Política oficial: mentir
By JORGE RAMOS AVALOS
La idea más rebelde y revolucionaria que existe es la que establece que
todos los seres humanos somos iguales. Ninguna es más poderosa. Y
ninguna más peligrosa para los países que no la ponen en práctica.
Las dictaduras y las naciones autoritarias siempre tienen líderes que se
sienten superiores al resto de la población. Pasa igual en China e Irán
que en Cuba y Venezuela.
Sus políticas irremediablemente buscan controlar y censurar a la
mayoría. Pero tarde o temprano la gente se rebela. La idea de que todos
somos iguales es más fuerte que cualquier régimen.
En Estados Unidos vivimos en uno de los países más abiertos del planeta.
Está fundado en el concepto de la libertad individual y la igualdad. La
libertad --y las oportunidades que eso genera-- es lo mejor de aquí.
Pero muchas veces falla en la cuestión de la igualdad.
Tengo dos ejemplos de clara discriminación en Estados Unidos. La
primera, increíblemente, ocurre en la fuerza militar más poderosa que
haya tenido la humanidad. En el ejército de Estados Unidos se discrimina
abiertamente contra los homosexuales.
Un reciente y esperado estudio del Pentágono concluyó que el aceptar
abiertamente a los gays en el ejército no afectaría negativamente la
efectividad militar norteamericana. Además, la mayoría de los soldados
consultados estaría de acuerdo en servir en el ejército con compañeros
abiertamente homosexuales.
De hecho, en Irak y en Afganistán ya lo hacen. La única diferencia es
que esos soldados no han revelado su orientación sexual. Si lo hicieran,
serían expulsados de las fuerzas armadas norteamericanas.
La política de ``no preguntes, no digas'' (don't ask, don't tell),
implementada durante el primer año de la presidencia de Bill Clinton, es
una de las grandes hipocresías en Estados Unidos. Los soldados
homosexuales pueden morir por su país pero no pueden decir abiertamente
quiénes son.
La política oficial del ejército norteamericano es mentir y discriminar.
El Senado se acaba de negar a cambiar esa política. Pero eso no puede
durar mucho tiempo. Es inconstitucional. Tarde o temprano --quizás con
una orden judicial-- se impondrá el precepto que se estableció durante
la Declaración de Independencia en 1776: ``Todos los hombres son creados
iguales''.
El otro ejemplo de discriminación en Estados Unidos es en contra de 11
millones de inmigrantes indocumentados. Estados Unidos no trata como
iguales a muchos de sus estudiantes, de sus trabajadores y de quienes
cuidan a sus niños.
Es verdad que están ilegalmente en el país. Pero también es cierto que
miles de empresas y millones de norteamericanos los contratan
ilegalmente y se benefician de su trabajo. Todos saben que esto ocurre
pero la política oficial es mentir: miente el inmigrante, miente quien
lo emplea y miente el gobierno al hacerse de la vista gorda.
rge más transparencia y un cambio radical de política. El maltrato y
discriminación en contra de los inmigrantes indocumentados es una de las
grandes injusticias de Estados Unidos. Lo menos que podemos exigir es
que estos inmigrantes sean tratados con respeto, con dignidad y que se
legalice su situación migratoria.
La Declaración Universal de Derechos Humanos de Naciones Unidas
establece en su primer artículo que ``todos los seres humanos nacen
libres e iguales en dignidad y derechos y deben comportarse
fraternalmente los unos con los otros''. Yo no veo que los
indocumentados sean tratados como iguales, ni con dignidad, ni
fraternalmente en Estados Unidos.
Tras su visita a Estados Unidos en 1831, el francés Alexis de
Tocqueville escribió que nada le había sorprendido tanto como la noción
de igualdad entre todos sus habitantes. Y de esa igualdad, dijo, se
deriva todo lo demás.
Hoy, con las políticas de abierta discriminación contra homosexuales e
indocumentados, Estados Unidos se ha internado en un período oscuro e
inexplicable y traicionando sus principios.
La única salida es decir la verdad, sobre todo, a nosotros mismos. Ese
es el primer paso.
Twitter @jorgeramosnews
http://www.elnuevoherald.com/2010/12/14/853418/jorge-ramos-avalos-politica-oficial.html
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