2007-04-12.
Guillermo Fariñas Hernández, Director de Cubanacán Press
Dentro de los cubanos que más se destacan en la ejecución de los actos
de repudio, podemos ver a una parte de estos, que se distinguen por su
agresividad poco natural, debido a que en ellos predomina la ansiedad,
cual un rasgo de su conducta y el estar tensos ya es una cuestión
intrínseca e irreversible.
Los nacionales abordados en este trabajo periodístico, son los que si
escuchan u oyen por algún medio de difusión masiva oficialista del
Castrismo, algunas de las tremendistas y exageradas noticias, con
respecto a un publicitado magnicidio al presidente de Venezuela Hugo
Chávez Frías y están a punto de irse en unas fétidas diarreas.
Estos estresados sin quererlo, se han convertido en mejores bolivarianos
que el propio generalísimo Simón Bolívar y compiten mano a mano, si se
trata en la devoción Bolivariana-Chavista, con los militantes del
Movimiento V República: ellos ansían, sueñan, anhelan, aman y quieren
cumplir una misión de cooperación en el extranjero.
Y cuando ejemplificamos con la patria del insigne escritor Rómulo
Gallegos, también podríamos referimos a Bolivia, Ecuador, Uruguay,
Paraguay, Argentina, Brasil, Guyana, Surinam, Nicaragua, Honduras,
Panamá, Guatemala o cualquier otro de los países de los continentes
africano o asiático.
Ellos se desesperan porque necesitan participar en el "Relajo
Bolivariano", o sea quieren aprovechar la llamada "Revolución Chavista"
en sus albores, para beneficiarse de la ingenuidad inicial de toda
revolución, ya que esta todavía es un híbrido, entre una definición
denominada "Socialismo del siglo XXI" y el capitalismo subyacente en ese
pueblo sudamericano.
Esto significa que van a tener el desayuno, almuerzo y comida sin cuota
alimenticia, nunca por una libreta de abastecimiento y verán durante las
conceptualizadas como "Misiones Internacionalistas", los 999 canales
internacionales de televisión que les son prohibidos en el archipiélago
y finalmente tendrán acceso libre, sin restricciones de ningún tipo, a
Internet.
Pero la cuestión está determinada por las facilidades, que les son dadas
a estos cooperantes en el exterior, ante la espantosa miseria por la que
atraviesa la inmensa mayoría de los isleños, que se concretan en 50
pesos convertibles de por vida, equivalentes a 1250 moneda nacional,
cuando el salario medio es 225.
Existe a su vez la premeditada prebenda, de dejar que quienes arriben de
vacaciones, puedan introducir por la aduana equipos electrodomésticos
que no son vendidos ni en las tiendas de recaudación de divisas
convertibles, como impresoras láser, scaneadoras y sobretodo
computadoras personales Lapto, sólo las últimas se venden entre 2500 y
3500 dólares.
Incluso se han creado unas nuevas estructuras constructivas, en cada uno
de los municipios de esta desgraciada nación caribeña, a los que
acuñaron con los rimbombantes nombres de "Polígonos Experimentales de
Construcción de Viviendas", donde en un santiamén les construyen sus
deficitarias viviendas, a los cooperantes recién arribados de otras tierras.
Como le gusta gritar al profesor de judo residente en la central ciudad
de Santa Clara Yormany Junco, uno de los más crueles porristas con que
cuenta la manipuladora Policía Política, quien le espetó al rostro a una
opositora a quien pateaba en el piso: "Si tengo que matar para poder
irme para Venezuela y resolver mis problemas, yo te mato
contrarrevolucionaria."
Todos los médicos, enfermeras, profesores, maestros de primaria,
entrenadores de deportes y otros técnicos, conocen que la vía más
expedita para obtener ganancias materiales en el sui generis socialismo
cubano, es convertirse en inescrupulosos militantes de las fascistas
Brigadas de Respuesta Rápida (BRR) y así contar con el salvoconducto de
la omnisciente Seguridad del Estado y el Partido Comunista de Cuba.
La perdida de valores éticos en numerosos segmentos de la sociedad
cubana contemporánea, conlleva a que los comunistas candidatos a
disfrutar las comodidades materiales del capitalismo, denominada en el
argot popular cubano "pacotilla", nunca dejarán de ser pocos.
Pues todos ellos poseen mucho miedo esencial, el de no arribar a tiempo
a la "Piñata Chavista", que los hace personas amantes de los tan
criticados productos de la "Sociedad de Consumo" y no son más que unos
ansiosos aspirantes a pacotilleros.
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