Wednesday, June 21, 2006

Censura en Cuba...?

¿Censura en Cuba...?

swissinfo

21 de marzo de 2004 13:32

“La censura existe en todos los lugares del mundo”, afirma Eduardo del
Llano. Entre los países industrializados, vía la “saturación”.

‘Parroquiano’ del Festival Internacional de Filmes de Friburgo, el
guionista cinematográfico analiza el repertorio de sus afectos y desafectos.

“Yo he tratado siempre de no tener conciencia de la censura. O sea,
entendámonos, la censura existe y de alguna manera existe en todos los
lugares del mundo. Es una de las reglas del juego en todas partes. En
algunos lugares es más visible que en otros”, afirma categórico.

A lo largo de una prolongada y deliciosa conversación en su casa en La
Habana, este escritor cubano, adicto a la pluma desde niño, habla a
swissinfo de su cine, de su país, de sus maravillas y desencantos. Le
cedemos la palabra:

Diversas formas de censura

“Muchas veces, por ejemplo, en el primer mundo está lo que se llama la
censura por saturación, que es que te ponen la noticia pero dentro de
tantas noticias o de tantas cosas que tú nunca la ves pero está ahí. La
saturación también es un mecanismo para anular corrientes alternativas
del pensamiento.

Aquí no es eso. Aquí es censura por anulación en muchos casos pero yo
siempre he tratado de no pensar en eso. Lo que te digo es nunca me digo
este tema es muy fuerte no lo voy a escribir. ¡No! ¡No! Yo lo escribo y
después si se puede hacer la película, si se puede publicar la novela.
Bien. Si no, no. Pero yo lo escribo. Trato de no autocensurarme de
antemano”.

El retiro de “Alicia”

La película ‘Alicia en el Pueblo de las Maravilla’, producida por Daniel
Díaz Torres, con quien Eduardo escribió el guión, fue retirada de las
salas cinematográficas apenas a un par de días de iniciada su proyección.

“Lo que pasó con la película me dio más matices de lo que pasa en Cuba.
De alguna manera me mostró que la realidad en Cuba no era tan simple
como yo creía, ni había una verdad para todos los tiempos".

Eduardo del Llano

¿Represalias?

“Puede haber casos o pudo haberlos. Pero en general yo nunca me he
sentido realmente amenazado por la censura. A mí nunca se me ha ocurrido
que puedo ir preso o algo peor por lo que escribo. No me ha pasado
nunca. No le ha pasado a nadie que yo conozco.

Yo nunca me he sentido amenazado. Incluso, ya te digo, con Alicia, que
fue lo peor. Yo era profesor de la Universidad, o sea que se supone que
hubieran podido decir, bueno, tu no eres un ejemplo para nuestros
jóvenes. No a mi no me pasó nada. Yo era profesor hacía poco tiempo y no
me votaron ni me hicieron ningún consejo, no pasó nada. A Daniel tampoco
le pasó nada”.

En su opinión, el propio sistema sintió que la reacción con “Alicia”
había sido demasiado agresiva porque películas posteriores como
Adorables Mentiras (92); Fresa y Chocolate (93), Madagascar (94),
probablemente más críticas que “Alicia”, pasaron bien.

“A mí me es importante matizar estas cosas porque a veces la opinión
pública en el primer mundo tiende a simplificar un poco la realidad
cubana y ver solamente algunos aspectos y, por lo menos, esa es mi
experiencia personal”.

Peor que la censura

“El cine cubano de los años 60 a finales de los 80 era sólo cubano y
nosotros recibíamos no sé, la película virgen de la RDA y la tecnología
de Rusia, en fin, básicamente, a través de la Comunidad de Estados
Socialistas. Podría ser de poca calidad o lo que fuera, pero funcionaba.

“Después de todo eso, en los 90 el cine cubano tuvo que reinventarse, de
modo que para mí su principal virtud es no haber desaparecido porque de
una cinematografía que hacía 50 documentales al año y 8 o 10 hasta 12
largometrajes al año, pasamos a hacer uno o dos y, no sé, 10 documentales.

“Pero es un milagro que aún se sigan haciendo esas cosas, pero
obviamente eso implicó que hay que buscar socios, con la vieja historia
de que muchas veces los ‘partners’ esperan tal o tal cosa. Entonces la
lucha es, cómo hacer la mejor película posible sin perder... porque se
trata de hacer el cine así o no hacerlo. Es peor que la censura”.

En Cuba los clichés se politizan

“De alguna manera los clichés culturales son universales, los ingleses
toman té a las 5 de la tarde, las francesas son todas medio fáciles...
esos clichés existen, lo que pasa es que sobre Cuba esos clichés se
politizan. Entonces yo trato, cuando voy por ahí, de matizar, de
demostrar que se puede ser crítico sin que eso signifique que me quiero
ir a Miami”.

La cinta ‘Hacerse el Zueco’, presentada en la 56 Edición del Festival
Internacional de Filmes de Locarno, aborda ese aspecto de los
estereotipos cuya persistencia se deriva de la falta de información.

Las incongruencias de la ley migratoria

“Del año 90 para acá se ha notado el cambio en cuanto a las facilidades.
Pero aún, cosa que es muy molesta para mí, siempre tiene que invitarte
alguien. O sea yo no puedo, aunque tenga 10 mil dólares ir a la oficina
de Iberia y decir quiero un pasaje de ida y vuelta para este fin de
semana a México, yo lo pago. ¡No! El gobierno cubano no te deja salir.
Tiene que invitarte alguien. Tienes que tener una invitación de alguien
de fuera.

"La ley migratoria cubana está llena de ese tipo de incongruencias y de
cosas sin sentido. Publico un artículo el año pasado en una revista
cubana importante, cuestiono la existencia del permiso de salida y la
dificultada para viajar y todo eso. Y yo estaba bastante emocionado y me
sorprendió que me aceptaran el artículo y lo publicaron, pero no pasó
nada: ni me contestaron ni me vinieron a meter preso. ¡No paso nada¡
¡Nada! De eso no se habla".

Los límites en la información

“Aquí por ejemplo tu no puedes tener Internet en casa. A muchos
periodistas se los han puesto en la casa, hay gente que su centro de
trabajo se los pone, pero yo no puedo. Si quiero y digo: yo lo voy a
pagar, eso no existe, no se consigue, incluso el correo electrónico es
difícil aunque más fácil que Internet, pero siempre al servidor de tu
centro de trabajo.

“Y como digo Internet digo también periódicos y esas cosas. Periódicos
cubanos puedes comprar pero no tienes acceso normalmente por ejemplo a
El País, puedes ir a la Embajada de España y pedirlo pero no puedes
comprarlo en el kiosco. No sé, ese tipo de cosas.

“Como si desconfiaran de lo que tu puedes hacer con eso. Pero por Dios
... Es un derecho, igual que lo de viajar. Esas son de las cosas que más
me molestan y a las que menos yo puedo encontrarles matices. Para mí eso
está mal y ya”.

La cultura cubana

“Si una cosa a mí me ata a este país a pesar de todas las cosas que no
me gustan y de las cosas que quisiera cambiar, es justamente la
intensidad de la vida cultural. La gente que he conocido aquí, lo que
fue para mí en los años 80, cuando era estudiante, ir a la casa de los
jóvenes creadores, escuchar conciertos de gente maravillosa, la voz de
mi generación... dos pesos la entrada todas las noches y entrar en el
cine y conocer a tantos escritores buenos.

“Hay gente que piensa que Cuba es solamente represión –incluso de la
peor manera posible-, pero al mismo tiempo te hace sentir importante no
solamente como valor que pueda tener la obra de arte que tú has hecho,
valores o falta de, sino también de alguna manera como, como misionero
de algo. Como que tu estás explicando a la gente, no para cambiarle su
idea, simplemente para mostrarle que no todos pensamos igual o por lo
menos para mostrarle que la realidad cubana, a mi juicio, tiene más
matices”.

swissinfo, Marcela Águila Rubín de vuelta de La Habana

http://www2.swissinfo.org/ses/Swissinfo.html?siteSect=105&sid=4807520&cKey=1079872359000

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