Sociedad
Olvido por adelantado
La calle sin Castro: 'Si todo marcha sin él, ¿para qué nos hace falta?'.
Federico Fornés, Ciudad de La Habana
jueves 16 de noviembre de 2006 6:00:00
¿Reaparecerá Fidel Castro el 2 de diciembre en la Plaza?
Es la comidilla, pero no más que la novela brasileña de turno, la fiesta
de quince de la vecina o los precios del mercado. Puesta en perspectiva,
la pregunta descubre a un nuevo enemigo del líder cubano, más temerario
que Estados Unidos, más pernicioso que la corrupción, todavía más
concluyente que la propia muerte: el olvido y tal vez, el más cruel de
todos: el que se padece en vida.
Para algunos, las conjeturas sobre su reaparición en público parecen
asomar una etiqueta extranjera.
"Es mejor que ni reasuma el mando. La gente sabe que ya no es el mismo,
es lamentable, y todos, más o menos, nos hemos ido habituando a eso.
Creo que son los medios de afuera los que mantienen la expectativa",
reflexionó una estudiante de medicina.
La mayoría de los cubanos ignora las declaraciones que a principios de
noviembre ofreció el canciller Felipe Pérez Roque a la agencia
estadounidense AP. Reiteró, como siempre hace, que avanza la
recuperación de Fidel, pero se cuidó de asegurar su participación en las
celebraciones —ya aplazadas en agosto último— por su cumpleaños 80.
"Será cuando tenga que ser. Lo importante es que recupere su salud, y él
lo está haciendo de manera seria y tenaz", explicó Roque. Preguntado
sobre las condiciones en que tendría lugar su retorno al gabinete, el
jefe diplomático y antiguo secretario personal del gobernante no tuvo
más opción que una excusa: "¿Si sería como antes? Esto es un tema muy
difícil. No tengo la información, ni la capacidad de decirlo".
En la misma cuerda floja se movió el arquitecto ecuatoriano Alfredo
Vera. Su malabarismo verbal fue aún más lejos.
"Lo que no sabemos, y yo creo que tampoco él lo sabe, es en qué momento
va a asistir porque todo también va a depender de las condiciones en que
se encuentre en el momento en que se realicen los eventos", dijo el
coordinador de Relaciones Internacionales de la Fundación Guayasamín.
De cualquier manera, esa institución ratificó, previo visto bueno del
mandatario cubano, que desde el 28 de noviembre hasta el 1 de diciembre
se celebrarán en La Habana la exposición Un abrazo de Guayasamín para
Fidel; el concierto Todas las voces todas y el coloquio "Memoria y
Futuro: Cuba y Fidel", este último con participación de líderes
internacionales.
'Fidel montado en el Granma'
Para el 2 de diciembre está reservado el plato fuerte: un desfile
militar en la Plaza de la Revolución con armamento soviético retocado,
aviones Mig 29 y las novedades de la industria bélica local. Serán sobre
todo medios antiaéreos y antiblindados, presididos por una réplica del
yate Granma, construida para la ocasión en un astillero de la provincia
del mismo nombre.
"Sé de buena tinta que el mismo Fidel aparecerá montado en el Granma
para inaugurar el desfile", aseguró en tono confidencial un panadero de
Centro Habana.
Treinta años más joven, el comandante desanduvo la travesía del barco
desde Tuxpan, México, hasta Las Coloradas, una playa cenagosa en las
faldas de la Sierra Maestra, para recordar la epopeya de 1956 que le
permitió emprender la guerra de guerrillas.
"De ese Fidel majestuoso, casi dios de la guerra, quedan los recuerdos.
No me siento bien cuando lo veo en la televisión haciendo ejercicios.
Parece de cuerda", dice con amargura Ubaldo, un anciano que practica
gimnasia en un círculo de abuelos. "Prefiero que no digan nada y punto".
Para Celeste, otra de las ancianas del club comunitario, "Fidel sí va a
reaparecer", pero sólo eso. "Ya no volverá a sus discursos, a esas
peroratas que a veces duraban hasta las dos de la mañana y teníamos que
dormirnos sin ver la novela", añade con malicia, pero "adorándolo siempre".
"Yo no dudo que Castro va a retomar las riendas, porque no las ha
soltado, lo que no creo es que pueda hacerlo plenamente, con la misma
energía que lo ha caracterizado (...) Si no está apto para hacer una
aparición largometraje, lo hará de cortometraje", coincidió, por su
parte, el ex comandante Eloy Gutiérrez Menoyo desde su "insilio" en La
Habana, donde reside en un limbo legal. No posee documentos cubanos.
'Depende de él'
Los miembros del gobierno insisten en que el presidente mejora
constantemente y que en breve estará de vuelta. Así lo confirmó el
vicepresidente Carlos Lage durante su visita a Montevideo para la Cumbre
Iberoamericana. Así también y con igual entusiasmo lo ha reiterado el
portavoz más enterado de la salud del comandante, el canciller Pérez Roque.
"Dio instrucciones a la delegación cubana y siguió al detalle la
votación en la ONU que respaldó de modo abrumador una resolución que
insta a Estados Unidos a poner fin al bloqueo", afirmó el titular de
Exteriores.
Por su parte, relegado y discreto en el gabinete de crisis, Ricardo
Alarcón, presidente del Parlamento, dijo que la reaparición para el 2 de
diciembre "depende de él", y adelantó: "si él lo considera apropiado
conforme a su programa de rehabilitación, quizás decida ir".
Con 19 kilos por debajo de su peso, y una lectura lenta y con voz
quebradiza a veces, las últimas imágenes de Fidel Castro refuerzan las
incertidumbres. Aun más si son alentadas por las advertencias del propio
presidente. "Vengo diciéndolo hace rato, que la recuperación sería
prolongada y no exenta de riesgos", dijo el 28 de octubre pasado al
posar para las cámaras.
"Me dicen que mejora por día, pero hasta cuándo puede mejorar alguien y
no ponerse bien definitivamente", pregunta Mario, un barbero que rasura
y pela a la sombra de un portal capitalino de esquina.
Según encuestas en Miami, el ochenta por ciento de los consultados en la
llamada capital del exilio cree que Castro no retornará al poder, al
menos al poder omnímodo que mantenía antes de su enfermedad. En Cuba, es
aventurado generalizar opiniones. Casi nadie dice lo que piensa y las
simulaciones siempre han sido necesarias.
Un sociólogo que pidió el anonimato adelanta: "Ya no es el Fidel de la
virilidad. Para eso hay que tener salud. Habrá que acostumbrarse a
lidiar con otra imagen. Creo que la gente, ocupada en las
perentoriedades del día, lo está asumiendo poco a poco como un personaje
que va perteneciendo al pasado".
Y agrega: "Pusieron mucho interés en demostrar que teníamos un país
normal en su ausencia. Eso tiene un costo. Si todo marcha sin él, ¿para
qué nos puede hacer falta entonces?, y estamos hablando de uno de los
grandes de la historia".
Desconectados del porvenir
De acuerdo con criterios expertos, aun sin Fidel en el poder, ya sea por
incapacidad o muerte, la sociedad cubana tardaría en reaccionar y
ocuparse de reformas al sistema, que en última instancia no sería barrido.
"Aquí, el pueblo tomó el control de su país y si Fidel Castro muere, la
administración seguirá igual", afirmó el alcalde de Londres, Ken
Livingstone, quien visitó la capital cubana para un congreso deportivo
mundial.
Para un profesor de Historia, "la gente tiene la percepción de que las
cosas no van a cambiar, esté o no esté en funciones. Podría pasar un
largo tiempo para que la inercia social termine y la gente retome el
sentido del cambio y del protagonismo. Esta es una sociedad hostigada
desde el exterior, abrumada desde el interior y desconectada del
porvenir. Hay mucha improvisación y eso habla de una adaptación al
presente continuo".
Es posible que la transición, tan cara a Washington pero manejada
siempre con soberbia, esté en curso, primero en la memoria colectiva y
luego, a la zaga, en la política.
La tarde del 31 de julio en que el secretario de la presidencia leyó el
comunicado que anunciaba la operación urgente de Fidel Castro, un grupo
de adolescentes jugaba al monopolio, un entretenimiento de mesa que hace
las veces de capitalismo en miniatura.
"¿Qué pasó?", preguntó uno de ellos. "¿Es sobre el pre en la calle?".
Los mayores le contaron.
"¡Ah!", respondió, y el juego no se detuvo.
URL:
http://www.cubaencuentro.com/es/encuentro-en-la-red/cuba/articulos/olvido-por-adelantado
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