Thursday, April 05, 2007

BALANCE DE LA VISITA DE MORATINOS A LA HABANA

BALANCE DE LA VISITA DE MORATINOS A LA HABANA
2007-04-05.
Elias Amor, Economista, ULC

Regímenes políticos como el cubano no pueden recibir el apoyo de
democracias como la española. No es de recibo. Ni la cercanía personal o
familiar que en muchas ocasiones se ha utilizado para justificar las
relaciones entre Cuba y España como algo diferente, ni las prioridades
de hacer viable el cobro de una deuda que crece sin parar, pueden
justificar el espectáculo lamentable que la diplomacia española ha
ofrecido en La Habana, encabezada por el ministro Moratinos.

La reflexión a la que debemos llegar entre todos es que una democracia
como España, integrada en la Unión Europea, que hace suyos los valores
del respeto a los derechos humanos, la libertad, la propiedad y el
pluralismo político no puede plegarse a las imposiciones de una
dictadura en fase Terminal, que trata de ganar tiempo a cualquier coste,
sin realizar cambios ni adoptar medidas que permitan mejorar las
condiciones de vida de sus ciudadanos.

Lo sucedido en La Habana obliga a plantearse seriamente qué sentido
tiene trasladar a la opinión pública como éxito de una visita una
entrevista con Raúl Castro, que sigue gobernando como un interino
incapaz que mira de reojo para ver si el hermano vuelve de nuevo al
primer plano, cuando se abandona a su suerte a los demócratas de la
disidencia que luchan por crear en Cuba un sistema político de
libertades y plural como el nuestro. Tiempo habrá para comprobar si esta
visita introduce algún cambio. Yo seré el primero en alegrarme siempre
que los cubanos sean más libres. Pero tal y como se ha planteado, mucho
me temo que estamos ante uno de los fracasos más evidentes de la
historia reciente.

No hay que ir muy atrás en el tiempo para comprobar cómo, cuando el
dictador Franco se encontraba en su último tramo vital y su régimen
político agonizaba, los socios de Moratinos en aquella etapa, como por
ejemplo los socialistas democráticos de Olof Palme en Suecia, mantenían
una actitud digna de denuncia, presión y de rechazo a la presencia
española en Europa.

Manifestaciones contra las embajadas y representaciones diplomáticas y
consulares de la España franquista en el exterior, comunicados a los
medios de prensa, escritos de protesta, aislamiento político en los
foros internacionales fueron, entre otras, medidas que a las autoridades
del régimen dictatorial de Franco les mostraban que los países
democráticos no iban a aceptar su continuidad política, y que su futuro,
al menos en Europa, era ampliamente cuestionado.

En tales condiciones, los sectores de la disidencia interna, que
luchaban con grandes dificultades contra los desmanes del franquismo
(similares a los que actualmente existen en Cuba), veían en aquellas
señales transmitidas desde el exterior un indicador del apoyo a la
legitimidad democrática que en toda Europa tendría el sistema
democrático que entonces soñaban los españoles.

Esas mismas señales animaron a aquellos grupos a continuar en la lucha
por la defensa de las libertades y los derechos humanos, y así, a la
muerte del dictador, España pudo realizar una rápida transición a la
democracia que la ha situado a la vanguardia internacional. Algún día se
tendrá que hacer un reconocimiento expreso a aquella actitud digna y de
presión sobre el franquismo por los demócratas europeos, como elemento
impulsar de la recuperación de la democracia.

Analizando estos días la visita de Moratinos a La Habana, y tratando de
realizar un ejercicio de contraste histórico, podemos concluir que los
principales perjudicados han sido los opositores cubanos, que continúan
siendo perseguidos y encarcelados por el régimen castrista, sin opción
alguna a recibir un trato de apoyo y estímulo por representantes de un
país democrático que viajan a la Isla.

En contra de lo que debería ser el principal objetivo de la visita, la
diplomacia española se reúne con los herederos de Castro, con su cúpula
dirigente, el sector político más cerrado y más opuesto a los cambios
que la legitimidad democrática va a exigir en la Isla.

Los presos que están en las cárceles desde la primavera de 2003 ya han
cumplido cuatro años de encarcelamiento injusto, y ven cómo la visita de
la diplomacia española no sirve para mejorar sus condiciones. Cierto es
que puede producirse alguna excarcelación, pero nunca con el significado
de una amnistía, sino con ese cuentagotas que convierte en más perversos
a los carceleros y represores.

Las organizaciones de la disidencia han mostrado su disconformidad con
la visita de Moratinos. El gobierno socialista español ha tirado a la
basura años de política correcta y adecuada para promover cambios hacia
la democracia en la Isla. Ya veremos que puede suceder a partir de ahora.

Lo cierto es que la percepción de cambios en Cuba es inexistente. Nada
se mueve ni ahora, ni después. Con Fidel Castro convertido en "asesor"
y "escritor" hay que pensar que el respeto a la ortodoxia y el refuerzo
de los mecanismos de centralización comunista y control se van a
reforzar simplemente para no llevar la contraria. La visita de Moratinos
a La Habana se produce en un momento en que la recuperación del dictador
sitúa la fase de cambios iniciada el pasado mes de julio en un impasse
cuyo resultado final nadie puede prever.

Los herederos de Fidel Castro, si pensaban en la posibilidad de abrir
alguna vía para la democracia, van a tener que esperar. La sensación de
aislamiento y soledad se ve reforzada porque el referente democrático
trata de entenderse con el opresor. ¿Cómo se pueden sentir apoyados los
disidentes en su lucha contra la dictadura, cuando ven que Moratinos no
los puede recibir como consecuencia de la imposición de Pérez Roque?

Estoy seguro de que se habrán producido conversaciones en la sombra, y
algún que otro acuerdo cuyo contenido no podremos conocer abiertamente,
y es posible incluso que algún sector de la sociedad civil cubana haya
sacado algún provecho de esta visita. Pero el balance final deja mucho
que desear. Otra oportunidad que se va a perder para cambiar el estado
de las cosas.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=9653

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