CULTURA
Convertida en museo la vivienda de Compay Segundo
LA HABANA, Cuba - 20 de noviembre (Aimée Cabrera / www.cubanet.org) - La
vivienda donde residió sus últimos días el músico y cantautor cubano
Francisco Repilado, conocido por Compay Segundo, ha sido inaugurada como
casa-museo, en el barrio de Miramar, municipio capitalino de Playa.
Durante estos días en que abrió sus puertas, coincide además el
onomástico 99 del homenajeado, por lo que ha comenzado una jornada por
su Centenario que culminará en noviembre del 2007.
La casa está en la calle 22 entre Primera y Tercera, y la misma ostenta
una placa modesta como identificación.
El museo aunque pequeño, es acogedor y muestra revistas,
condecoraciones, premios y pertenencias en varias de sus habitaciones.
Un hall que lleva al final del recinto exhibe fotos de este decano de la
música cubana junto a personalidades cubanas e internacionales, una
pequeña urna sugiere la ayuda de los asistentes, con la suma que puedan
o quieran aportar.
Faltan, sin embargo, precisiones como pueden ser entre otras un catálogo
o folleto que sirva de guía y recuerdo a los curiosos o seguidores del
contagiosos ritmo de Compay, el cual aún se escucha por el grupo musical
formado por sus familiares.
A pesar de la divulgación ofrecida a través de los medios de
comunicación , ésta no ha sido precisa ya que los que deseen visitar el
inmueble tienen que hacer una cita previa por teléfono. La lejanía del
lugar, y la no explicación de este detalle, podrá ocasionar desajustes
para los futuros visitantes que no puedan ser atendidos.
Repilado vivió por muchos años en una casa de la calle Salud, en Centro
Habana, por calles aledañas, muchos cubanos lo pudieron ver, con su
porte esbelto, y elegancia innata, portando sombrero y el inseparable
habano.
Esta casa debiera tener también su placa, los residentes de esta
barriada pobre lo agradecerán; ellos que visten camisetas, bermudas y
chancletas, no tendrán tiempo ni deseos para desplazarse hasta la zona
distinguida donde se encuentra el museo.
Quizás Compay, desde donde esté, se quite el sombrero en señal de
aprobación, y prefiera que todos los homenajes sean celebrados en el
área, donde pasó tantos momentos felices, al lado de su esposa, hijos y
gente de a pie, cuando era el artista de su barrio, y no habían arribado
la fama y el oropel, que merecidamente obtuvo en su vejez.
http://www.cubanet.org/CNews/y06/nov06/21a4.htm
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