Algunos expertos opinan que el gobernante podría intentar convertirse en
una especie de 'pensador estratégico' sobre temas globales.
Agencias
lunes 9 de abril de 2007 15:33:00
Fidel Castro encontró en los biocombustibles una nueva trinchera contra
Estados Unidos y, según analistas, quizás también un nuevo papel
estratégico tras ocho meses de enfermedad, informó Reuters.
La publicación durante las últimas semanas de dos artículos en los que
critica a Estados Unidos por sus planes de usar alimentos como el maíz
para producir biocombustibles sugiere, para algunos, el futuro papel
para el gobernante.
Castro publicó su último texto el martes pasado, mientras su hermano
Raúl recibía en el Palacio de la Revolución de La Habana al canciller
español, Miguel Ángel Moratinos, el funcionario europeo de mayor perfil
que ha visitado la Isla en cuatro años.
La tesis del artículo es que la insaciable sed de combustible de la
sociedad de consumo estadounidense privaría de alimentos a 3.000
millones de pobres en el mundo.
Frank Mora, un experto en Cuba del National War College en Washington,
cree hoy más posible que nunca que Castro asuma el rol de "pensador
estratégico" sobre problemas globales.
"Continuará siendo una figura central en temas estratégicos (...) pero
será menos importante en el gobierno, en el Partido Comunista e incluso
en los cambios económicos", dijo.
Esa es, en su opinión, la forma en que Castro ha concebido su papel como
estadista durante sus casi 50 años en el poder.
"Sólo que ahora lo hará en un formato distinto: a través de editoriales,
entrevistas y —si su salud lo permite— discursos en foros globales donde
intentará continuar siendo la voz de los ignorados", dijo.
Para Brian Latell, un ex analista de la CIA que ha estudiado durante
décadas la personalidad de Castro, los editoriales del 29 de marzo y 4
de abril sugieren que, quizás, "está asumiendo un nuevo papel emérito
como veterano estadista".
El etanol como pretexto
El empleo de biocombustibles como alternativa al petróleo es crucial en
la agenda de Estados Unidos en Latinoamérica, y fue en marzo uno de los
ejes de una gira del presidente George W. Bush por la región.
En su segundo artículo, Castro criticó también a Brasil, un pionero en
la producción del etanol a base de caña de azúcar, cuyo presidente, el
izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva, firmó con Bush un acuerdo de
cooperación sobre el tema.
"Fidel es consciente de que Estados Unidos está usando los
biocombustibles para fortalecer sus relaciones con Brasil e,
implícitamente, limitar la visión hemisférica que representan Cuba y
Venezuela", dijo Dan Erickson, un experto en Cuba del Inter-American
Dialogue en Washington.
Granma, el diario del Partido Comunista de Cuba, informó esta semana que
hasta The New York Times recogió la condena de Castro al uso de maíz
para producir etanol.
La revista británica The Economist dijo que el líder cubano "tenía
razón" y lo mismo escribió el analista Andrés Oppenheimer, un duro
crítico de Castro, en el diario The Miami Herald.
Pero según Mora, del National War College, es improbable que muchos
otros gobiernos vayan a rechazar los biocombustibles como alternativa al
petróleo, una fuente cada vez más cara.
"Sin embargo, él (Castro) está planteando el problema en términos de
pobreza y seguridad alimentaria. Eso le dará cierta popularidad y
adherentes entre los sectores más populistas de América Latina", dijo.
A juicio del analista, es además normal que Castro piense en su legado
histórico en el último tramo de su vida.
"Es muy posible que sus editoriales sean el comienzo de una campaña para
reforzar y afianzar su legado", opinó.
"Quizás esté pensando en lo que dirán los historiadores el día que
muera", dijo.
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