Tuesday, February 14, 2006

Banderas blancas

POLITICA
Banderas blancas

José Antonio Fornaris

LA HABANA, Cuba - Febrero (www.cubanet.org) - Banderas negras han
ondeado estos días en áreas del Malecón habanero. Ciento treinta y ocho
de esos oscuros pabellones fueron izados en la "Tribuna Abierta
Antiimperialista José Martí", frente a la Sección de Intereses de
Estados Unidos.

Los medios oficialistas aseguraron que cada asta de esas negras banderas
representa un año de las luchas de nuestro país por su independencia.
Eso es, claro está, sacando la cuenta desde que Carlos Manuel de
Céspedes encabezó, el 10 de octubre de 1868, lo que todos conocemos en
Cuba como Grito de Yara, que dio inicio a la revolución armada contra
España, duró diez años y no logró la victoria del Ejército Libertador.

Pero los 138 años del acontecimiento no se cumplen hasta dentro de ocho
meses, y lo más trascendente: las luchas por convertir a Cuba en una
república no comenzaron en 1868; baste sólo señalar que en 1823 un grupo
de cubanos salió de Nueva York hacia Suramérica a entrevistarse con
Bolívar para que el Libertador pusiera su espada al servicio de la
independencia de la Isla. Y en 1850, Narciso López tomó la ciudad de
Cárdenas y levantó allí, por primera vez, lo que es hoy nuestra bandera.

En esta historia de tantas enseñas negras, que como todos sabemos era el
tipo de pabellón que ponían los Hermanos del Mar en los mástiles de sus
buques, surge una obligada pregunta: ¿Qué tiene que ver José Martí con
banderas oscuras para que en un sitio que lleva su nombre se pongan a
flamear esas negras telas?

Martí era un hombre de luz, de amor, un hombre que afirmó que en la
tumba de los muertos brotaban las más bellas amapolas. Los símbolos
oscuros no tienen nada que ver con el Apóstol de la independencia de Cuba.

Por otra parte -ésa parece haber sido la razón fundamental para poner en
astas tanta oscuridad- los funcionarios de la Sección de Intereses de
Estados Unidos no van a desmontar su pizarra electrónica con sus
mensajes informativos por muchas banderas negras que se levanten frente
a esa sede diplomática.

Los estadounidenses han estado más de dos siglos diciéndose ellos mismos
todo, y diciéndolo al mundo, para que 138 banderas negras los inhiban. A
estas alturas la cordura indica que lo que hay que hacer al respecto es
invitar a los turistas para que vean en las noches habaneras los
mensajes lumínicos trasmitidos desde la Sección de Intereses de Estados
Unidos.

En los precisos momentos en que el canal Cuba Visión transmitía el
solemne y luctuoso acto de la inauguración, después de trabajar allí día
y noche durante más de dos semanas decenas de personas en la ampliación
de la "Tribuna Antiimperialista José Martí", mostrando por primera vez
las banderas negras, en el recién inaugurado Canal Habana entrevistaban
al director de la empresa de pan y dulce de Ciudad de La Habana, Rafael
Rodríguez, quien, entre otras muchas deficiencias existentes en ese
ramo, dijo que más del 70 por ciento de las panaderías de esta capital
trabaja con maquinaria con más de cuarenta años de explotación, y que
por eso se rompían constantemente, lo que provocaba la irritación de la
población debido a la irregularidad en la oferta de pan.

Nadie debe dudar que José Martí hubiera preferido emplear los recursos
del país en comprar nuevas maquinarias para hacer pan que gastarlos en
plantar estas astas para banderas negras.

Pero, además, lo que necesitamos en Cuba es izar banderas blancas, como
símbolos de paz, tolerancia, entendimiento, de no exclusión; como
símbolos de la República que quería Martí: con todos y para el bien de
todos.

http://www.cubanet.org/CNews/y06/feb06/14a7.htm

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