Washington considera que el cambio vendrá de las nuevas generaciones e
incluso de las filas del régimen. -Critica la división de la oposición
tradicional y su aislamiento social
JUAN JESÚS AZNÁREZ - Madrid - 16/12/2010
Estados Unidos ha modificado sustancialmente su enfoque sobre la
importancia de la disidencia tradicional dentro de Cuba, que considera
entrada en años y de escasa incidencia, y apuesta por la rebeldía y
mayor penetración social de los jóvenes blogueros, músicos y artistas
opuestos al régimen de Fidel Castro. Sin menospreciar el trabajo de las
plataformas tradicionales, cuyo activismo torpedean los servicios de
inteligencia, y la entrada en colisión de egos y disputas en su seno, un
crítico informe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La
Habana, enviado el pasado año, descarta que esos grupos puedan llegar al
poder: "Debemos mirar en otros ámbitos, incluyendo dentro del propio
Gobierno, para identificar a los posibles sucesores del régimen".
Los jóvenes cubanos desilusionados con el régimen, incluyendo blogueros,
músicos y artísticas plásticos, no pertenecen a organizaciones de
disidentes, pero adoptan, "mucho mejor, posiciones rebeldes de gran
impacto popular. Estrechamente vigilados por el Gobierno cubano, evitan
la etiqueta de 'disidentes', y no parecen aspirar a ningún papel de
liderazgo", señala el cable enviado al Departamento de Estado. La fama
internacional ganada por la bloguera Yoanny Sánchez desató los celos de
las organizaciones disidentes tradicionales, e impide su coalición con
la incipiente red que las nuevas generaciones están empezando a formar
en diferentes ámbitos.
La representación de EE UU insta a la oposición a conciliar objetivos o,
al menos, a no malgastar energías boicoteándose unos a otros, y a pesar
de que la disidencia afirma representar a miles de cubanos, ven "pocas
evidencias de tal apoyo, al menos por la información" de que dispone la
legación en La Habana. "Cuando preguntamos a los dirigentes de la
oposición por sus programas, no obtenemos programas designados a captar
un amplio espectro de la sociedad cubana".
El informe norteamericano afirma que, contrariamente, el principal
esfuerzo de los dirigentes opositores es obtener recursos para mantener
su nivel de vida y el de sus simpatizantes.
Mayores de 50 años
Las consideraciones sobre la edad aparecen en el análisis de los
funcionarios, que citan a Martha Beatriz Roque, Vladimiro Roca, Félix
Bonne, Roberto de Miranda, Óscar Espinosa, Elizardo Sánchez y Héctor
Palacios, que pasan de los 60 años, mientras que Francisco Chaviano y su
esposa, Ana Aguililla, René Gómez y Oswaldo Payá ya cumplieron los 50.
Todos ellos tienen poco contacto con la juventud cubana, a la que su
mensaje le llega ajeno, nada atractivo. Elizardo Sánchez y Vladimiro
Roca "han sido motivo de especulación. Sánchez ha sido relacionado
incuestionablemente con la seguridad del Estado y similares acusaciones
han rodeado a Roca", señala un despacho.
Aunque EE UU aprecia los esfuerzos de los disidentes para conseguir la
liberación de los presos políticos y señalar las vulneraciones de los
derechos humanos cometidas por el Gobierno, lamenta que esos esfuerzos
no coincidan con las prioridades de la mayoría de los cubanos,
interesados fundamentalmente en tener más oportunidades de viajar y de
vivir confortablemente.
Los informes norteamericanos casi adquieren la categoría de denuncia
cuando recuerdan que la dirección de un grupo opositor "dijo,
abiertamente, al consejero político que necesitaban fondos para pagar
salarios, y le presentó un presupuesto con la esperanza de que la
Sección de Intereses lo abonara". Al ser la obtención de fondos la
primera preocupación de esas plataformas, "el siguiente objetivo sería
limitar o marginalizar las actividades de antiguos aliados (en la
oposición) mediante la retención de poder y el acceso a los recursos",
según un cable enviado a Washington.
La oposición cubana está dividida en docenas de pequeños grupos que,
teóricamente, comparten objetivos pero fracasan en la coordinación de
sus políticas. Los grupos más auténticos "están infiltrados por la
seguridad del Estado (...), cuyo trabajo es reclutar a algunos de sus
miembros e infiltrarse en la organización con sus propios agentes para
acentuar las diferencias entre sus miembros". Varios disidentes
afirmaron disponer de fotografías en las que supuestamente se captura al
fundador de un movimiento independiente y presidente de una fundación
académica, entregando material "a un conocido agente del Ministerio del
Interior".
"Jóvenes ávidos de oportunidades"
La sede diplomática cree que las nuevas generaciones de cubanos tendrán
un mayor impacto y presencia después del castrismo, y asume que la
sucesión procederá de las propias filas del régimen: cuadros medios que
alcanzarán posiciones de poder. No identifica a los eventuales líderes
pero cita a los jóvenes cubanos como la cantera a atender, pues "están
ávidos de oportunidades y diálogo". Los análisis norteamericanos
atribuyen al Gobierno una maniobra para debilitar a quienes presentan
perfil de líderes con incentivos para que abandonen Cuba: para que
cambien de registro mental y en lugar del activismo interno "sueñen con
su vida fuera de Cuba".
El interés por la liberalización es tan intenso que, cuando la Sección
de Intereses ofreció becas escolares a jóvenes, se recibieron más de 600
solicitudes de quienes nunca habían tenido contacto con la oficina
diplomática, según despachos que también recogen la reunión en La Habana
de jóvenes activistas de Monterrey (México) con sus pares cubanos: un
total de 63. El encuentro tuvo lugar en la residencia de un funcionario
norteamericano, "bajo fuerte presencia policial en las avenidas
colindantes". La reunión no hubiera sido posible "si la USINT (Sección
de Intereses) no hubiera proporcionado los contactos y facilitara la
llegada"; la iniciativa demostró "el hambre detectado entre la juventud
cubana no solo por el cambio, sino por acciones encaminadas a conseguir
el cambio".
La apuesta estadounidense por las nuevas generaciones llevó a la
organización de una videoconferencia , en la sede diplomática, para que
el entonces secretario de Comercio de Estados Unidos, Carlos Gutiérrez,
dialogara sobre libertad y democracia con diez representantes de
organizaciones juveniles con compromiso político anticastrista. "Cuatro
estudiantes universitarios cuya presencia estaba prevista no aparecieron
por razones desconocidas. Alguno de los participantes nos comentó
después que agentes de la Seguridad le preguntaron por las razones de su
presencia en la videoconferencia".
Una juventud "amargada y desilusionada"
Los informes norteamericanos describen una juventud "mayoritariamente
amargada, desilusionada y que no ve futuro excepto saliendo de Cuba".
"Pocos eligen sumarse a las filas de la disidencia e incluso jóvenes
opositores que prometían hace cuatro o cinco años han decidido emigrar y
sus líderes, ahora en torno a los 30 años, no han sido capaces de
renovar las bases". El panorama descrito por la legación establece un
abismo entre una generación y otra.
Por otra parte, las emisiones de Radio Martí, financiada por el Gobierno
norteamericano, que emite hacia Cuba desde Florida, detonaron un choque
entre el exilio de Miami y la disidencia isleña, que acusó a la emisora
de no atender a los oyentes de la isla y cuidar más los intereses de la
comunidad cubana en Estados Unidos y otras partes del mundo, según
refiere otro telegrama de la misión diplomática en La Habana. "El asunto
de Radio Martí simboliza el miedo de todos los grupos de oposición a que
la comunidad del exilio trate de usar una indebida influencia en el
proceso de cambio de Cuba".
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