SOCIEDAD
Banderas negras como presagio
Tania Díaz Castro
LA HABANA, Cuba - Febrero (www.cubanet.org) - Cuando era muy joven, tal
vez por imitar al poeta Julián del Casal, mi favorito entonces, me
gustaba el color negro para la ropa. Vestía de negro mañana, tarde y
noche. En invierno y en verano. Luego, con el tiempo, cuando descubrí el
carácter mortuorio de ese color, preferí los estampados, sobre todo las
flores de tonos alegres.
Ahora, en la segunda edad, confieso que no me gusta el color negro. Tal
vez porque estoy más cerca que antes de la tumba, donde debe haber más
negrura que en el mismo infierno.
Digo esto porque en días pasados, ante el televisor, sentí que un raro
sentimiento me sobrecogía, una escena que jamás podré olvidar, como la
del 11 de septiembre, cuando caían las Torres Gemelas de Nueva York y
también estaba ante el mismo televisor.
Esta vez se trataba de banderas negras, decenas de banderas negras como
cuervos graznando presagios de muerte. Me dicen que son más de cien,
colocadas a una altura de treinta metros, como si pretendieran desafiar
al cielo o infundirle temor a las nubes que se pasean indiferentes al
alcance de la mano.
Colocaron las banderas frente al edificio de la Oficina de Intereses de
los Estados Unidos en La Habana, por orden del gobierno cubano, para
obstaculizar la visión de las pantallas lumínicas donde esa sede ofrece
información al pueblo; información que no aparece en la prensa nacional.
Al parecer, no están de acuerdo con aquel proverbio: Hombre precavido
vale por dos, e informado mucho más.
Una bandera es un pedazo de tela que sirve para identificar algo: un
país, un barco, una agencia, un puesto militar. Algunas forman parte de
un código internacional de señales que se utiliza en el mar y es
comprendido en el mundo entero.
El despliegue de telas negras ondeando con la brisa que sopla en el
Malecón habanero no me agradó. Parecen sacadas de un laboratorio de
magia negra. Son alucinantes, como pesadilla en noche sin estrellas.
¿Acaso son el símbolo de una ciudad despintada y apagada?
Las comparé con el ritual de una misa negra, con el negro de la ira, con
el odio de la impotencia, con la negrura del fracaso, con el moho del pan.
Estas banderas negras, dicen, representan la muerte de personas que tal
vez eran alegres y optimistas. La alegría de vivir no se parece al color
negro.
Los nazis gustaban del negro para sus banderas. También los piratas. Es
por eso que me dieron tan mala impresión las banderas negras en mi
querido Malecón habanero, para el que yo quiero la libertad. También
mucha vida, una larga vida de radiantes colores.
http://www.cubanet.org/CNews/y06/feb06/16a7.htm
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