¿Estrecha la comunión del pueblo de Cuba con el gobernante?
Por Oscar Sánchez Madan
Bitácora Cubana, 19 de junio de 2006 - Matanzas
Si la verdadera riqueza del gobernante cubano estuviera en su íntima
comunión con el pueblo, como afirma el señor Jorge Luis Canela Ciurana
en un trabajo publicado el pasado 12 de junio en el semanario castrista
“Trabajadores” y no en los 900 millones de dólares que le acreditó
recientemente la afamada revista Forbes, no tendría el caudillo marxista
que reprimir tanto a la ciudadanía y en la isla se respiraran aires de
libertad y democracia verdaderamente participativa.
¿A qué comunión se refiere este agazapado vocero castrista, que para
ganar algún crédito entre los lectores se disfraza de periodista? ¿Sabrá
el que la misión principal y única de un comunicador consiste en prestar
un servicio a la comunidad y la nación con la verdad como fundamento y
no someterse a un gobierno, o mas bien a una dictadura unipartidista que
no tiene para nada en cuenta la opinión de los ciudadanos?
Si la comunión del gobernante con el pueblo de Cuba fuera tan estrecha,
el Partido Comunista y la Policía Politica no tendrían necesidad de
controlar las amañadas y fraudulentas elecciones (votaciones) que tienen
lugar en la isla con alguna frecuencia. No fuera necesario el aparatoso
despliegue policial que acompaña siempre al jefe de estado, cuando se
mueve por la capital o el interior del país.
Las cárceles no estuvieran llenas de ciudadanos, muchas veces inocentes,
y en ellas no se torturara ni se ofendiera la dignidad de las personas
recluidas. Basta recorrer durante unas pocas horas las calles para
escuchar las protestas de los ciudadanos por los elevados precios de los
productos, sobre todo alimenticios; la escasez de transporte; los
deteriorados servicios médicos; la inestabilidad en el suministro de
agua potable en diversas localidades; el burocratismo oficial
generalizado; la corrupción; la brutalidad policial, pero por encima de
todo, por la falta de los derechos y las libertades fundamentales.
El pueblo de Cuba sabe muy bien que el régimen estalinista que Castro se
empeña en eternizar, es el primer responsable de su desgracia. Fue
precisamente ese sistema el que engendró los comité de vigilancia
ciudadana, conocidos como CDR, (Comité de Defensa de la Revolución); los
órganos de la seguridad del estado, institución heredera de la KGB
soviética y todo el diabólico aparato represivo que obliga a la
población a decir sí, cuando realmente quiere decir: no, y que ahora
mismo realiza violentos actos de repudio contra los que se atreven a
proclamar la verdad.
¿Qué hace la duodécima parte de la nación cubana en la emigración y el
exilio si los nacionales presuntamente aman tanto a su comandante? Quien
desee comprar la gran mentira difundida por trabajadores bajo la
tristemente celebre firma del señor Canela Ciurana, que la compre, yo no
lo hago porque no podría digerirla. Además de apestar como apestan
siempre las grandes mentiras, esta es demasiado voluminosa para ser
procesada por mis diminutos órganos digestivos, desacostumbrados a
procesar carnes podridas e impacientes por expulsar tantas falsedades
asimiladas por lo menos durante 40 años.
Si la presunta comunión de Fidel Castro con el pueblo de Cuba es tan
intima, que convoque, pues, a unas elecciones libres para que lo demuestre.
“Hacer —dijo nuestro héroe José Martí— es la mejor manera de decir”.
http://www.bitacoracubana.com/desdecuba/portada2.php?id=2293
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