integración
está en marcha y reconocen la deficiente integración de los inmigrantes
nacidos en el extranjero en la sociedad sueca. "Ilmar Reepalu, un
prominente líder comunal socialdemócrata, ha caracterizado la política
de integración que su partido ha llevado a cabo como el mayor fiasco
político en tiempos modernos. Nosotros compartimos ese análisis",
suscriben los articulistas haciendo referencia a los 12 años de dominio
político de la socialdemocracia vikinga. Plasmado esto, los ministros
destacan algunas esferas donde se refleja el fiasco de la política de
integración promulgada hasta la fecha: pasividad en el periodo inicial
de estancia en Suecia; débiles conocimiento y manejo del idioma sueco;
alta taza de desempleo y pocos empresarios entre los inmigrantes.
La palabra "política" tiene muchas definiciones, pero una que a mi
entender es más que atinada, es aquella que reza: "la política es la
distribución de los recursos". Así que cuando un político u estructura
política alguna, habla de la relevancia de este u otro campo, siempre
pienso en cuántos recursos (incluido capital financiero, humano, de
prestigio, prioridad, etc.) se ponen al servicio del mismo. En el caso
que nos ocupa, el gobierno liberal conservado promete para el
presupuesto de este verano más de mil millones de coronas suecas al año
para la nueva política de integración de los inmigrantes en la sociedad
receptora. Repetimos: más de 1000 millones de coronas al año.
"Un objetivo principal de la nueva política es romper la pasividad que
para muchos recién llegados caracteriza sus primeros meses y años en
Suecia. La falta de ocupación constituye la base de la exclusión y de la
dependencia de subsidios. Por ello realizamos grandes contribuciones
dirigidas a los recién llegados en forma de trabajo, estudios de idioma
sueco y la complementación de estudios", concretizan los políticos.
Veamos ahora, con más detalles, cómo se distribuirán dichos recursos
económicos. Aproximadamente 600 millones al año servirán de "subsidio de
estímulo" (stimulansbidrag) para las comunas que quieran trabajar por la
realización de la nueva política de integración. Dichas comunas firmarán
un acuerdo con el estado. Acorde al mismo, ellas se encargarán de un
plan de introducción del recién establecido en la comuna en cuestión, el
cual incluirá desde una conversación introductoria (sobre, entre otros
tópicos, posibilidad de trabajo, conocimiento del idioma sueco,
necesidad de completar educación), hasta la incorporación del inmigrante
al mercado oficial de trabajo.
Antes de llegar a este último mercado, pueda y el inmigrante necesite de
un respaldo del estado benefactor. Por ello, el Gabinete
liberal-conservador ha destinado 400 millones de coronas al año para la
iniciativa "trabajo introductorio" (instegsjobb), "una práctica laboral
o un trabajo normal con una gran parte de instrucción", el cual estará
siempre combinado con el estudio del idioma sueco. En este caso, el
patrón que bajo dichas condiciones emplee a un inmigrante recién
establecido, será subvencionado por el estado (a través de la comuna).
En todo este proceso integracional, gran importancia se le presta a los
cursos de SFI (Sueco para Inmigrantes); no solamente se destinarán
medios a elevar la calificación y preparación de los actuales maestros
de idioma sueco, sino que además se disminuye el subsidio de aquellos
individuos que no asistan a las lecciones de SFI (velando siempre que no
se perjudiquen menores de edad).
Por último, 46 millones de coronas al año fueron consignadas a las
Escuelas Superiores o Universitarias "para ofrecer cursos a los
académicos inmigrados, de manera tal que sus conocimientos se puedan
adaptar a las exigencias del mercado de trabajo de Suecia". (Aquí hago
un paréntesis y exhorto a los académicos cubanos que desean
desenvolverse en su ramo, y que hasta ahora no lo hayan hecho, a que
estén alerta. De repente la nueva política de integración del Gobierno
liberal-conservador le permite ver hecho realidad sus sueños académicos,
aquellos que por lo visto no permitió a muchos otros 12 años de
-frustrada y frustrante- política socialdemócrata).
Hasta aquí todo lo que el Estado Benefactor puede o se compromete a
hacer para facilitar la adaptación en Suecia del inmigrado, académico o
no. Una premisa inobjetable para el éxito de la misma, es la
responsabilidad del propio individuo ante los retos que le acechan.
Sobre ello, a diferencia de anteriores, el actual gobierno habla sin
cortapisas: "Se debe subrayar que el estado nunca tiene toda la
responsabilidad sobre una exitosa integración. También el individuo
tiene la responsabilidad, entre otros, de buscar el trabajo que haya y
de participar en el Sueco para Inmigrantes. No siempre es así en la
actualidad. La nueva política deberá ser clara en lo que respecta a la
responsabilidad personal y estimular iniciativas propias que favorezcan
la integración."
He arriba pues reseñada algunas facetas de la política de integración
que se vislumbra con el actual Gabinete liberal-conservador, por cierto,
sin el menor ánimo de afirmar que es la mejor del mundo y que no carece
de deficiencias. Como se podrá notar, no se niegan ni mucho menos se
consideran tabú las trabas que afrontan los inmigrantes en Suecia. Todo
lo contrario, las mismas se discuten abierta y cívicamente. Encima se
trazan políticas estatales y comunales para solucionar los problemas
(unas mejores que otras), para lo cual se destinan millones y millones
de coronas del erario público.
Después de esto, Sr. Rodolfo Reyes, ¿limpieza étnica en Suecia?
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