Wednesday, October 26, 2005

El ciclon y las sardinas

SOCIEDAD
El ciclón y las sardinas

Ariel Delgado Covarrubias

LA HABANA, CUBA - Octubre /www.cubanet.org) - Las escenas se repiten. Personas a montones comprando todo lo necesario para enfrentar la amenaza de un huracán. Esta vez es Wilma, que según los especialistas es el mayor de todos los generados en el Atlántico en muchos años. El temor de su embestida es estimulado por los constantes avisos detallados que dan los medios electrónicos nacionales. Una escena no apta para cardiacos.

Las velas se venden por cajas. Las compran para combatir la oscuridad que dejará el siniestro en su paso al desbaratar, una vez más, el ineficiente servicio eléctrico del país. Los días de celebración de santos (7, 12 y 24 de septiembre, 4 de octubre y el 4 y 17 de diciembre) se quedan cortos en el nivel de ventas de ese producto.

Pero también resultan altos los niveles de venta de alimentos en conserva, para paliar los días que falte el gas manufacturado. Las Tiendas Recaudadoras de Divisas, las únicas que los venden, tienen sus picos de venta de esos productos en estos eventos.

Sin embargo, en esta oportunidad la demanda no ha sido tan elevada como en ocasiones anteriores porque han salido al mercado unas latas de sardinas elaboradas en Venezuela, que al estar amparadas por las gracias del ALBA (entiéndase acuerdo Castro-Chávez, el intercambio de petróleo por médicos y el "mejorémonos para salvarnos todos"), tienen un precio de venta al público calificado de dumping, de 85 centavos CUC.

Con la marca El Peñero y su divisa "el mar en su hogar" (eso no le debe causar mucha gracia a los que vivan en zonas bajas del litoral), vienen en salsa de tomate con un contenido neto de 425 gramos y escurrido de 300. El diseño en vivos colores muestra la proa de una frágil embarcación en medio del mar que recuerda a los balseros, y una sardina cuyo tamaño en perspectiva parece más un tiburón. Una magnífica oferta si se tiene en cuenta que un similar en el mercado estaría entre 1.80 y 2.10 CUC.

Ya el saber popular las ha calificado como "sardinas de producción nacional", dado los planes integracionistas de los líderes de ambos países que se proyectan como uno solo. Y de su calidad nadie se queja, por lo contrario las alaban, lo que hace que en pocas horas en cualquier establecimiento que las vendan se acaben. Muchos, los más afortunados en la tenencia de CUC, las compran por cajas.

Tanta demanda y tan bajo precio hace que algunos con espíritu de empresarial ya las oferten en moneda nacional, pero al precio de 35 pesos. Eso es una barbaridad, pues su costo llevado a moneda nacional es de 20.40 pesos, pero algunos especialistas en economía informal consideran que el precio de 35 pesos es de un efecto marginalista, y que obligatoriamente bajará. Sin embargo, otros temen que el gobierno, si ve que las gentes las compran a ese precio, entonces pueda elevarlo, para cumplir entonces la máxima de que "ladrón que roba a ladrón tiene mil años de perdón", y que nadie dude de que aquí el Estado es más grande que el propio Alí Babá.

Así las cosas, es muy probable que el huracán Wilma sea recordado por el estreno de las sardinas El Peñero, que después de las noticias de la proximidad y la fuerza del meteoro, es la noticia más importante en los hogares cubanos. Y que no le aumenten los precios, para que no sean más los que piensen y luchen, como en su divisa de "mi hogar más allá del mar".

 

http://cubanet.org/CNews/y05/oct05/25a3.htm

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