ARROGANCIA SIN LIMITES
Por: Lic. Oscar Espinosa Chepe
Un nuevo ataque contra los corresponsales de prensa extranjeros en La
Habana se ha producido. En esta ocasión, el objetivo ha sido la
periodista Vanesa Arrington, de la agenda de noticias Associated Press
por un articulo sobre la corrupción en Cuba.
La persona que realizó la descalificación es el Sr. Orlando Oramas Leon,
mediante un trabajo aparecido en el periódico Granma, órgano oficial del
Partido Comunista de Cuba, el 13 de febrero pasado.
Su critica, desconsiderada, no toma en cuenta la objetividad e
imparcialidad de la Srta. Arrington, quien en su despacho a la vez que
expone cuestiones que todo el mundo conoce en Cuba, también puntualiza
su positiva apreciación por rasgos de los cubanos, subrayando sus
características solidarias y su disposición a compartir, a pesar de sus
carencias, con pueblos necesitados incluso bien distantes geográfica y
cultural mente.
En el articulo de Oramas León, si algo se destaca, además de sus
injustas imputaciones, es su desconocimiento de la realidad nacional,
increíble en un periodista como él quien además de escribir en Granma,
participa con frecuencia en las famosas Mesas Redondas de la televisión
cubana.
Llama la atención su ataque, sin mencionar el nombre, a quien le señalo
a la Srta. Arrington que "prácticamente nadie puede vivir en Cuba
trabajando honestamente-, lo que aparece recogido en el trabajo de la
periodista norteamericana. En realidad, el criterio sobre la situación
del salario en Cuba no es original, puede oírse en esquinas, plazas,
transportes, colas, y cualquier lugar. Un consenso que esta hoy por
encima de las ideologías políticas, porque es lo que viven diariamente
los cubanos.
Incluso, altos dirigentes gubernamentales en muchas ocasiones han
reconocido que el salario ha dejado de ser un elemento movilizador de la
productividad, incapaz de motivarla y de sostener la vida de una persona
en las actuales condiciones. Ese elemento también está presente en las
insignificantes pensiones, en una economía que, aunque se niegue, sigue
de forma encubierta bajo el signo de la dolarizacion.
Según datos brindados en la ultima sesión de la Asamblea Nacional del
Poder Popular, efectuada en diciembre pasado, los ingresos medios
mensuales de los trabajadores cubanos ascendieron a 398 pesos corrientes
en el 2005. Eso significa un equivalente a 15.92 pesos convertibles
(CUC), o sea 17.82 US dólares, al cambio oficial, sin la aplicación del
gravamen.
Pero no todos en Cuba tienen ese nivel de ingreso. El salario mínimo es
de 225 pesos corrientes al mes (9 CUC). La situación de los pensionados,
por supuesto, es mucho peor, cuando más del 50,0% recibe 164 pesos
corrientes (6.56 CUC), y el promedio de las pensiones podria ester
alrededor de los 200 pesos corrientes mensuales ( 8 CUC), luego de los
ajustes recientes.
Podrfa pensarse que en Cuba, con la venta por el racionamiento y sus
precios subvencionados, la situación de los cubanos mejora. En realidad,
basta 1990, ese sistema permitfa subsistir aunque fuera muy
austeramente. No obstante, con la pérdida de las subvenciones del bloque
soviético, la situación ha cambiado desfavorablemente, reduciéndose
radicalmente la cantidad y calidad de los productos vendidos mediante la
Hamada libreta de abastecirniento-, al punto que se reconoce
oficiahnente que la -distribucién racionada de alimentos para toda la
población a precios subsidiados,...garantiza aproximadamente la mitad
del consumo de calorfas per capita diarias de los cubanos y cubanas
(Segundo Informe del Gobierno Cubano sobre el Cumplimiento de los
Objetivos de Desarrollo del Milenio, Julio, 2005). Muchos especialistas
consideran ese criterio extremadamente optimista; sin entrar a analizar
el nivel de suministro racionado de proteínas y grasas comestibles,
todavía en un estado más catastrófico.
En estas condiciones, la población cada día más se ve obligada a comprar
sus alimentos y otros productos básicos (desde hace tiempo terminó la
venta de ropa, calzado y otros productos por la vía racionada) a los
precios de oferta y demanda. Así, los consumidores tienen que pagar un
litro de aceite a 2.15 CUC, un kilogramo de leche de vaca en polvo de
producción nacional a 5.75 CUC, un kilogramo de muslo y encuentro de
polio a 2.75 CUC, entre otros productos esenciales para la vida humana,-
sin mencionar la carne de res y otros alimentos vedados para la inmensa
mayoría del pueblo - vendidos en tiendas del Estado, cuando a los
trabajadores abrumadormente no se les paga en pesos convertibles.
Podría preguntarse: Como viven los cubanos? En primer término mediante
las remesas, fundamentalmente enviadas por personas que viven "en
territorio enemigo...-; de las propinas, pero para trabajar en lugares
de acceso al turismo hay que ser "idóneo", ser o parecer obediente al
régimen; acceder a trabajos con extranjeros también con el miso
condicionamiento político, para lo cual muchos compatriotas tienen que
adoptar formas de vida que muchas veces sus conciencias les reprochan...
La muy mentada y famosa "doble moral", con la subsiguiente pérdida de
valores éticos en el ser humano.
En este contexto, donde la mayoría no puede vivir honestamente de su
trabajo, surge la corrupción y el delito a los niveles que el propio
Estado ha reconocido. Si el Sr. Oramas tiene dudas de que eso existe,
pudiera leer intervenciones recientes de altos dignatarios cubanos
publicados en el periódico Granma, de los que se derivan hechos tan
elocuentes como que en la segunda ciudad del país se ha estado
"desviando..." e180,0% del combustible comercializado. Un verdadero
récord mundial en materia de corrupcián que desvela una sitnación de
incapacidad y degradación impresionante.
El salario en Cuba no es el ánico problerna. Paralelamente existe una
situación de descontrol de los recursos del Estado debido,
fundamentalmente, a un sistema que en su afán de querer controlarlo
todo, no controla nada. Asi, hemos Ilegaclo a una nueva categoria de
contabilidad, la contabilidad no confiable...; con almacenes donde
existen millones de Mams, en ocasiones sin controles adecuados, o sea un
parafso para ei robo y la especulacién, en un país donde todo escasea.
Por otra parte, los trabajadores que en su inmensa mayoría por muchos
años creyeron que en realidad estaban construyendo el socialismo y en la
existencia de un clima de la justicia social, hoy están conscientes de
que todo ha sido una gran falsedad. Se sienten convertidos en meras
piezas de un mecanismo estatal que no los tiene en cuenta, si no es para
exigirles y explotarlos sin poder defenderse al no estar permitida la
vigencia de verdaderos sindicatos. Han comprendido la falacia de la
supuesta propiedad social sobre los medios de producción y la real
creación de un capitalismo de estado regido por un grupo de poder con
intereses distantes de las aspiraciones de los trabajadores.
Arrogancia...4
Este estado de cosas, por supuesto, contribuye también al robo y el
delito; opinión que incluso es compartida por conocidos pensadores
marxistas como el Sr. Heinz Dieterich, filósofo alemán, quien
recientemente en su trabajo "Cuba : Tres Premisas para Salvar la
Revolución a la Muerte de Fidel Castro", publicado en la página web
Rebelión, apunta: -La propiedad productiva en Cuba se encuentra,
esencialmente, en manos del Estado, no en manos de las mayorías. Si
fuera de las mayorías, las mayorías las protegerían, porque es de
sentido común que nadie se roba a si mismo. El hecho de que se la roba y
maltrata tiene una lectura irrefutable: la propiedad estatal es
percibida por muchos como una propiedad ajena o anónima, que se puede
privatizar a través del robo...-.
Como se puede apreciar, las cansas de la creciente corrupción en Cuba
tienen sólidas bases en el sistema, y mientras que esto no se reconozca
y se actúe consecuentemente, todo lo que se haga contra esa lacra lejos
de eliminarla, podría contribuir a su crecimiento.
Lamentablemente, el Sr. Oramas también se deja llevar por los conocidos
manejos de la Policía Política cubana, para la cual todo el que exprese
sus opiniones sobre aspectos inaceptables presentes en el país o realice
propuestas pacificas para poner fin a la crisis, en un marco de
reconciliación nacional, se le califica de agente de Estados Unidos. Esa
es una vieja estratagema del totalitarismo, en todas las épocas, para
justificar su atropello interno. Se equivoca el Sr. Oramas al querer
imputar a otras personas solo ver las manchas en el sol, cuando en
realidad mayoritariamente existen tinieblas.
La Habana, 16 de Febrero de 2006
Lic. Oscar Espinosa Chepe
Economista y Periodista Independiente
http://www.presslingua.com/web/article.asp?artID=4552
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