Yosvani Anzardo Hernández
Bitácora Cubana, 8 de febrero de 2007 - Holguín, Cuba
Manuel Medina es un comunista probado. Lo demuestra su extensa hoja de
servicio en el cumplimiento de tareas, misiones, marchas,
movilizaciones, organización y dirección de actos de repudio, vigilancia
y chivatería. Y entre todo eso, se convirtió en licenciado en marxismo,
como para no desentonar.
Manuel tiene 70 años de edad. Como propiedades cuenta con una vieja casa
que no puede vender por estar prohibido, y una moto infantil, un
artefacto con ruedas es de los años 70,
marca berguvil, que escribo como se pronuncia porque los idiomas hijo
del alfabeto cirílico pasaron de moda por estos lares; además de que
ahora el interés está dirigido a hablar un poco chino y mucho
venezolano, que no necesariamente tiene que ser lo mismo que castellano,
sí, porque ya hay regalapatrias, que son peores que los vendepatrias,
aunque de la misma especie, y ¡claro!, más barato, que le llaman a los
opositores escuálidos y dicen que coger… es una mala palabra. Y aunque
Manolo es de esta gente, tiene ahora un serio problema.
El es un hombre jubilado, con tres contratos de trabajos en tres sedes
universitarias municipales diferentes. En todas labora como profesor de
economía política. Al parecer disfruta mucho al explicarle a sus alumnos
cuán explotados son los obreros en el capitalismo, ¡a diferencia de
Cuba!, y como les roban la plusvalía al no pagársele adecuadamente su
trabajo, cosa que por supuesto, aquí no sucede, según él asegura.
En estos tiempos, por alguna razón, todas las mentiras se están quitando
el antifaz. A este viejo comunista, come-candela, le dieron la honrosa
tarea de asumir el cargo de presidente de la Comisión Electoral
Municipal. Un trabajo monótono, pero destinado para personas de mucha
confianza. Por ejemplo, estamos en febrero, y desde noviembre del pasado
año se sabe, en círculo cerrado –bueno, no tan cerrado–, quien será el
próximo presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular, o sea el
alcalde, que será elegido en octubre de este año. Como ven, el cargo es
importante, y la democracia en Cuba es muy moderna y previsora.
Pues bien, el hombre a declinado la invitación, o mejor dicho, a
rechazado la orden, y alega que no puede vivir sólo de su jubilación,
por lo que perder sus trabajos, es un negocio chiquito y evidentemente
le provocó un fuerte dolor en el bolsillo, al extremo, que después de
tantos años, prefiere entregar el carnet que lo acredita como miembro
del Partido Comunista de Cuba.
Manuel Medina, si no cambias de trabajo, tendrás que cambiar el guión de
tu plan de clase, pues si antes nadie te creía, ahora nadie te respeta.
Pero no se preocupe, yo sí lo respetaré, si después de todo hace valer
el dicho de que 'más vale tarde que nunca', aunque eso sí, un día habrás
de pagar tu cuenta.
http://www.bitacoracubana.com/desdecuba/portada2.php?id=3969
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